Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 14: Lime

Taehyung recién despertando tiene el mismo mal humor que Taehyung discutiendo con Jungkook.

El pelinegro esboza una sonrisa de pura diversión cuando lo ve sentado en un taburete de la cocina mientras come cereales de colores con leche. El pelo del chico apunta a todos lados y su rostro sigue inflamado por el buen sueño. Lo único que perturba la excelente imagen que quedaría grabada en su memoria es el gran moretón en el ojo izquierdo del chico. Estaba horrible, pero no le quería decir. Aparte que Taehyung ya debe de saber, así que tener a alguien recordándoselo no le ayudaría a mejorar el humor.

—Buenos días, señor...

—¿Quién mierda guarda los pocillos en las estanterías de abajo? —la brusca pregunta de Taehyung le interrumpe.

—...Taehyung. ¿Por qué siempre eres así de brusco? —pregunta un poco ofendido y dolido.

—No lo sé —replica Taehyung con seriedad—. Quizá se deba a que mi padre me dejó botado cuando niño, y ahora me desquito con cierto pelinegro que se cree mejor que yo. ¿Por qué tú eres tan sensible entonces?

—No lo sé —replica Jungkook esta vez—. Quizá se deba a que mi padre murió cuando tenía dieciséis años y desde ese momento que no recibo suficiente cariño, y ahora ayudo a cierto castaño cascarrabias a expresar más que odio al mundo.

Un silencio se prolonga después de sus monólogos, pero es roto rápidamente por sus risas un poco roncas por la larga noche sin usar sus cuerdas vocales.

—¿Cómo fue la muerte de tu padre? —pregunta Taehyung dejando la cuchara en la encimera.

—Partimos fuerte —murmura Jungkook mientras agrega leche sobre sus cereales—. Cáncer de páncreas. Difícil de detectar. Lo diagnosticaron y al mes estábamos en su funeral. Escribió un poema en oda a la morfina, que era lo único que calmaba un poco su dolor. Aún lo guardo en mi mesita de noche. Un increíble hombre —lo último lo murmura más para él que para Taehyung.

Taehyung guarda silencio mientras revuelve un poco los cereales.

—¿Cómo notaron que tu abuelo tenía Alzheimer?

Ahora es su turno de las preguntas potentes mañaneras.

—Una excelente mañana para sacar a pasar traumas —murmura Taehyung sin levantar la mirada del pocillo con cereales—. Se perdía en nuestra casa antigua y olvidaba el nombre de todos. Una vez me llamó por el nombre de mi padre, fue traumático.

—¿Cómo fue la primera vez que no te reconoció?

Esa pregunta no es tan fácil de responder, nota Jungkook. El castaño sube la mirada a él y arruga las cejas, como si se encontrara molesto, o ensimismado en sus pensamientos. Lo ve abrir y cerrar la boca dos veces seguidas. Pasa un minuto para que vuelva a hablar.

—¿Has visto esa película donde la madre de la protagonista se vuelve oso?

—¿La de Disney? —pregunta Jungkook, después de darle un lengüetazo a su cuchara.

Taehyung asiente con la cabeza y prosigue:

—Fue igual que esa escena..., cuando la mirada de su madre se pierde y se vuelve oscura, porque cada vez es menos humana y más animal —hace una pausa—. Fue exactamente igual. Su mirada se tornó oscura cuando no me reconoció por primera vez. Fue aterrador.

Nuevamente silencio.

Es turno de Taehyung, ambos lo saben.

—¿Cómo fue cuando tu madre se volvió presidenta?