Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 44: Día de elecciones

El día de las elecciones es un poco alocado.

Taehyung camina con relajación a los centro de votaciones y cumple con su derecho de ciudadano, aprovechando los pocos minutos de tranquilidad, porque le vendría un día ajetreado. Igual que todos los fines de semana, era el encargado de cuidar de la salubridad de su abuelo, ayudándole a tomar un baño e insistiendo en el aseo diario del hombre, quien cada día tenía menos ganas de asearse. Después pasaría un tiempo con él —mientras su madre va a votar— porque el anciano desde hace algunos días parecía necesitar solo su compañía. En la tarde iría al apartamento de su novio para evitar que se mordiese las uñas y hacerle compañía, para posteriormente viajar a la casa presidencial para acompañar a la madre del chico, sea en una victoria o derrota.

Todos creían saber lo que pasaría, pero a veces la vida daba unas vueltas sorprendentes.

Al entrar a la casa, es atacado rápidamente por un abrazo de su abuelo, quien suelta unas curiosas risas al verlo. Le agrada verlo tan feliz, pero a la vez llama su atención y se pregunta cuál será la razón médica bajo su comportamiento.

Toda felicidad en el hombre se borra cuando su hija le da la noticia de que debe bañarse. Pero, para sorpresa de Taehyung y su madre, el hombre cede rápidamente al ver que su nieto sería el encargado esta vez de ayudarle. Su abuelo se queja de los «malos» tratos de su hija con un tono totalmente acusatorio, tal cual un niño pequeño, y Taehyung debe aguantar las ganas de reír.

Quedan agotados después de la ducha, por lo tanto, Taehyung sirve té y galletas para cepillar el cabello de su abuelo mientras ve televisión, y así poder tomar asiento al hacerlo. Sintetiza el canal favorito del hombre, y lo escucha mascullar una grosería al notar que no están transmitiendo documentales de animales por las votaciones, pero igualmente deja puesto el noticiero.

Hace un esfuerzo de otro mundo para tomar atención al alocado y lacio cabello de su abuelo en vez de las imágenes que se muestran; los centros de votación llenos y a gente dando su opinión sobre el actual gobierno y que es lo que esperan para el siguiente. Escuchar cómo los periodistas rondan los los centros pidiendo opiniones, y algunas personas ceden mientras que otras evitan hablar frente a la cámara, pero, de un momento a otro, un ajetreo lo hace llevar su mirada a la televisión, y no puede creer lo que ve hasta que su abuelo habla:

—Yo creo conocer a ese chico.

Taehyung suelta una risa incrédula, y replica:

—Sí, es el brujo chico, abuelo.

El hombre abre la boca con sorpresa y toma el control remoto para subir el volumen. Una masa de periodistas se lanzan sobre el pelinegro, quien mantiene una expresión seria —la que a Taehyung se le hace lo más atractivo del mundo — mientras es escoltado por sus guardaespaldas. Las preguntas van desde el desempeño de su madre como presidenta, hasta si votó por ella. Jungkook mantiene silencio en todo momento, pero hay ciertas preguntas relacionadas a su relación —la mayoría demasiado groseras— que lo hacen querer hablar, pero parece tomar una inspiración y continuar.

La única pregunta que lo hace hablar es una relacionada a su relación amorosa con Taehyung, y su respuesta lo hace querer besarlo:

—¿Cuándo asumirás que tu relación con alguien fuera de tu círculo social de élite es una estrategia de marketing? —el hombre prácticamente golpea el rostro del chico con el micrófono. Jungkook hace un ademán con la mano para que sus guardaespaldas no intervengan—. Ya nadie se cree la ridícula historia de la dama y el vagabundo.

—¿Cuando asumirás que no eres bueno en tu trabajo? —replica Jungkook—. Ya nadie se creerá tu imagen de periodista serio si preguntas esas mierdas.