Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 22: ¿Té de camomila?

Cruzan la masa de gente aferrados el uno al otro.

Jungkook vuelve la mirada a Taehyung cada dos segundos, quien mantiene una expresión de satisfacción. Comparten sonrisas tímidas entre ellos y acarician sus manos. Todo se siente muy íntimo a pesar del mar de personas que los rodea. En un segundo se ven rodeados de periodistas, pero el pelinegro lidia bien con ello, respondiendo de forma corta algunas preguntas de las miles que lanzan. Taehyung baja la mirada cuando una cámara apunta de una forma muy invasiva su cara, pero Minho —uno de los guardaespaldas— es rápido y la empuja.

—¡¿Qué tienen para decir respecto a los rumores?! —exclama un hombre, prácticamente lanzándose sobre ellos.

—Son una ridiculez.

Es la única pregunta que responde Taehyung, ganándose una mirada cargada de cariño por parte de Jungkook.

Al llegar a la limusina, se sientan pegados uno al otro, compartiendo caricias suaves. Jungkook procura no invadir mucho al chico, temiendo asustarlo. Tamborilea los dedos en el asiento de cuero sintético cuando unas ganas de acariciar su rostro lo invaden. Esboza una sonrisa de disculpas a Taehyung para estirarse a buscar una botella de agua al mini freezer, pero una mano lo frena de abrir la puerta de este.

—Creo que estos dos eventos has tomado suficiente agua —dice Taehyung en un tono serio—. No creo que desees tener incontinencia urinaria en unos años más.

Jungkook suelta una risa divertida, arrugando la nariz por lo adorable que el chico frente a él se ve.

—No lo creo —replica, volviendo a acomodarse en el asiento.

No estaba incómodo, pero sí había mucho en su cabeza. Incertidumbre sobre todo. ¿Qué pasaría al llegar al apartamento? Debían hablar, es obvio. Pero... Tamborilea nuevamente los dedos en el asiento. Esta vez consigue una mirada de Taehyung.

—Suéltalo —murmura el chico, observando expectante.

Jungkook traga con nerviosismo.

—Estoy nervioso —admite con una sonrisa tensa.

Taehyung asiente despacio, para decir:

—Yo también lo estoy.

El conserje les da la bienvenida al entrar al edificio.

En el ascensor guardan silencio, mientras ambos se mantienen en su cabeza. Jungkook deja leves y suaves caricias en la espalda baja del chico. Taehyung recuesta su cabeza en el hombro del pelinegro. Están abrazados, y no planean separarse hasta llegar al piso de Jungkook.

—Me encanta como te ves con tu nuevo color de cabello —susurra Jungkook.

Taehyung suelta una risa aireada, y afianza más su agarre tras el chico.

—Eso es bueno —replica Taehyung—. Cumplió con su objetivo.

—¿Lo hiciste por mi? —pregunta Jungkook con sorpresa en su voz.

Taehyung pone los ojos en blanco.

—No —replica después, con diversión.

—¿Entonces, por qué...

Una expresión de pillería aparece en el rostro del chico. Jungkook recorre cada centímetro del rostro del contrario. Lo tiene tan cerca, que está casi seguro de sentir el calor de la respiración de Taehyung cosquillear su nariz. El contrario era unos pocos centímetros más alto como para sentirlo.

—Porque acaparó miradas.

Jungkook, al tener sus manos enredadas en el sedoso cabello del chico, aprovecha para darle un suave tirón a las hebras, robándose unas carcajadas del contrario.