Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Capítulo 19: Un muy antiguo amigo

Arregla la corbata y peina su cabello antes de salir a la sala de estar para esperar la aprobación de sus amigos. El traje clasico negro que lleva, al igual que a corbata y la camisa blanca deberían causar impresión en..., para las cámaras. Es la gala benéfica anual y debe deslumbrar a la gente. También iba a gastar una buena cantidad de dinero, así debía lucirse.

Hoseok silba a verlo y Yoongi comienza a aplaudir. Jimin asiente desde el sofá, mientras lleva palomitas a su boca. Fue su idea ponerlo en ese entallado traje y, por lo que parecía, estaba complacido con él mismo.

En ese momento llega una notificación a su móvil y Jungkook sabe que debe bajar para ir directo al evento benéfico. En la mañana dio la orden de que pasaran a recoger primero a Taehyung. No sabe muy bien porque lo hizo, pero ya no le interesaba.

Siente unos golpes en el trasero cuando voltea hacia la puerta. Antes de salir, junta las manos con las de sus amigos para hacer los ejercicios de respiraciones que usaban en época de exámenes. Servían demasiado, sobre todo si era en compañía.

—Te irá excelente —murmura Jimin con una sonrisa—. Recuerda que todo tiene solución.

Los guardaespaldas lo rodean de inmediato al salir y lo escoltan hasta la limusina que lo espera. Da las gracias, esbozando una encantadora sonrisa. Y, antes de abrir la puerta, toma una inspiración. Todo estará bien, se recuerda.

En el interior se encuentra con Taehyung. El saludo entre ellos es tenso, porque todo el lenguaje corporal del castaño gritaba incomodidad e inseguridad. Jungkook se siente terrible por esa respuesta ante su presencia, pero luego se recuerda que es algo que no está bajo su control. Abrocha el cinturón de seguridad con suavidad para evitar arrugar algo de su pulcra imagen, y se dedica a mirar por la ventana cuando parten.

El aire al interior es asfixiante, por lo que decide ahogarse con la botella de agua que saca del mini freezer. El día afuera es frío y oscuro, pero se siente más ameno que estar adentro de esa cabina con el chico que le gustaba. Las nubes amenazaban con llover, y siente un escalofrío.

Si todo estuviera bien entre ellos, comentaría algo sobre las nubes, o lo bien que se ve Taehyung. Porque Jungkook debe hacer un esfuerzo sobrehumano para dejar de mirarlo. Van vestidos casi iguales, solo que un precioso broche en forma de rosa adorna una de las solapas del saco del castaño. Necesitaba ayuda urgente, porque sus globos oculares parecen moverse solos hasta el chico.

Bebe agua nuevamente.

Mira el reloj de pulsera que lleva en la muñeca.

Bebe agua.

Mira la ventana.

Bebe agua.

Tamborilea los dedos en el cuero sintético del asiento.

Mira a Taehyung.

Bebe agua.

¿Cuánto tiempo faltaba? No soporta estar al interior de la cabina. Necesitaba estar a una distancia prudente de Taehyung, porque se estaba volviendo loco. Su mirada viaja a la corbata negra que contrasta con el blanco de la camisa del contrario, y traga fuerte cuando unos pensamientos locos aparecen en su cabeza.

Estacionan frente al museo nacional, y siente ganas de vomitar al ver una gran cantidad de camarógrafos y reporteros afuera. Esta vez no es solo un grupo, sino que... Estaba jodido. Muerde su lengua para no comentar algo, porque en ese momento le envuelven unas ganas de calmar cualquier tipo de nervios que atacara al castaño. Luego recuerda la tranquilidad de su primera aparición en público y se le pasa.

La puerta se abre, dejando que los sonidos de las cámaras y los incesantes gritos de los dueños de estas entren al interior. Jungkook se tensa mientras sale de la limusina con ayuda de Minho. Espera a Taehyung, pero no dirige la mirada hacia él, sino que finge que las largas columnas del museo que ha visitado un centenar de veces lo sorprenden. Son preciosas, pero estaba exagerando su fijación en estas para evitar tomar atención al precioso chico de pelos castaños.