Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTH

Extra: El compromiso.

Durante muchos años de su vida sintió que algo no se encontraba bajo los estándares normales de la sociedad, y eso lo comenzó a confirmar a medida que pasaba tiempo y pasaba tiempo con sus amigos. Su forma de ver las cosas, lo determinado y enfocado con sus metas, su incapacidad de lograr comprender ciertas emociones de las personas que lo rodeaban, su obsesión con la biología, específicamente con su área, y otros muchos aspectos.

Muy pocas veces se lo cuestionó, porque jamás se dio el tiempo de observar otra cosa más que sus libros. Sin embargo, con el tiempo algo en él cambio y desequilibró su vida.

O, mejor dicho, el amor cambió algo en él.

Observa detalladamente a su novio, quien tararea feliz una canción de amor mientras prepara el desayuno de esa mañana. Suspira por las emociones que lo envuelven al volver a presenciar la escena que la distancia le había quitado. Y puede que se lo siga quitando, pero ese verano, esas vacaciones, lo permitían volver a tenerlo a su costado.

—Amor —dice Taehyung, mientras revisa el periódico de esa mañana—. ¿Tú crees que yo soy extraño?

Jungkook frena sus movimientos rápidamente.

—¿De qué estás hablando? —indaga el pelinegro—. ¿Extraño? No lo creo.

Taehyung aprieta sus labios, negando con la cabeza.

—Hay algo diferente en mi —replica el chico—. Hay algo que... es muy complejo de explicar.

El pelinegro apaga la cocina y, sin terminar los huevos revueltos, camina hasta el chico. Arrastra una silla y toma asiento, quedando al costado de su novio.

—¿Qué sucede? Necesito que me expliques para que podamos solucionarlo —murmura Jungkook con suavidad—. Entiendo que puede ser abrumador, pero si lo sacas de tu cabeza podría ser mejor.

—He estado leyendo sobre... el autismo —admite Taehyung—. Entiendo el funcionamiento cerebral de estas personas, porque lo he estudiado. Sin embargo, respecto a sus comportamientos, en ocasiones lo siento muy personal.

Jungkook le da una mirada corta a Taehyung y rápidamente muerde sus labios, haciendo ese gesto que el contrario sabe que significa algo.

Un secreto.

Palabras no expresadas.

—¿Por qué me miras así? —prosigue Taehyung inquisitivo. El pelinegro tan solo niega con la cabeza—. Vamos, ¿por qué?

Jungkook carraspea, un poco incómodo al tener que admitirlo. Es decir, no es que le incomode hablar de neurodivergencias con su novio, sino que teme meter alguna idea que podría ser errónea en el cerebro obsesivo de este.

—Y-yo he conversado esto con... Jimin —confiesa Jungkook—. Y Jimin es investigador de esto, amor.

Taehyung baja la mirada al suelo, suspirando por la ansiedad que recorre su cuerpo.

—Se que siempre has sentido que tu cerebro no funciona de la misma forma que las personas normales —agrega el pelinegro—. Pero, amor, ¿qué es lo normal? Eso no existe.

El contrario sostiene su mirada abajo, reflexionando las palabras de Jungkook, mientras recuerda todos los sucesos de su vida donde sintió que su cerebro se encontraba configurado de una forma diferente a los demás, siendo el mayor recuerdo el momento en que reparó en lo enamorado que se encontraba del chico frente a él y lloró durante horas porque jamás lograría comprender en su totalidad esa emoción desbordante que lo abrumó. Una emoción tan humana que lo llevó al colapso físico y mental.