Capítulo 8: ¿Todo cobra sentido?

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Permite hundirse en la miseria durante una semana.

Durante esos días se dedica a estudiar en casa, escuchar música a todo volumen y leer libros de autoayuda, porque el pensamiento de lanzarse de un puente cruza su cabeza más seguido de lo normal. Se prohíbe revisar el móvil, pero eso le impedía comunicarse con sus amigos, por lo tanto, antes de su desconexión total, se pide uno de esos móviles de los años dos mil con teclas. Desde ahí conversa con sus amigos. Las grabaciones que Jimin le enviaba de las clases las recibe por correo, por lo tanto estaba todo cubierto para que no se adentrara a la ola de comentarios sobre su vida privada de las redes sociales.

Enciende una vela y toma asiento frente a esta.

Cierra los ojos unos segundos, enfocándose en su respiración. No quería que ningún tipo de pensamiento se cruzara por su cabeza. La humillación debía desaparecer en algún momento, y estaba seguro que si meditaba podía sacarla de su organismo en menos tiempo. Al igual que todas las otras veces, se vienen unos ojos a su mente. Esta vez expresan pura diversión y burla.

Había quedado expuesto.

De todas las formas posibles.

Expuesto.

Sus imágenes con sus amigos; de él con camiseta; de él sin camiseta; de él enfermo de conjuntivitis; de él llorando.... todas sus fotografías. Hasta las que sacaba al pizarrón para nunca más verlas. ¡Todas! Incluso un video —que se volvió viral— imitando a bob esponja a las tres de la mañana para enviárselo a Yoongi.

Y sus notas con poemas...

Agradece que no hayan filtrado sus notas con las contraseñas de las aplicaciones.

En ocasiones sentía que nada de lo que estaba pasando era real. Y también sentía que estaba siendo demasiado dramático. ¿Pero era realmente así?

—No puedo hacer esto —masculla, levantándose del piso. Camina con decisión a la puerta, donde se encuentra una pequeña mesita donde deja las llaves de sus automóviles—. Esta mierda se solucionará con alcohol.

Pero, antes de siquiera abrir la puerta, una llamada lo distrae:

Señora presidenta mamá.

—¿Qué mierda? —susurra con preocupación.

Había solo dos razones del por qué su madre llamaría:

Se enteró de la filtración de sus datos.

Se enteró de la filtración y lo quiere matar por las fotografías sin camiseta.

Su corazón late con fuerza mientras mira fijamente su móvil —el tecnológico, no la piedra que se compró—. No sabía si estar cagado de miedo, o sorprendido porque lo llamaba, o enojado por no estar con él. Solo sabe que extrañaba su voz.

Toma el móvil rápidamente y contesta la llamada.

Esboza una sonrisa de la emoción de poder contactarse con su progenitora, pero esta cae rápidamente al escuchar:

Necesito que vengas urgente a mi lugar de trabajo.


[...]


Ni la música logra distraerlo de la ansiedad que se manifiesta en su cuerpo.

Antes de salir le envió unos cortos mensajes a sus amigos avisando de la situación. Jimin le preguntó si necesitaba de su compañía, pero él respondió que no. No cree que sea tan terrible enfrentarse a la furia de su madre por algo que no fue responsabilidad de él.

Amor en tiempo de elecciones | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora