Capitulo Tres (parte II): De regreso a la academia Storm

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Lunes por la tarde.

Punto de vista de Esmeralda:

-Adios, cariño Tengo que ayudar a tus hermanos con la próxima ceremonia y la reunión de ascenso al Alfa. Intentare llegar esta noche -murmura Luca mientras su nariz está en el cuello de Hannah. La acaricia, le da un beso y se va, pero no sin antes despeinarme el cabello y dejarmelo como un nido de pájaros.

¡UF! Odio cuando hace eso.

-Te ves tan linda cuando tienes las plumas todas alborotadas -dijo Hannah mientras se burlaba

-¡Oh! ¿Crees que soy linda cuando estoy enojada? ¡Entonces estoy a punto de ser jodidamente hermosa! -respondí con todo el sarcasmo que pude reunir. Hannah se abalanzó sobre mí a la velocidad de un hombre lobo cuando terminé de hablar y co a hacerme cosquillas.

Ni siquiera pasaron cinco minutos en nuestra guerra de cosquillas cuando entraron Ella y Leah y se abalanzaron sobre nosotras, y todas estábamos haciéndonos cosquillas mutuamente. Creo que tenía los dedos en la nariz de Hannah, alguien casi tenía un doda en mi trasero y mi dedo estaba atrapado entre dos suaves protuberancias de cane, que supuse que eran los muslos de Leah.

Después de diez minutos jugando a las cosquillas, nos separamos, cubriendo nuestras axilas con las manos y apretando las piernas, por si acaso alguien decidía ir por la segunda ronda. Estallamos en una risa y nos abrazamos en grupo.

Cuando estábamos a punto de separarnos, nuestros cuatro payasos: Axel, Jer, lan y Eli decidieron unirse y apretujarse en nuestro abrazo también. Sentí que Leah se tensaba y olfateaba el aire, pero lo ignoré pensando que tal vez era por el fuerte olor a colonia de los chicos o algo así.

Este era mi paraiso, justo aquí. Pero sé que mañana seré invisible para todos en la academia de nuevo, e incluso seré acosada cuando no tenga a mis amigos cerca para protegerme. Pero no me importa siempre y cuando mi pequeño círculo siga sonriendo asi.

-¡Bien, mis cuatro ardillas, prepárense! ¡Es hora de la fiesta! Y, oh, Em, recuerda ponerte algo sexy. Nuestro chico Eli aquí va a aparearse y marcar a cierta ardilla con el cabello plateado y ojos azules esta noche -dijo Axel con una sonrisa en los labios.

Mi cara estaba roja como un tomate y miraba a todas partes excepto a Eli, quien sabía con certeza que estaría radiante. Miré de reojo y lo vi sonreír y guiñarme un ojo.

¡Ugh, Diosa!

Estos chicos viven para avergonzarme.

-¡De acuerdo! Salganse de aquí ahora. Queremos tener un tiempo de chicas mientras nos preparamos para el cumpleaños de Eli. Nos vemos en el club a las nueve -dijo Hannah, mientras ella y Ela los empujaban fuera.

Eli me miro antes de que Hannah les cerrara la puerta en la cara. No sé por qué, pero mirada que me dio sentí que no era para mi, sino para alguien más. Miré detrás de mi y vi a Leah mirando la puerta con una expresión de amor y anhelo en sus ojos.

¡Espera! ¿Eso podría significar que podrían ser...?

¡No! Solo estoy pensando demasiado. Leah cumplió dieciocho años hace dos meses, y si Eli fuera su compañero, ya habria dicho algo, especialmente cuando su lobo está a horas de despertar. Ella habría captado su olor.

-Leah, ¿estás bien? Pareces lejana -dijo Ela, agitando sus manos como loca frente a su rostro.

Leah salió de su ensueño y se sonrojó un poco.

-Si, todo bien, Ela. Solo recordé algo que tengo que hacer mañana dijo. Sonó débil y con el corazón roto. Simplernente no podia quitarme la sensación de que tal vez yo tenía algo que ver con eso.

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora