Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida

Capítulo Treinta y Dos (Part I): Ceremonia de Alpha (Parte Seis)

Capítulo Treinta y Dos (Part I): Ceremonia de Alpha (Parte Seis)

Domingo

POV de Esmeralda:

¿Por qué a los gemelos les interesaría algo de mí? Prácticamente era una nadie, no era rica ni influyente, y mis padres eran guerreros del clan, asi que no era como si cenáramos y disfrutáramos con las élites de la Manada Tormenta Oscura. Sea lo que sea, se desvanecería para mañana. Escuché a los cuádruples hablar de cómo los trillizos y los gemelos regresarían a sus territorios después del desayuno mañana. Entonces podria descansar de todo este drama de los gemelos.

Sin embargo, por más que dijera eso, no podía quitarme la sensación de intriga de la cabeza. ¿Por qué siempre estaban mirando? ¿Por qué eran tan protectores? Decían que les recordaba a alguien, pero ¿a quién? Hasta donde yo sabía, ellos eran los únicos hijos del Alfa Supremo y la Luna, y aún no habían encontrado a su compañera.

Tal vez, había algo que no sabía, otra cosa que tenía que preguntarles a los cuatrillizos. Con todos estos pensamientos en mi cabeza, Hannah y yo entramos al salón del banquete, donde todos debian reunirse antes de dirigirse al claro del extremo oeste donde tendría lugar la ceremonia.

Como la última vez, quedé atónita. Luna Crystal había hecho un trabajo fantástico al preparar el lugar. En lugar de mesas redondas y sillas, había varias mesas altas con cubiertas negras y un lazo gris oscuro en el centro, cada mesa tenía una pequeña jaula llena de luces de hadas y bolas de hierba artificial. Había una hermosa fuente en el centro del salón y varios bares alrededor de las esquinas. Una mesa de postres de doce pies de largo estaba a la izquierda de la fuente con postres cuyos nombres ni siquiera conocía, y otra mesa de aperitivos de doce pies estaba a la derecha de la fuente. También habia varios camareros que paseaban con bocadillos, y todos los invitados estaban vestidos elegantemente con trajes y vestidos de marca. Podías decir que esta era una fiesta para los ricos, pero lo que mas me alegro fue que, a pesar de la presencia de todos los élites en el salón, también pude sentir a la mayoría de nuestro clan aquí. Eso me alegró el corazón.

Habia oído que los Alfas de la mayoría de los clanes solían reservar las cosas previas al evento exclusivamente para los Alfas visitantes y sus Lunas, otros miembros destacados del clan y el Alfa Supremo y los Reyes Licántropos. Pero viendo esto ahora, Luna Crystal y el Alfa Alexander no se parecían en nada a esos lideres engreídos. Tenía grandes expectativas que cumplir. Espero que con el tiempo el clan llegue a amarme y aceptarme como lo hicieron con Luna Crystal.

Se podía sentir las poderosas auras que se irradiaban por la habitación, era sofocante. Cada Alfa que intentaba sobresalir un poco sobre los demás era patético. Deberías ser lo suficientemente fuerte como para no liberar tu aura para mostrar dominación. Me sacaron de mi monólogo interno cuando senti brazos alrededor de mi cintura y un rostro acurrucado en mi cuello.

Sonreí, Sam.

-Bebé, te ves deslumbrante, pero ¿por qué ese cuello blanco como la nieve está expuesto? -preguntó Sam, dándome un pequeño mordisco en el lugar de mi marca.

Dejé escapar un pequeño gemido. Al darme cuenta de lo que había hecho, tapé mi boca y cerré los ojos.

Escuché a alguien reír desde el lado, y otro rostro se acurrucó en mi cuello.

Por más que intentaba controlar mi sonrisa, se abrió paso, Zeke.

-No respondiste a mi hermano, mi ángel. ¿Por qué el hermoso cuello de nuestra bella compañera está sin marcas? -preguntó Zeke, dándome un mordisco en el otro lugar de su marca.

Necesitaban parar, podía sentir cómo mi excitación iba en aumento.

¡Oh Diosa, haz que paren!

Habia tanta gente aquí y Alfas que tenían sentidos más agudos que los lobos promedio. No necesitaba que los focos estuvieran sobre mí en este momento, mis nervios ya estaban en todas partes.