Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida

Capítulo Treinta y Cuatro: ¿Pero por qué?

Capítulo Treinta y Cuatro: ¿Pero por qué?

Lunes

POV de Esmeralda:

Me desperté enredada en extremidades. Suspiré de satisfacción, no es de extrañar que haya tenido un sueño tan bueno la noche pasada. Despertar al lado de los cuatrillizos probablemente se esté convirtiendo lentamente en una obsesión. Nunca había tenido un sueño tan tranquilo antes de que estos cuatro estúpidos vinieran.

Riéndome, pensando en cómo probablemente discutirian sobre cómo son mis Alfas y que debo respetarlos y bla bla bla. Pero, poco a poco estaba llegando a aceptar a esos Alfas posesivos y locos.

Mis Alfas.

Se siente genial admitirlo ahora. A pesar de mis dudas la semana pasada, parece que algo ha cambiado de la noche a la mañana. Durante toda la semana pasada, a pesar de acercarme a los cuádruples, todavía tenía esta inseguridad persistente sobre el abandono, pero hoy siento que incluso ese pensarmiento es ajeno en mi cabeza.

¿Podría ser esto a lo que todos se referían cuando decían que sentiría que los cuatrillizos son mi mundo, cuanto más se acercara mi cumpleaños?

¿Es esto lo que sienten los cuatro y por eso dicen que sabré lo que significa ser compañera una vez que la conexión de pareja se active?

Si ese es el caso, es eufórico. Ni siquiera puedo imaginar cómo se sentirá el sábado. Aunque me emociona, también me asusta. ¿Está bien hacer que una persona sea el centro de tu mundo? En mi caso son cuatro, pero el punto es el mismo, amar tan profundamente significa que también te pueden herir profundamente.

-¿Qué te tiene despierta tan temprano, hermosa pequeña Luna? -Ezekiel preguntó, podía sentir sus besos con la boca abierta en la nuca. Emití un pequeño gemido e incliné mi cabeza para darle más acceso. Las chispas que solían durar solo un nanosegundo ahora las siento más fuertemente.

¡Diosa, esto se siente increíble!

-Hmm, Luna. No me respondiste -Ezekiel dijo, sacándome del trance.

-Oh, eh, nada. ¿Hoy vamos a salir por, ya sabes, la cita? -pregunté, sonrojándome al pensar en pasar tiempo de calidad con cada uno de los cuatrillizos por separado.

Ezekiel detuvo su ataque en mi cuello y pude sentir que sonreía maliciosamente. Mordió mi cuello y agarró mi barbilla para que lo mirara directamente.

-Mi preciosa Luna, si, iremos en nuestra cita. Hoy seremos tú y yo, luego Azrael, luego Zeke y por último Sam-dijo mientras me miraba a los ojos, sus ojos mostraban emoción, amor y un toque de travesura.

¿Eh?

Diosa, no me dejes hacer el ridiculo durante el día.

-oh, eh, bueno. ¿A dónde vamos? -pregunté, tratando de distraerme de su mano acariciando lentamente mi musio de arriba a abajo, dejando una estela de escalofrios a su paso.

¡Por todo los santos, esto seguro que también está en la lista!

Puedo sentir cómo mi excitación se filtra lentamente en el aire.

¡Dios mío! Mi cuerpo elige los peores momentos para reaccionar. Aunque mantuve una expresión seria y apreté mis muslos, Ezekiel sonreía mientras sus ojos cambiaban de gris a n***o. Sabía que podía olerme. También podía ver a los tres más jóvenes revolviéndose en su sueño.

-Bueno, pequeña Luna, eso es una sorpresa. La pregunta más importante es qué está pasando en tu cabeza, ¿hum? -Ezekiel preguntó mientras mantenía firme mi muslo superior, apretándolo ligeramente. Enviando otra descarga directamente a mi centro.

Diosa, haz que pare, pero supongo que no al mismo tiempo.

¡Ugh! Estoy jodida en la cabeza.

¿Qué me han hecho estos cuatro Adonis?

-No respondiste la pregunta de Ezekiel, mi amor -escuché a Azrael decir desde el lado, besando uno de mis puntos de marca, enviando un escalofrio por mi columna vertebral.

-Oh, eh eh -balbuceé.

-¿Te comió la lengua el gato, bebé? -preguntó Sam.

-Más bien el lobo, hermano. Ángel, una forma perfecta de comenzar nuestro día con ese delicioso aroma flotando a nuestro alrededor -dijo Zeke, yendo directo a mis labios. Besándome hasta quedarme sin aire.

-Oh, nada. Entonces, ¿cuándo salimos? -pregunté, desenredándome de la maraña de extremidades para controlar este tortuoso cuerpo mio. Sorprendentemente, los cuádruples no protestaron y me dejaron ir, mientras los cuatro se sentaban en la cama y me miraban con sus deliciosos abdominales al descubierto.

¡Dios mío! Se ven lo suficientemente bien como para lamerlos.

¡Espera! ¿Acabo de decir lamer?

Si, Esmeralda Hutton, ¡oficialmente has perdido la cabeza, chica!

Los cuatro se rieron mientras, uno por uno, se levantaban de la cama, Azrael iba al baño. Sam y Zeke entraron en el armario, pero no antes de darme una buena mañana con un beso. Ezekiel se acercó a mi, me levantó en sus brazos y besó mi cabeza.

-Tenemos que despedirnos de los Reyes trillizos y los gemelos. Después saldremos. ¿Por què no te preparas y nos encontramos en el comedor privado dentro de media hora, ¿si, hermosa? -preguntó mientras acomodaba un mechón de pelo detrás de mi oreja y besaba mi frente.

Me sonrojé y asentí.

Caminando hacia el vestidor en la habitación, recordé algo y me di vuelta para preguntarle a Ezekiel.

-¿Qué debo ponerme si no sé a dónde vamos?

-Cualquier cosa se vería increible en ti, mi pequeña Luna. Pero ponte algo elegante, pero casual -dijo Ezekiel, sonriendome mientras me observaba cariñosamente.

Sonriendo, haciendo todo lo posible para no sonrojarme de nuevo, me dirigi hacia la ducha ya que Azrael se habla ido. Me duché rápidamente, ricé mi cabello y lo recogi en una coleta alta. Mi cabello plateado caía hasta la mitad de mi espalda. Realmente necesitaba un corte de pelo, probablemente tendré que pedirle a uno de los cuatrillizos que me lleve o a Hannah. Eso si esos tontos posesivos me dejan ir sin ellos. Sonreí ante el pensamiento.

Me maquillé un poco, un simple contorno, rubor, máscara de pestañas y delineador de ojos y me apresuré a vestirme. No quería entrar torpemente tarde si los gemelos y los trillizos ya estaban allí.

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Holi, me voy a tardar un poco más en subir la siguiente parte, pero les aseguro que si se sube hoy.
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Autor original: PlatinumStar

Enlace: https://www.dreame.com/story/1549738496-quadruplet-alphas-and-their-lost-ice-princess