Capítulo Dieciséis: Cualquier Cosa (Parte dos)

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Miércoles

POV de Esmeralda:

Al abrir la puerta, vi a los cuatro. Todos bañados y vestidos, probablemente para llevarme a la academia. Los saludé y caminé por el pasillo hacia el comedor. Podía sentir que estaban tensos y probablemente comunicándose mentalmente entre ellos mientras me miraban de reojo.

Aunque estoy feliz de haberme defendido a mi misma y a Hannah, tenía este sentimiento inquietante en mi corazón. No quería que estuvieran enojados conmigo. No habían intentado tocarme o abrazarme, lo cual siempre intentaban hacer cada vez que tenían la oportunidad.

Ya había planeado disculparme con ellos, no por expresar mis sentimientos, sino por ofenderlos con mi tono si lo hice anoche. Todavía eran mis futuros compañeros, y aunque mi corazón tenia dudas, tenía que darles una oportunidad. Tenía que darnos una oportunidad. Espero que no termine en desastre.

Cuando llegamos al comedor, Sam me sacó una silla entre él y Azrael. Hannah y Luca aún no estaban alli, así que probablemente era el mejor momento para disculparme. Aunque amaba a Hannah, no queria mostrar más de mis emociones frente a su compañero ni a ella. No quería que ella peleara con sus hermanos por mí.

Aclaré mi garganta, y eso atrajo la atención de los cuatrillizos. Pensando que tenía algo atrapado en la garganta, Ezekiel me dio un vaso de jugo de naranja

-¿Estás bien, bebé? -preguntó Sam.

-Hum, en realidad, quería disculparme... -Antes de que pudiera decir algo, Azrael puso su mano en mi hombro y lo apretó ligeramente.

-Mi amor, no hay nada de qué disculparte. No hiciste nada malo -dijo.

-Sí, pequeña Luna, Azrael tiene razón. No debimos acusarte de algo que nunca hiciste. No hay nada malo en que tú y ese cachorro estuvieran cerca... -Podia ver que a Ezekiel le costaba hablar de Eli sin explotar, sus palmas estaban literalmente pálidas por apretar-, pero debes saber que eres nuestra compañera y que el pensamiento de que alguien más que nosotros te toque no es fácil de asimilar -terminó.

-Bebé, sabemos que nunca hiciste nada. Actuar así fue hipócrita. Sabemos cuál es nuestra reputación en cuanto a nuestras vidas personales dentro de la manada, y sabemos que tal vez nuestras palabras no sean suficientes para ti en este momento, pero debes confiar en que nunca lamentaremos tenerte como nuestra Luna y compañera -dijo Sam.

-Sabemos que la cagamos ayer, ángel, pero por favor, no te alejes de nosotros. Solo te pedimos una oportunidad; deja que nuestras acciones te muestren cuánto significas para nosotros -dijo Zeke, tomando mi mano.

Ni siquiera me había dado cuenta de que los cuádruples habían girado mi silla y todos estaban reunidos a mi alrededor. Zeke sostenía mi mano derecha, mientras que Azrael sostenía mi izquierda, y Sam y Ezekiel sostenían cada uno de mis hombros.

Donde ellos me tocaban, podía sentir las suaves chispas y el calor recorriendo mi cuerpo, haciéndome temblar ligeramente.

Por alguna razón extraña, sentí que todo lo que decían venía directamente de sus corazones, la mirada en sus ojos idénticos no mostraba más que amor y honestidad. Ser un Alfa y admitir que estaban equivocados era algo importante. Para toda la manada, lo que dijeran era ley, sin preguntas. Pero aquí, los famosos Alfas cuatrillizos me estaban suplicando a mí, básicamente a una desconocida, una oportunidad, y admitiendo su error. Eso solo hizo que mi corazón se abriera ligeramente hacia ellos. Ya había planeado darles una oportunidad, y aunque me dijeron que no necesitaba disculparme, aún queria hacerlo.

Les miré con una sonrisa.

-Aún me gustaría disculparme. No me disculpo por expresar mis sentimientos, sino por cómo los expresé. Fue innecesario e irrespetuoso. Ustedes siguen siendo mis Alfas, compañeros o no, y los respeto al máximo. Tenemos un potencial lazo de pareja que se establecerá pronto, así que tarmbién me gustaria conocerlos a todos. Pero les pido que confien en mi. No voy a mentir, tengo unos cuantos amigos hombres, pero eso es todo lo que son. Nunca harian nada para ofenderlos a ustedes. En cuanto a Eli...

Los ojos de los cuádruples se iluminaron cuando les hablé sobre darnos una oportunidad, pero tan pronto como mencioné el nombre de Eli, pude sentir cómo se tensaban y fruncían el ceño

-Él es uno de mis amigos más cercanos, y ha estado ahí para mí, y realmente apreciaría si todavía pudiera ser amiga suya y del resto dije, mirando a los cuadruples tratando de juzgar sus sentimientos.

Sus ojos estaban un poco nublados, probablemente conectados mentalmente uno con el otro. Ezequiel suspiró y pasó la mano por su cabello.

-Aunque no queramos que estés cerca de ningún lobo macho, pequeña Luna, lo permitiremos. Aún puedes ser amiga de ese cachorro y los demás lobos machos en tu grupo cercano, pero aparte de eso, está completamente prohibido -dijo Ezequiel.

-Es dar y recibir, cariño. Te permitimos ser amiga de los lobos machos que ya están en tu grupo, pero no de otros. Es solo justo. No pienses ni por un segundo que no confiamos en ti, son ellos en quienes no confiamos -dijo Sam, dándome un beso en la frente que provocó la más leve de las sonrisas por mi parte.

No pude evitar sentirme reconfortada por la confianza expresada en las palabras de Sam

-De acuerdo -dije, sonriendo.

Como si estuviera programado, Hannah y Luca entraron. Hannah se acercó a mi y me abrazó, preguntándome si estaba bien, a lo que sonreí y asentí.

Todos desayunamos mientras Hannah y yo hablábamos sobre su cena de felicitación del viernes y cómo quería que fuéramos al club y nos emborracháramos después si todos estaban de acuerdo. A lo que Luca y los cuatrillizos le lanzaron una mirada de desaprobación.

-No irán sin Luca y nosotros-dijo Ezequiel con un tono de determinación.

Bueno, ya me lo esperaba, aunque Hannah parecía enojada. No tenía planeado emborracharme de todos modos, la última vez que lo hice, terminé con cuatro posibles parejas. Con la forma en que los cuatrillizos actuaban a mi alrededor, dudo que me dejaran escapar vestida para bailar y beber.

-Amor, iremos al centro comercial después de que terminen tus clases, así que no te tardes en salir al estacionamiento -dijo Azrael.

-¡Espera, para! ¿Azrael, dijiste centro comercial, como tú y los demás? -exclamó Hannah, prácticamente desconcertada.

¿Qué diablos estaba pasando?

Azrael simplemente asintió.

-¡Dios Em! Ya los tienes enganchados. El hermano mayor Azrael va al centro comercial, ni siquiera recuerdo la última vez que fue -dijo Hannah sonriendo de manera burlona.

¡Espera, qué!

Lo miré y él solo encogió los hombros.

-No necesitas ir si no quieres -le dije. No quería que hiciera algo fuera de su zona de confort.

-Por ti, mi amor, haré cualquier cosa y todo -dijo Azrael mientras acariciaba mi mejilla y le daba un beso. Literalmente me puse roja como un tomate, ante lo cual los cuatrillizos soltaron una risita.

-Oh, y yo también voy. No puedes llevarte a mi mejor amiga y dejarme a un lado -dijo Hannah.

Luca y los cuatrillizos gemían mientras Hannah y yo solo nos sonreíamos.

Tal vez darle una oportunidad a los cuatrillizos no sea tan malo.

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En un rato par de horas más les subo la parte tres
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Autor original: PlatinumStar

Enlace: https://www.dreame.com/story/1549738496-quadruplet-alphas-and-their-lost-ice-princess

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora