Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida

Capítulo Setenta y Uno: Cambiando

Capítulo Setenta y Uno: Cambiando

POV De Natala (Esmeralda):

Un dolor insoportable, eso es todo lo que santi Como lava corriendo por mis venas meritas sentia mis huesos romperse y repararse uno y otra vez. Mis sentidos se apagaran, luego volvieron a la vida, lo mismo sucediendo una y otra vez. Vagamente recuerdo escuchar les voces de Da y los trillizos diciéndome que me llevaran bajo la luz de la luna. Al principio, sil sentia a mis compañeros a mi alrededor, pero ahora podia sentir otras presencias a mi alrededor. Mi sentido del olfato estaba amortiguado, pero podia distinguir vagamente algunos olores, siendo las olores de mis compañeros los más fuertes.

Probablemente era mi familia, pero demonios, si no queria gritarles, esto no era un maldito espectáculo y no los necesitaba merodeando a mi alrededor. Todo dolia tanto. Nadie me habia preparado para este dolor. Honestamente, pensé que sería como cuando me transformo en mi loba con solo un poco más de dolor, pero eso parecía un paseo por el parque en comparación con cómo mis huesos se doblaban y retorcían dentro de mi. Esto no debería haber sido tan doloroso, los licantropos son formas evolucionadas de los lobos. Yo ya era un lobo, ¿no debería ser solo un pequeño ajuste? Senti que mi articulación de bola y enchufe se rompió en mi hombro, lo que me hizo gritar.

-Haz que pare, por favor, haz que pare -lloré.

Senti hormigueos en mi piel mientras uno de mis compañeros sostenía mi rostro en su pecho. Mis sentidos estaban tan debilitados debido al dolor que no podia decir cuál de los hermanos era.

POV de Ezekiel:

Mi corazón se rompía por mi luna mientras sostenía su rostro en mi pecho. Mis hermanos estaban a mi lado, contemplando nuestra vida mientras ella se marchitaba de dolor, y no podíamos hacer nada para ayudarla. La marca nos habia afectado, y todos nos derrumbamos una vez que nuestros cuerpos tocaron la cama. Ni una sola vez ninguno de nosotros penso que su transformación ocurriría esta noche. No pude evitar culparme a mi mismo y a mis hermanos. ¿Era por la marca que estaba cambiando? Sabíamos que iba a transformarse, pero nadie le había dicho hasta qué punto, temiendo asustaría más de lo que ya estaba. Lo cual, en mi opinión, era lo más estúpido que se podía hacer, deberíamos haberla preparado para lo que esperaba, al menos no ocultárselo. Mi luna era fuerte, ¡y su familia necesitaba creer en ella!

La transformación licantropa era una de las más dolorosas que una persona podia experimentar. Mientras que los lobos se apoyaban en cuatro patas y crecían solo unas pocas pulgadas más que su altura humana, los licantropos se erguían en dos patas y crecían mucho más en altura La transformación era brutal. Algunos ni siquiera lograban completarla y morían. Solo esa idea nos habia asustado a todos, pero cuando mi pequeña luna estaba distraída, sus padres y los trillizos explicaron que eso no seria el caso con ella debido a la poderosa linea de sangre y porque ella ya se habla transformado en su loba.

-Necesitan alejarse y darle espacio, la están sofocando gruñó uno de los trillizos hacia nosotros.

Mis hermanos y yo gruñimos de regreso, nuestra nueva aura saliendo de nosotros. No hizo nada a los trillizos, pero nos permitió ignorar la orden y enfrentarnos a ellos. Al ver esto, los trillizos estaban enojados como el infierno, pero al diablo si me importaba en este momento.

POV de Azrael:

¿Cómo se atrevían los trillizos a decirnos que nos alejáramos de nuestra pareja cuando ella estaba sufriendo tanto?, ¿no sabian esos estúpidos que nuestro toque la ayudaría? Por supuesto que lo sabian, solo estaban actuando como idiotas. Por mucho que quisiera llamarlos, no podía; eran nuestros reyes, nuestros líderes y, lo que es más importante, los hermanos mayores de mi amor. Sin duda explotaría si descubriera que peleamos con ellos, y hacer sentir triste a mi amor nunca estaría en mi agenda. Solo prosperaba para hacerla sonreir, lo cual estaba fallando épicamente en este momento, mientras ella soltaba otro grito en el pecho de Ezekiel. Sus huesos se había roto y realineado múltiples veces a estas alturas. Se podía ver cómo estaban creciendo lentamente.