Capítulo Doce: Mudándonos a la Casa de la Manada (Parte Uno)

11.4K 646 5
                                    

Martes por la noche

POV de Esmeralda:

Ni siquiera me di cuenta de que había perdido la mayoría de mis clases hoy. Tendré que ir a la oficina y conseguir una nota para mañana. Sabiendo cómo es la oficina del subdirector en cuanto a los estudiantes becados que faltan a clases, no me lo pondrá fácil. Hannah me dijo que mencionara a sus hermanos para obtener cierta flexibilidad, pero no tenía intención de hacerlo. No quería que los cuatrillizos pensaran que me estaba aprovechando del hecho de que yo era su supuesta pareja. Además, dudo que ni siquiera me creyeran.

Después de unirme a nuestros amigos, pude ver sus miradas inquisitivas. Estaban haciendo todo lo posible para evitar más preguntas, viendo que no estaba muy entusiasmada cuando nos vimos por última vez en la mañana. Mientras nos dirigíamos al centro de estudiantes, se escuchó un anuncio por los altavoces del campus en el que se nos decía que debíamos dirigirnos al auditorio para un anuncio especial de los Alfas, y era obligatorio. Mi rostro palideció al instante, pensé que considerarían mi solicitud de no anunciar nada aún, pero supongo que era un pensamiento iluso. Suspiré y caminé lentamente detrás de todos. No estaba emocionada en lo absoluto.

Al acercarnos al auditorio, vi estudiantes corriendo hacia adentro, probablemente queriendo conseguir asientos en primera fila para mi próxima miseria. Al mismo tiempo, algunas lobas se quedaron atrás, arreglando su maquillaje y subiendo su ropa tanto como les fuera posible para mostrar algo de piel, probablemente para atraer a los Alfas. ¡Oh, cómo se decepcionarán muy pronto!

Al acercarnos a la entrada, vemos a Luca esperando afuera, al vernos, se acerca a nuestro grupo y primero besa los labios de Hannah. A pesar de estar enfadada con él, puedo ver el rubor formándose en sus mejillas. Al menos ella está feliz. Luego se volvió hacia el resto de nosotros.

-Todos ustedes, vayan y tomen sus asientos. La Luna y Hannah los alcanzarán después del anuncio -dijo Luca a todos nuestros amigos. Al ver que no tenían mucha elección, asintieron y se fueron, pero no antes de que Ela y Leah me dieran un abrazo reconfortante.

-Luna, los Alfas te están esperando al frente, yo te llevaré con ellos -dijo Luca. Asentí simplemente y esperé a que me guiara.

Tan pronto como llegué a los cuatrillizos, me envolvieron en un fuerte abrazo. El Alfa Ezekiel y el Alfa Samael tenían sus cabezas en mi cuello, mientras que los otros dos Alfas sujetaban mis manos. Sin quererlo, me relajé con su contacto, a pesar de que mi mente me decía que les daria la idea equivocada, pero mi cuerpo me estaba traicionando.

-Cariño, ¿estás lista? -preguntó el Alfa Samael.

¿Alguna vez estaré lista? Probablemente no. Pensé en hacer un último intento para convencer a los cuatro de posponer el anuncio, quién sabe, tal vez por algún milagro me escucharan.

-Alfas, tal vez deberíamos... -Antes de que pudiera terminar, el Alfa Ezekiel habló.

-Luna, todos sabemos lo que quieres decir y la respuesta es no. Serás anunciada como su futura Luna y nuestra pareja. Así que te sugiero que lo aceptes.

Pude escuchar el tono en su voz, probablemente frustrado por mis constantes quejas en este punto.

Pero no queria meterme en problemas, así que simplemente asentí y observé cómo los Alfas subían al escenario frente a todos.

Tan pronto como los cuatrillizos se alzaron enérgicamente en el centro del escenario, todos se callaron. Pude ver a las lobas observándolos, prácticamente desvistiéndolos con la mirada, mientras que los chicos los evaluaban. Sentí una pequeña punzada de celos cuando vi a todas las chicas tratando de llamar la atención de los cuatro con miradas seductoras o risas. Sabía que muchas lobas querian estar con ellos; ¡quién no quería tener cuatro novios guapísimos que atiendan todos tus caprichos y necesidades!

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora