Capitulo Cuatro (parte I): El no es mi compañero

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Lunes por la noche, transitando hacia el martes.

Punto de vista de Esmeralda:

Mi sangre se heló.

No podía ser, ¿verdad?

¿Es por eso que Elijah le dirigía una mirada prolongada antes de irse? ¿Me están gastando una broma?

¡Por favor, Diosa Luna!

No soy lo suficientemente fuerte como para soportar una broma así. Mis pensamientos se interrumpen cuando Leah me abraza fuertemente, hasta el punto de casi hacerme daño. Estoy tan adormecida que ni siquiera duele. Siento que las lágrimas afloran a mis ojos, pero me niego a dejar que caigan.

-Em, créeme, no lo sabía. Solo vi a Eli después de las vacaciones. No hablamos mucho durante el verano y nunca lo conocí en persona. Si hubiera tenido la más mínima sospecha, te lo hubiera dicho. Por favor, créeme, Em. ¡Por favor, Em, di algo! -dice Leah, mientras sus lágrimas empapan mi hombro.

No sabía qué decir. Esto estaba sucediendo. Estaba sucediendo de verdad, lo presenti ayer al fondo de mi mente, pero me negué a reconocer el pensamiento de que Eli y yo no seríamos compañeros. Debería haberle hecho caso a mi conciencia interna. Tal vez no estaría tan atónita como un robot ahora. Tal vez ella esté equivocada, ¿no? Sé que es raro confundir el vinculo de compañeros, pero podría suceder, ¿no?

Ahora era un manojo de nervios y no sabía qué hacer.

Sin embargo, no podía dejar que Leah pensara que la odiaba. Era una de mis mejores amigas y siempre había estado alli para mí. Si ella es la compañera de Eli y cuando llegue la medianoche, su lobo se despierte y la reclame, entonces veremos qué hacer. Pero, en lo más profundo de mi corazón, sabía que no había mucho que ver. Tendría que apartarme de sus vidas. La Diosa Luna los eligió el uno para el otro. No importa cuánto duela, nunca privaría a mis dos mejores amigos de un vínculo sagrado que supe que anhelaban desde que los conoci. Así que enderecé mís hombros y sostuve el rostro de Leah entre mis manos, limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas con las puntas de ambos pulgares, y luego la abracé intentando contener mis propias lágrimas.

-Leah, te lo diré una vez, así que escucha atentamente. No estoy enojada contigo ni siquiera con Eli si sabía o no sabía acerca del vínculo de compañeros entre ustedes. Sabia que podría haber una posibilidad de que él no fuera mi compañero. Pero, si resulta que estás destinada a estar con Eli, siempre tendrás mi bendición. Nunca me interpondría entre ustedes dos -dije, con toda la confianza que podría reunir ahora mientras reprimia mis lágrimas.

Lo que le dije a Leah lo pensé sinceramente, y quería que lo supiera. Leah me abrazó tan fuerte como pudo mientras asentia sin decir una palabra. Todavia podía sentir sus lágrimas correr por mis hombros. Susurré dulces palabras en su oído para calmarla mientras le acariciaba la espalda. Una vez que dejó de hiperventilar, agarré un pañuelo y arreglé su maquillaje y le sonrei.

Sé que lo que voy a preguntar ahora podría hacer que vuelva a llorar, pero tenía que saberlo por mi propia salud mental.

-Leah, sé que lo que acabas de decirme es verdad, y te agradezco que me lo hayas dicho antes de la medianoche. Pero solo quiero hacerte una pregunta, si eso está bien para ti - dije, tratando de mantener mi fachada de que estaba bien con todo lo que acababa de escuchar.

-Claro, Em, pregúntame lo que quieras -dijo ella mientras sollozaba entre palabra y palabra.

Suspiré y contuve mis lágrimas. Luego, la miré a los ojos mientras sostenia ambas manos de ella en las mias y, con una débil sonrisa, le pregunté:

-¿Estás segura de que él es tu compañero, absolutamente cien por ciento segura?

Sabía que preguntar eso era tonto, y ella no inventaria algo asi, pero aun así, tenía que preguntar por mi propia tranquilidad. Ella simplemente asintió con la cabeza, sus ojos Ilenos de lágrimas no derramadas, y bajó la cabeza avergonzada.

Antes de que pudieran caer, la envolví en mis brazos y dije:

-Eh, Cariño. Mírame.

Leah levantó la mirada pero no encontró mis ojos. Agarré suavemente su barbilla y la hice mirarme.

-Cariño, no tienes nada de qué avergonzarte o sentirte culpable. Si, estoy un poco herida... -Lo cual era mentira. Estaba devastada, pero seguí consolando a Leah de todos modos. Pero no es culpa tuya ni de Eli. Esto no nos afecta en absoluto. Siempre serás mi mejor amiga y Eli también. ¡Quiero que ambos sean felices juntos porque eso es lo que la Diosa Luna desea!

-Lo siento mucho, Em, de verdad lo siento. Por favor, recuerda siempre que somos mejores amigas. Las amigas antes que los chicos, todos los días, ¿recuerdas? - respondió Leah dándome una sonrisa de disculpa.

Estallé en risas. Esta era la Leah que conocía. Nuestra payasa siempre lograba hacerme sonreír sin importar qué. Leah siempre estuvo ahí para mi, ya sea para alejar a los matones, ser mi hombro para llorar o mi compañera de maratón de series, ella estaba ahí. Sabía que me dolería esta noche ver a Eli abrazar a Leah y reclamarla, pero estaría feliz por ella. Estaría feliz por ellos. Elijah estaba obteniendo a alguien que se merecía y Leah también. Sabía que serían felices juntos.

La ayudé a levantarse y ella fue a arreglar su maquillaje mientras yo hacía lo mismo. Luego, salimos de nuestros cuartos y subimos al Maserati de Leah para ir al pub y encontrarnos con el resto del grupo. Mientras conduciamos en un cómodo silencio, no pude evitar preguntarme si encontraría a mi compañero pronto.

¿Será él como Eli o incluso como Luca?

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Autor original: PlatinumStar

Enlace: https://www.dreame.com/story/1549738496-quadruplet-alphas-and-their-lost-ice-princess

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora