Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida

Capítulo Nueve (parte I): La Mañana Después

Martes por la mañana

POV de Esmeralda:

Desperté estirándome y repartiéndome en esta maravilla esponjosa que llamaban colchón. Nunca había sentido algo tan suave. Las camas de la academia eran básicamente espuma rígida y apenas eran cómodas. Mi colchón no estaba tan mal, mamá y papá me compraron el mejor que pudieron permitirse, pero nada supera al que estoy rodando ahora mismo. Mientras me levanto de mi colchón alto, la realidad comienza a hundirse lentamente y los eventos de ayer caen sobre mí con toda su fuerza. Puedo sentir como mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas.

¿Cómo mi vida se volvió tan complicada?

Antes era una insignificante, invisible para la mayoría de la manada, y ahora supuestamente soy la pareja de los cuatrillizos y futura Luna de esta manada. Me estremezco ante esa idea. Estoy segura de que si fuera cualquier otra persona, ella estaría extasiada en este momento.

Sin embargo, en mi caso, no siento más que temor. ¿Y si los cuatrillizos están equivocados y vuelven a romper mi corazón? No creo que pueda superar si algo así vuelve a suceder. Habría estado abierta a la idea de los cuádruples siendo mis parejas si hubiera sentido el más minimo tirón, pero no siento nada, y sabiendo que esos cuatro Alfas posesivos no les gustaría ese pensamiento y lo ignorarian como hicieron anoche, incluso si vuelvo a expresar mis opiniones.

Suspiro.

No creo que haya suspirado tanto en toda mi vida antes de ayer. Podría prepararme para la clase; los Alfas dijeron que podría volver a la academia hoy. Al menos no me quitaron eso. La forma en que establecieron reglas como si fuera la ley me provocó ardor de rabia, y solo pensar en eso de nuevo, hace hervir mi sangre de ira. Supongo que enfrentarlos sobre estas supuestas reglas solo los enfadaría, ya que lo intenté ayer y vi el resultado. Probablemente tenga que pensar en otra forma para que accedan a dejarme quedarme en mis alojamientos de la academia.

Aparto las sábanas de mi cuerpo y me siento; debo prepararme para salir de aquí lo más pronto posible antes de decir o hacer algo que pueda enfadar a sus lobos. Así que me levanto y voy hacia el baño.

Tan pronto como enciendo el interruptor, dejo escapar un pequeño suspiro. Mi cabello era como una mamá pájaro y sus crías habían tomado residencia en él. Mi maquillaje estaba manchado, mi rímel había corrido por mis mejillas y podía ver manchas de lápiz labial en mis dientes. Aún tenía puesto el vestido que se habia subido hasta mis caderas. Me pregunto si me veía tan terrible anoche mientras intentaba actuar altiva y poderosa frente a mis supuestas parejas.

Si las miradas pudieran matar, alguien definitivamente moriría con solo mirarme. Rápidamente me deshago de toda mi ropa y ropa interior y entro a la lujosa ducha, tenía una ducha de techo con varias aperturas laterales. El agua básicamente salía desde todos los ángulos, Me relajo lentamente mientras mis músculos adoloridos se aflojan bajo el vapor. Después de lavarme el cabello con champú y acondicionador, me quedo debajo del agua y observo el baño, Definitivamente era precioso y casi podía considerarse hecho para la realeza.

Tenía una encimera de mármol n***o con lavamanos para él y ella, y un espejo que recorria toda la extensa pared con anchos bordes dorados que entrelazaban diseños de lobos y la luna. También había una enorme bañera de jacuzzi en medio del baño y varias repisas con toallas, papel higiénico y diferentes productos de higiene alineados en un extremo. Suspiro. La gente adinerada sabe cómo gastar su dinero; el baño era un ejemplo, gritaba poder y elegancia al mismo tiempo.

Apago la ducha y tomo una bata que colgaba cerca. Por el olor, parecía completamente nueva. Bien, no necesitaba ningún aroma de Alfas en mí. No quería que la gente de la academia se hiciera ninguna idea equivocada, aunque sabía que era inevitable, ya que el Alfa Ezekiel dejó en claro que me llevarían a clase hoy.