Capítulo Cuarenta y Cinco: Cita en grupo (Parte Uno)

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Capítulo Cuarenta y Cinco: Cita en grupo (Parte Uno)

Viernes

POV de Esmeralda:

-De acuerdo, señorita, suelta toda la verdad. Esa mirada de ensueño significa que algo sucedió -dijo Ela, sacándome de mis pensamientos sobre los cuatrillizos.

Solo le devolvi una mirada de reojo mientras mis mejillas se tornaban rojas como fuego.

Era mediodía, y las chicas estaban decididas a ir todas juntas a brunch en la plaza del clan, ya que apenas teníamos tiempo para pasar juntas desde que Hannah y yo nos mudamos a la casa del clan. Además de eso, había estado faltando a clases desde la ceremonia del alfa, lo cual me disgustaba mucho. No quería que me quitaran la beca, pero con todas mis ausencias, ya no estaba segura; aunque había estado completando todas las tareas y exámenes en linea, no estaba físicamente en clase.

Aunque tenía la sensación de que no era el tiempo que pasábamos juntas lo que extrañaban, sino que estaban ansiosas por detalles desde todas las tonterías de las citas, y mi aroma a los cuatrillizos con mi excitación se había estado propagando por el clan como un reguero de pólvora. Aunque debería haberme avergonzado, no lo estaba porque finalmente me había admitido a mí misma que estaba enamorada de los cuatrillizos, y como ya no me mentía a mi misma acerca de mis sentimientos, todas esas cosas parecían pasar a un segundo plano. Ahora solo me importaba pasar el mayor tiempo posible con los cuatrillizos, ser una buena compañera para ellos y futura luna. Quería que se sintieran orgullosos de mí, así como yo me sentía de ellos.

Hoy teníamos nuestra cita en grupo a las seis, y estaba emocionada por dentro; sin embargo, cuando las chicas me preguntaron si estaba emocionada, lo negué. No escucharía el final de eso si siquiera percibieran mi emoción. Todas las citas que tuve con los cuatrillizos fueron mágicas y únicas, así que, estaba emocionada por ver qué se les ocurriría hoy.

Aparentemente, anoche caí dormida y ni siquiera me di cuenta de que Sam me llevó al carro y me trajo a casa. Sabía que los cuatrillizos habían dormido conmigo anoche, ya que su aroma dominador impregnaba las sábanas cuando las chicas decidieron interrumpir mi sueño por la mañana. Intenté buscarlos, pero Luca dijo que estaban en una reunión con los mellizos y trillizos, y que tomara una de sus tarjetas de crédito y me divirtiera con mis amigas. Cuando las chicas escucharon esto, se volvieron locas, sin darme ni un segundo para refutar. Hannah tomó la tarjeta de Luca y me arrastró de vuelta a la habitación para prepararnos, así que aquí estamos ahora, con casi quinientos dólares en comida y bebida frentne a nosotras mientras devoramos.

-No hay nada que contar. Fue una noche de películas; vimos una comedia romántica con bocadillos -dije, ocultando mi sonrisa detrás de la enorme taza de cappuccino que había pedido para este propósito en particular.

-Si, y esa sonrisa es para mí, ¿verdad? -dijo Ela, rodando los ojos.

Me atraganté. Pensé que había conseguido una taza lo suficientemente grande como para cubrir mi rostro cada vez que quisiera evitar sus preguntas.

Abrí la boca para discutir, pero me encogí de hombros con las miradas que me estaban lanzando. Supongo que no tiene sentido ocultar nada. Conociendo a estas tres, me retendrán aquí hasta que escuchen lo que quieren, y quiero volver a la casa del clan lo antes posible para prepararme para mi cita con los cuatrillizos.

Suspirando, las mirė. Las mariposas en mi estómago estaban en su punto más alto.

-Fue mágico. No solo la cita de Sam, sino todas. Cada una de ellas fue pensada hasta el más mínimo detalle. Pude comer junto al agua en un restaurante que pensé que nunca podría permitirme, fuí a hacer buceo, a un carnaval que estaba reservado solo para nosotros y una noche de peliculas bajo las estrellas... -suspiré ensimismada, recordando mi tiempo con cada hermano, sus caricias, su amor. Solo pensar en nuestras tonterías hacía que mi núcleo se tensara instintivamente. Pero antes de que pudiera continuar, Leah me interrumpió con una risa fuerte.

-Tranquila, Em. Por el olor de las cosas, puede que necesitemos llamar a los alfas para que te echen una mano -dijo, guiñando un ojo.

Las tres estallaron en risas mientras yo me ponía roja como un tomate.

¡Ugh! Creo que tengo un problema. ¿Debería ver al médico del clan? Nunca he sentido el aroma de excitación de Hannah o Leah; solo el mío que decidió gotear alegremente en cada pensamiento sobre los cuatrillizos.

Viendo mi estado avergonzado, las chicas se tranquilizaron, tratando de controlar su risa, pero pude ver lo épico que les estaba resultando.

-Relájate, Em, es natural, y el hecho de estar apareada con un alfa, bueno, cuatro alfas hace que tu excitación sea más fuerte en comparación con nosotras, las humildes lobas -explicó Ela, tan dramática como siempre.

¿Eh? Nunca supe eso. ¿Era cierto o estaba inventando eso solo para animarme?

-Tiene razón, Em. Cuando Luca y yo nos apareamos, me chorreaba como tú, pero como estaba apareada con un beta, no era tan fuerte como en tu caso. Así que no te preocupes tanto por eso -dijo Hannah.

Percibiendo la sinceridad en su voz, le creí. Además, Hannah no era una persona que mintiera solo para hacer sentir mejor a alguien. Por muy necesario que fuera en ese momento, ella seguiría siendo la loba directa que es, diciendo lo que sabía o sentía sin rodeos. Creía que eso era una gran cualidad, mejor real que falso, ¿verdad? Aunque Luca y las chicas no pensaban lo mismo. Me preguntaba qué pensaban los cuatrillizos de este hábito de su adorada hermanita.

Al darme cuenta de que estaba pensando en los cuatrillizos de nuevo, sacudí la cabeza, tratando de sacarlos de mi cabeza. Hoy me he sentido extrañamente atraída hacia ellos; su nombre me provoca cosquilleos por todo el cuerpo, recordar su tacto me molestaba y no dejaban de aparecer en mi cabeza. Mi v****a estuvo activa todo el día y se humedeció en el momento en que tuve a los cuatrillizos en mi cabeza. ¿Fue esto a causa de mi cumpleaños a medianoche o algo más?

-Bien, entonces, dejando de lado las tonterías y más cosas importantes, Em, cuéntanos, ¿ estás enamorada de los alfas todavía? -preguntó Leah.

Cuando la pregunta salió de la boca de Leah, tenía tres pares de ojos puestos en mí, instándome a no inventarles algo, o probablemente habría un infierno que pagar. Me ruboricé bajo su mirada intensa.

Los amaba, había aceptado eso. Pero, ¿podría decirlo en voz alta? Levanté la vista y vi a las tres chicas mirándome fijamente. Estas chicas eran mi familia, mis hermanas, si alguien merecía saber cómo me sentía, eran ellas. Y, con las miradas de adoración y el brillo en sus ojos, supe que ya tenían su respuesta por mis mejillas sonrojadas y la pequeña sonrisa que se asomaba en mis labios. En el momento en que abri la boca para contarles cómo me sentía, las alarmas sonaron por todas partes.

¿Alarmas de la manada?

Espera, ¿estábamos siendo atacados o era un simulacro? Los cuatrillizos no habían mencionado nada. Mirando a mi alrededor, vi a las chicas y a los demás clientes confundidos e inseguros sobre si actuar como si fuera un ataque o un simulacro. Según lo que sé, no hemos tenido un ataque o violación a nuestras fronteras en más de veinte años.

Luego, de repente, ví a los guerreros entrando al café, y los altavoces alrededor de la plaza de la manada estaban sonando para que todos fueran al refugio más cercano. Y ahí es cuando todo se descontroló.

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Autor original: PlatinumStar

Enlace: https://www.dreame.com/story/1549738496-quadruplet-alphas-and-their-lost-ice-princess

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora