Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida

Capítulo Cuarenta: La cita de Zeke (Parte Tres)

Capítulo Cuarenta: La cita de Zeke (Parte Tres)

Miércoles

POV de Esmeralda

Estos cuatrillizos serán mi muerte. Apestaba a puro macho alfa, bueno, a Zeke y Sam especificamente. Incluso con toneladas de perfume que rocié sobre mi, seguía recibiendo miradas de reojo; con todas las miradas y miradas asesinas que me lanzaban las lobas que pasaban y las sonrisas no tan escondidas de los chicos, supe que la gente podía oler su aroma mezclado con mi excitación en mí.

¡Ugh! ¡Incómodo!

No tenía problema en ser cariñosa con los cuatrillizos, pero no quería que se enterara toda la maldita manada.

Bajando por la gigantesca escalera de caracol, fui hacia el vestíbulo y vi a Zeke esperando al frente, frunciendo el ceño mientras leía algo en su teléfono.

¿Qué le pasó? Hace apenas diez minutos estaba todo animado. Cuando me sintió cerca, guardó rápidamente su teléfono y me prestó toda su atención. Me atrajo hacia el en un abrazo y frotó su nariz en mi cuello.

-Hueles mejor que nunca, angel-dijo riendo, lamiendo mi cuello desde la unión de mi cuello y hombro hasta el lóbulo de mi oreja, y luego mordiéndolo.

Me estremecí.

Al darme cuenta de lo que acababa de decir, me separé y lo golpeé juguetonamente en el brazo

-Si, seguro que te encanta cómo huelo, considerando que es todo tuyo y de Sam.

-Vamos, ángel -dijo Zeke riendo, tomándome de la mano y guiandome hacia afuera.

Asintiendo mientras gruñía entre dientes, me llevó a su coche. A diferencia de sus hermanos mayores, que tenían deportivos elegantes, él tenía este SUV de aspecto cuadriculado. Sorprendentemente, conocía este coche porque era uno de mis favoritos. Era un Mercedes AMG G-Wagon. No pude evitar soltar un "wow" mientras sonreía enormemente. Escuché a Zeke reír detrás de mí, mientras me sostenía de la cintura y me ayudaba a subir al asiento del copiloto y luego rodeaba el coche y se sentaba en el lado del conductor, saliendo rápidamente de la entrada.

¿lba con prisa?

-¿Cuál es la prisa? -pregunté.

Se tenso por un segundo fugaz, pero se recuperó rápidamente.

-Quiero pasar el máximo tiempo en nuestra cita, ángel. ¿Acaso es un crimen? - preguntó.

Sentí como si estuviera tratando de desviar el tema, pero lo dejé pasar y solo le sonrel, negando con la cabeza. Después de las, digamos, actividades agotadoras en el dormitorio, estaba un poco somnolienta, pero me sentía mal si me dormía encima de él, así que intenté mantener los ojos abiertos. Parecía emocionado por esta cita, no quería ofenderlo ni nada. Al verme luchando por mantener los ojos abiertos, agarró mi mano, la acercó a sus labios y la besó.

-Duerme, ángel, te ves cansada. Es un poco de trayecto. Te despertaré una vez que lleguenos -dijo Zeke.

-Pero ¿qué pasa si...? -Antes de que pudiera terminar, me interrumpió.

-Está bien, Luna. Sé que estás cansada -dijo, guiñándome un ojo y sonriendo de forma presumida.

Bueno...¿por qué, no?

Sonrojándome, asenti. Cerré los ojos, me recosté en el asiento y casi inmediatamente me quedé dormida.

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