Capítulo Sesenta y Cinco:Manada Diamante Supremo (Parte Uno)

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Capítulo Sesenta y Cinco:Manada Diamante Supremo (Parte Uno)


POV de Natala (Esmeralda):

Sentí a alguien sacudirme suavemente. Abri lentamente los ojos y me froté el sueño, viendo a mis compañeros rodeándome; Ezekiel agachado a mi altura con una ligera sonrisa en su rostro, acariciando mi brazo, la cálida y cosquilleante sensación me envolvió donde nuestras pieles se tocaban. Le sonrei, con los ojos aún un poco entrecerrados por el sueño.

-Pequeña Luna, hemos aterrizado. ¿Quieres que te llevemos al coche? Pareces cansada - sugerió Ezekiel.

Al mencionar nuestro aterrizaje, todo el sueño desapareció de mis ojos y me levanté de golpe, completamente despierta. ¡Estábamos aquí! ¡Estábamos en la Manada Diarmante Supremo! Lo cual significaba que mi familia estaba cerca. Sacudí frenéticamente la cabeza, indicando que podía levantarme por mi cuenta y tiré las mantas de mi cuerpo y me puse de pie.

-¿Cuándo aterrizamos? ¿Por qué no me despertaron antes? Todos ya nos están esperando, y nosotros llegamos tarde -dije corriendo hacia la puerta pasando junto a mis compañeros.

Los cuatrillizos iban justo detrás de mí, riendo. Agradeciendo al asistente de vuelo, bajé rápidamente las escaleras; mi pie se enganchó con el otro en el último escalón, haciéndome tropezar. Un pequeño grito salió de mi boca, pero un par de brazos fuertes me rodearon por delante antes de que pudiera besar el suelo con la cara. Abriendo un ojo, veo a Hayden mirándome, sonriendo y sacudiendo la cabeza.

-¡Baja la velocidad, lobita! ¿Dónde está el fuego? -dijo Hayden.

Oi a todos reírse. Resoplé y me solté de él mientras me ayudaba a bajar el último escalón.

-¡Dejen de ser malos! Estoy emocionada -dije.

-Está bien, está bien, lobita. ¡Lo siento! Deja de hacer pucheros ahora -dijo Hayden, pellizcando mi nariz.

Le sonreí y aparté su mano. Estos chicos ni siquiera sabían su propia fuerza. Incluso cuando intentaban ser gentiles, su tacto era muy duro. Siento lástima por su futura compañera. Senti a mis compañeros rodeándome antes de que Hayden besara mi mejilla, diciéndole a los cuatrillizos que me cubrieran desde todos los ángulos mientras preguntaba a Tristan cuál era el plan a partir de ahora. Mis compañeros, siendo los compañeros atentos que eran en cuanto a mi seguridad, cada hermano se colocó a mi lado en cada esquina. Con Ezekiel al frente, Sam detrás y Azrael y Zeke a los lados, entrelacé mis dedos con los suyos mientras sostenían mis manos.

Saltaba emocionada y nerviosa. ¿Y si a mis padres no les gusta la persona en la que me he convertido?, ¿qué sentirían por mis padres adoptivos en casa? Y cuando llegue el momento de regresar a Tormenta Oscura, ¿tendré la fuerza para hacerlo, justo cuando me reuní con ellos? Mis compañeros probablemente percibieron mi emoción ya que sentí un apretón de aseguramiento en mi mano tanto de Azrael como de Zeke, haciéndome mirar a cada uno de ellos y luego a Ezekiel y Sam.

Una respuesta: si, después de mirar la felicidad y el amor en los ojos de cada uno de mis compañeros. No había duda de que me iría cuando ellos se fueran porque mi hogar ahora era donde estaban mis compañeros. Se sentían correctos; juntos nos sentíamos correctos. Les sonrei a cada uno de mis compañeros y, subiéndome de puntillas, besé las mejillas de cada uno. Justo cuando estaba a punto de decir algo, Tristan e Isaiah se acercaron y aclararon sus gargantas. Los vi mirar a mis compañeros con desaprobación, lo que me hizo reír. Realmente no les gustaba la demostración de afecto pública que mis Alfas y yo hacíamos. Entenderán lo dificil que es mantenerse separados una vez que encuentren a su compañera.

Cuatrillizos Alfa Y Su Princesa De Hielo Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora