NATALIE
La congoja que sentía en mi cuerpo iba a acabar conmigo.
No podía creer cómo de un segundo a otro, todo en mi vida se estuviese torciendo tanto. Mi padre sin trabajo, mi hermano al límite con su adicción, Dereck bajo amenaza y yo... salpicada por todo ese asunto.
Si pudiera, daría marcha atrás en el tiempo. Volvería a la noche de la carrera y no me metería en ella. Evitaría a toda costa pisar el odioso local de Frank, pero... por otro lado, no podía remediar pensar que todo había tenido que suceder así por alguna razón.
Si no hubiera sido por mi presencia en el local y la carrera, Dereck y yo no nos hubiéramos vuelto a besar de aquella manera. Ni siquiera habríamos estado tan cerca. Además de que él se habría tenido que enfrentar solo a su coche sin frenos. ¿Y si le hubiera pasado algo peor? ¿Y si no lo hubiera conseguido?
Miré mi taza de café y luego las tostadas, sintiendo repentinamente el estómago cerrado. Apenas había podido dormir y ahora no tenía ganas de comer. Iba de mal en peor.
El apartamento estaba en silencio; Sean y Thomas todavía dormían, por lo que cuando me fui al baño traté de hacer el menor ruido posible. Me aseé y me limpié la cara en un intento de verme mejor. También me eché algo de rímel y me peiné. Pero no, las secuelas de haber llorado hasta quedarme dormida y haber tenido varias pesadillas todavía se hacían hueco en mi rostro con ojos hinchados.
En unas horas cogería el avión con destino a Seattle... pero, por primera vez, no tenía ganas de volver a casa. Aunque se suponía que debía estar feliz o ilusionada por ver a mi padre, no podía quitarme a Dereck de la cabeza. A él y todos los sentimientos contrariados que me volvían loca.
Tras vestirme, me puse a terminar de hacer de la maleta, esta vez junto a mi hermano, quien ya se había levantado y había insistido en llevarme al aeropuerto; lo cual agradecí enormemente. Sentía que me estaba enfrentando a todo ello sola.
—¿Papá sabe lo de... ayer?
—No sabe nada, Tom —respondí, metiendo la última prenda. La maleta estaba reventar y eso que solo me iba unos pocos días—. No he querido preocuparle. En otro tipo de situación se lo habría dicho... porque lo que pasó fue muy grave, Tom...
—Ya lo sé, y de verdad que quiero mejorar, Nat. Todo lo que te dije ayer es cierto, lo tengo más que claro. Voy a hacer todo lo que me pidáis... ir a terapia, a alcohólicos anónimos, lo que sea.
Asentí, intentando creérmelo, pues después de tantos intentos por su parte... ya no quería hacerme ilusiones. Siempre que parecía mejorar, que parecía superarlo, de pronto todo se torcía y todo seguía igual o incluso peor que antes.
Thomas cayendo de nuevo en la adicción y Thomas arrepentido... era también rutina.
—Eso también te lo tienes que demostrar a ti mismo. Tú eres quien se tiene que creer que vas a mejorar.
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Desde que Tú no Estás. © #2
Fiksi RemajaSegunda parte de "Desde que Llegaste". ¿Qué pasa cuando te reencuentras con tu exnovio? ¿Y cuando te das cuenta de que, a pesar del daño, tu corazón sigue sintiendo por él? Que nada sale como esperas y que todo vuelve a ser un caos. (Sinopsis comple...