Capítulo 8: Perfección macabra

93 13 5
                                    

Capítulo 8: Perfección macabra

Él camina por los pasillos, sus zapatos hacen clic clic clic en el suelo, martilleando un mensaje que solo Katakuri parece estar escuchando. Sus movimientos son suaves, finos.

Él es bastante agraciado.

Su cabello escarlata es como un imán para Katakuri, por eso está enganchado viéndolo pasar los dedos por las sedosas hebras y recogerlo en una coleta diminuta. La otra mano carga un libro, de vez en cuando las uñas raspan la piel del libro. Su cuello es delgado y largo, le recuerda a una avestruz. ¿Tendrá la misma fragilidad que una? Cierra los ojos e imagina el sonido de la torcedura.

El monstruo durmiente en lo profundo de su psique se agita por el espectro, pero esos labios bastos de albaricoque fruncen una sonrisa en respuesta, sabiéndose analizado, pensando que está siendo apreciado.

Un momento después, él pasa a su lado, huele a limpio, y su respiración es forzada, como si hubiera atrapado algo en su garganta e intencionalmente se ahogará con ello.

Katakuri sabe que también está siendo evaluado físicamente por su nuevo colega. ¿El profesor de literatura encontrará algo interesante en observarlo así? ¿Es tan ciego y estúpido para confundir sus intenciones con flirteo? Katakuri no es un hombre que caiga en tentaciones tan fácilmente, o eso se dice.

"No es accesible" "Es un poco reservado", "Lo definiría como una persona sociable, pero solo por necesidad". Katakuri sabe que es el profesor del que más se habla en la universidad, ya sea por su severidad e intelecto, o también por otro tipo de cualidades físicas. Pero solo Robin y Shanks saben que Sanji existió, todos los demás asumen que hubo alguien colisionando su mundo, pero no quién fue. Tal vez eso es lo que atrae de él, el misterio, ese instinto latente por husmear.

La mirada que él le da es la misma mirada que se comparte al reconocerse que otra persona es tu tipo. Puede sentir un escalofrío deslizándose por su espalda como una serpiente hambrienta por la posibilidad.

Lo detesta.

Lo ansia.

Se odia.

Lo odia.

Ichiji sonríe.

Katakuri aprieta los dientes.

Ichiji no sabe que está impregnándose en cada célula de su ser, en cada sombra de la habitación, en cada susurro del viento, en el sonido de sus propios pasos, en el tintineo monótono de las teclas de su computadora al trabajar. Es la comida que lo alimenta, es el agua que bebe y es el oxígeno que respira.

Todo lo que existe en su cabeza son ellos. Al que lastimó y al que desea lastimar. Él que se fue y él que apareció. 

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora