Capítulo 16: Enfado

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Capítulo 16: Enfado

"Tienes que tranquilizarte", Ichiji se ordena a sí mismo. "Controla tu respiración y mantente en calma". Pero no sirve de nada. Solo se aleja lo más que puede y se obliga a no mirar atrás.

Cuando llega al campus, apenas y puede funcionar, cae de rodillas al césped, se agarra el pecho y toma las bocanas de aire que necesita para sobrevivir. Las personas caminan a su alrededor, pero nadie le presta atención.

Está rodeado de setos, contra su cara siente la brisa de una enorme fuente cubierta de musgo y escalones de adoquines extendiéndose hacía los intimidantes árboles, inhala el aroma a cemento húmedo.

"No te rompas, no te rompas, no te rompas".

—Por favor, no te rompas, no aquí. —Necesita largos minutos para que el aire frio consuele el malestar.

Es un recipiente de carne. Hervido del hueso y consumido brutalmente. A Ichiji no le ha importado estar entrometiéndose ni derribar los muros de Katakuri con todas esas preguntas, porque siempre ha sido estúpido, tan estúpido.

Sostiene su mano. Siente que, al agarrarlo de la forma que lo hizo, el hombre le ha quemado capas de piel. Lo peor es que sabe que lo merece.

¿Qué efecto tiene? ¿Cómo consigue arrastrarlo así, cómo si le hubiera atado una cuerda invisible en los tobillos?

Cómo un animal herido, lo único que Ichiji quiere hacer es lamer la herida que le ha dejado. Abrirla nuevamente.

—Profesor Ichiji. —una voz lo llama. Bajando los escalones que conducen al edificio, escucha el sonido del taconeo de las botas de una mujer. —Por un momento pensé que eras uno de los estudiantes. ¿Te encuentras bien? —lo dice en voz baja, cómo si le hablara a un niño.

Ichiji levanta la mirada hacía ella. No está bien. No ha sido así en mucho tiempo. Es un accidente con piernas. El ácido de los recuerdos lo devora de adentro hacía afuera, lo desintegra. Lo único que sabe es que ya no puede seguir así: Ha sido demasiado.

—Si.

—Parecía que estabas teniendo un ataque de pánico...

Ichiji presiona los labios en una línea. Se pone de pie con lentitud y cuándo se siente lo suficientemente tranquilo, habla: —Estoy bien, me he precipitado un poco caminando, solo quería tomar aire, eso ha sido todo.

—¿Estás seguro?...

El agua de la fuente salpicándole la piel se siente cómo la lengua de una enorme criatura tratando de tragarlo entero. —He olvidado desayunar y merendar. Culpa mía. Llevo días entusiasmado por este nuevo empleo, pero todo está perfectamente bien, profesora Nico.

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora