Capítulo 13: Voluntariamente patético

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Capítulo 13: Voluntariamente patético 

Las palabras se convierten en un nudo en la garganta de Ichiji cuando la puerta se abre de manera intempestiva; la autoridad en su tono desaparece y es reemplazada por una ansiedad que le oprime el pecho. Y entonces, lo ve, avanzando hacia él como una montaña que le recuerda que no es más que un pequeño gato moribundo; su rostro está deformado en una mueca que se asemeja a la ira.

Ichiji se queda inmóvil mientras los estudiantes abandonan el corredor, charlando animadamente y tironeando de sus bolsos y mochilas, ignorando a Usopp, al sr. Charlotte y a la enorme mancha de café que tiene en la camisa por culpa del adolescente que chocó con él hace cinco minutos.

Un destello repentino se superpone en su visión medio oscurecida por el paso de los años. La presencia del sr. Charlotte es como ver a su padre acercándose a él y a sus hermanos con el cuello enrojecido y la cara deformada en irritación. Recuerda que Judge no usaba la violencia física, ese no era su estilo, pero su voz gruesa los paralizaba, los congelaba y a la vez los hervía.

Pero eso fue hace años. Y su padre está muerto, tan muerto como su madre y tan muerto como su hermano.

"Prométanle que no harán ruido mientras está trabajando", susurraba Reiju limpiando el desorden. "Y así él no se enojará otra vez. Solo tienen que prometer que serán niños grandes ahora que mamá se ha ido, que son capaces de hacer las cosas por ustedes mismos. Son adultos ahora, así que pidan disculpas y sigan adelante".

—Profesor Vinsmoke —El profesor Charlotte lo llama por su apellido, con una voz cavernosa y oscura.

Los ojos de Ichiji arden, quisiera buscar en sus bolsillos las gotas para aliviarlos o las gafas para ocultarlos. Pero no puede moverse, el gesto del profesor Charlotte lo hace temblar como un animal acorralado. Mira de reojo a Usopp, preguntándose si el alumno siente el mismo temor que él. Pero ese mismo Usopp que parecía un cervatillo asustado hace unos momentos, ahora mantiene una expresión distraída e ingenua.

La bufanda que cubre la cara del hombre maduro ha bajado lo suficiente para permitirle contemplar un rostro marcado por cicatrices. Ichiji examina sus largas pestañas, su nariz recta y ligeramente torcida, y los labios entreabiertos, llenos de heridas. Estéticamente, es un hombre tosco y duro.

"Díganle que no harán ruido y así él no se enojará, tienen que prometer que serán buenos a partir de este momento".

Ichiji baja sus ojos a la enorme mano que se envuelve alrededor de su muñeca, hueso contra hueso, y tira de ella en un gesto evasivo, pero es en vano, el señor Charlotte no lo suelta. Así que inhala y luego exhala, sigue ese patrón, intenta tranquilizarse.

La sensación de hundimiento recorre su cuerpo y todo lo demás desaparece. Sólo la imagen del aterrador perfil del hombre está suspendida en su psique, es el retrato inacabado de un Dios exterminador.

—¿Qué estás haciendo aquí, Ichiji?

"Díganle que van a portarse bien y así todo estará bien".

"Todo estará bien...".

"Bien..."

No puede hablar ni prometer.

Usopp levanta la ceja y, con una sonrisa torpe, interviene para aliviar la situación. Expresa lo que Ichiji no puede articular: —Oh, hola, profesor Charlotte, emm, creo que le estoy haciendo pasar un mal momento al profesor Vinsmoke, pero no fue apropósito. Venía corriendo para no llegar tarde a mi clase y, lamentablemente, tropecé con él, derramándole el café encima. He escuchado que el "señor V" es muy meticuloso con la limpieza, que mala suerte ¿no?.

Ichiji experimenta un sentimiento inquietante, pero demasiado familiar: temer y desear el contacto físico con igual intensidad.

No le agrada la forma en que Katakuri lo mira o lo toca.

No quiere que se detenga.

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora