Capítulo 12: Buenas noches, dulce príncipe...

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Capítulo 12: Buenas noches dulce príncipe, que tus alas endemoniadas te lleven al descanso eterno

Katakuri siente una intensa repulsión hacia los hospitales.

Detesta el olor penetrante que satura el aire, una amalgama de desinfectante y enfermedad. Aborrece el constante zumbido que llena sus oídos, el murmullo de las conversaciones de las personas a su alrededor y el constante susurro de las máquinas.

Repudia las paredes blancas que lo rodean, frías y opresivas. Y, sobre todo, abomina el color, o, mejor dicho, la ausencia de color, como si el hospital estuviera sumido en una perpetua estática blanca.

La meticulosa atención lo oprime y el paquete de Marlboro en sus bolsillos parece ahora más tentador que nunca, pero las enfermeras lo observan desde los rincones con ojos afilados de reptil. Parecen acecharlo, listas para regañarlo con el tono de una madre hacia un niño travieso, agitando un dedo acusador frente a su nariz y reprendiéndolo por abrir el tarro de galletas antes de la cena o por los juguetes regados en el piso. La sensación es asfixiante.

Cada vez que alguien roza su hombro, siente un retorcimiento en la boca del estómago. Son madres, son padres, esposas y esposos, son hijos y son abuelos. Pero no hay lugar para la compasión ajena en este sitio, es un lujo olvidado que no muchos se pueden permitir cuando están sumidos en su propia bola de mierda.

El hospital se ha convertido en su prisión, un lugar donde pasa más tiempo del que jamás hubiera deseado. Más que en su hogar, más que en la escuela. Es allí donde pierde horas interminables, atrapado en un limbo de espera y espera y espera y espera.

Observa a Sanji, quien parece dormir plácidamente en la cómoda cama de su habitación de lujo. Arropado en sus sábanas de seda se ve como un ángel enfermizo.

Los monitores a su lado emiten un constante zumbido que le martillea la cabeza a Katakuri, pero no molestan a Sanji, él permanece imperturbable, como si estuviera en un sueño profundo. Es irónico cómo incluso siendo un vegetal, conserva una especie de belleza etérea.

El año pasado, cuando Katakuri visitó el Museo del Louvre, comprobó esa teoría sobre cómo la sonrisa de la Mona Lisa parece cambiar según cuánto tiempo le mires la boca, cómo si se ampliara o disminuyera segundo a segundo. Algunos piensan que es aterrador, él cree que es más inquietante ver ese mismo efecto en su prometido. Parece que Sanji se burla de él.

Katakuri evita mirar los cables que salen de su cuerpo, una maraña de tubos que lo mantienen conectado a la vida. Si no fuera por la bolsa de aire del auto, él no sería hermoso, sería solo pure.

Cuando Katakuri era un niño, descubrió un pájaro herido bajo la sombra de un cedro centenario. Con manos temblorosas lo envolvió con una toalla. Después lo alojó en una caja de zapatos que cubrió de ramas y hojas. Día tras día, cuidó del pájaro, ofreciéndole agua y semillas, pensó que se estaba recuperando, pero una semana después, la criatura amaneció tiesa y fría, muerta en una orilla de la caja.

Teme que este sucediendo otra vez.

Un impulso irresistible lo invade, es la necesidad de tocar a Sanji y de sentir su piel bajo sus dedos. Pero se contiene, recordando la delicadeza con la que fue sometido a la cirugía. Un monitor Bolt ahora controla su presión intracraneal, lo ha reducido a ser el fantasma de lo que una vez fue.

Es un espectáculo desgarrador, Katakuri desea con todas sus fuerzas que su último recuerdo de él sea uno de felicidad y vida, no esto. Pero sabe que los buenos recuerdos se desvanecerán con el tiempo, fragmentándose en este momento, en un millón de pedazos que lo atormentarán por siempre.

Retrocede. Se sienta en el lugar de siempre, abre el libro de siempre, controla el impulso de doblarse, contraerse y gruñir en voz alta, igual que lo hace siempre. Aunque nadie lo escucharía si se rompe. Solo son ellos dos, postrados en esa enorme habitación.




Notas: El título de este capítulo es en referencia a la película "Entrevista con el Vampiro", me vi la película con doblaje en español y sinceramente no pude soltar las palabras de Claudia. 

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora