Capítulo 21: Árbol de limones
Pudding está en su casa, guarda los zapatos de Sanji en bolsas negras.
Katakuri tiene las mangas de la camisa negra arremangadas hasta los codos y su cabello esta desordenado. Esta hojeando un archivo, escribiendo cosas en su computadora portátil.
—Estaba pensando en donar sus zapatos a caridad. —le dice Pudding y él asiente. —Estoy segura de que es lo último que queda de él en esta casa.
Pudding no puede soportar encontrarse con más objetos de Sanji. Ninguno de los dos lo hace, su muerte es un misil con un mismo objetivo: causar el mayor daño posible.
Katakuri no le responde que todavía quedan los limoneros. El pasatiempo favorito de su prometido era cuidar de sus árboles. El aroma lo golpea como un recuerdo eidético. Los limones amarillos y maduros se siguen pudriendo en su jardín. Al principio, Katakuri los recogía y se los ofrecía a Shanks y a Makino. Hasta que fue demasiado y la acumulación ganó, expandiendo el olor fuerte a acre y descomposición por cada rincón de su hogar.
Y todavía queda...
—Él tenía una pequeña polaroid que le regalo su madre cuando era un niño, ¿no es cierto?
—Si.
—¿Sabes en dónde está? —Pudding pregunta mientras asegura las cajas de cartón con cinta adhesiva.
—No.
Es una mentira. No se ha separado de la pequeña cámara desde que Sanji murió.
—Esa cámara era una de las cosas que me costaban entender de él. Siempre le tenía que recordar la existencia de las cámaras digitales, o de su teléfono. —una sonrisa nostálgica empieza a crecer en sus labios. —Pero Sanji me hablaba de lo genial que es tomar una fotografía y tenerla al instante. ¿En dónde quedo esa instantánea de todos nosotros en el Gran Cañón?, Smoothie y Cracker no dejaban de molestarlos con adelantar la fecha de la boda. ¿Recuerdas? Ese día fue una locura.
—Si, lo recuerdo.
—Tal vez deberías haberlos escuchado. ¿Te imaginas como sería todo si se hubieran casado en enero en vez de prolongar y retrasar la boda?, te apuesto a que seguiría vivo. —el resentimiento es difícil de camuflar. —A veces, me siento culpable. Debí haberlo aconsejado mejor. Lo habría hecho, si no me hubieras dicho que estaba presionándolo. Pero siempre ha sido así entre tú y yo. Yo digo rosa y tú dices azul. Lo mismo sucedió con Zeff y...—
—No puedes cambiar lo que ocurrió, Pudding. Trate de explicarte lo que pasó con Zeff, pero no puedo obligarte a cambiar tu postura. —su cuerpo está rígido por la frustración, lo que suele ocurrir cuándo las conversaciones con su hermana se tornan filosas.
—Aun así, quisiera tener una máquina del tiempo y haber hecho todo de otra manera. —Ella dice vagamente, cortando un nuevo pedazo de la cinta. —Se supone que el deber de una amiga es advertir cuándo un partido no es demasiado bueno. Pero ¿Qué podía advertir de ti?, eres, eras el partido perfecto. Sus ojos siempre se iluminaban cuándo se encontraban en la misma habitación...Nunca me había sentido más feliz por los dos.
La culpa se aferra a él, sabe que no importa a dónde mire, es incapaz de escapar.
—Sanji estaba obsesionado con los sobres, los sellos y esa cámara. —Pudding se da cuenta de que ha estado hablando sola después de minutos de no recibir respuestas con monosílabas o simples gruñidos. — ¿Me estás escuchando?
—Si, te estoy escuchando.
—También estaba pensando en que podríamos visitar a Sanji. ¿Qué te parece el domingo? ¿Estás libre?
—No estoy libre.
—¿Qué día estás libre entonces?
—¡Pudding, no lo sé! ¡Basta! —se exaspera, levantando la voz.
Pudding cierra los ojos como si no pudiera soportar verlo. Y es verdad. No puede soportar a su hermano.
—¿Qué clase de novio se supone que eres?, estás actuando cómo un idiota.
—Ya no soy su novio. —la mira de reojo, preparado para su explosión.
Sanji se metió en la piel de Pudding. Puede que ella este deshaciéndose de las cosas físicas, pero nunca lo va a dejar ir. Ninguno de los dos lo hará.
—¿Cuándo fue la última vez que le dejaste flores?
—Pudding. —se masajea las sienes lentamente. —Sé que estás en mi casa porque se ha cumplido el aniversario del accidente, así que suelta exactamente qué es lo que has venido a decirme.
—Nunca hicimos una conmemoración en su nombre. Deberíamos contactar a su familia, a sus amigos, eres prácticamente su esposo, no de forma oficial, pero esa siempre fue la intención, te corresponde hacerlo...
—¿Sabes cuál es la definición de "conmemoración"? —Katakuri se talla la cara, la barba ha comenzado a crecer desigual.
—No me trates como si fuera una estúpida.
—Entonces escoge correctamente tus palabras. ¿Crees que hay algo que conmemorar sobre choque que dejo a tu mejor amigo postrado en una cama? Tienes que estar bromeando.
—Supongo que actúas así por lo culpable que te sientes por haberle arruinado la vida a alguien que confiaba en ti. —ella inyecta su veneno y agarra con fuerza su bolso de diseñador del perchero. —He pasado toda mi vida escuchando cómo eres demasiado bueno para todos, la manera en que nadie nunca había estado a tu nivel, pero sorpresa: Por primera vez, no eras tú el que estaba fuera de la categoría. Él era demasiado para ti. Siempre fue mucho para ti.
Katakuri no tiembla por el fuerte azotón de la puerta después de que ella lo deja solo.
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Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]
FanficHistoria en la que Katakuri ve al fantasma de su prometido muerto impartiendo la clase de literatura, o historia en la que Ichiji conoce al prometido de su gemelo muerto, siendo el profesor de arquitectura. "Dos profesores se conocen en la misma uni...