Capítulo 50: El eterno Dorian Gray
ENTONCES:
10 años atrás: La caída.La cena termina sin una sola palabra. El sonido de los platos en el lavavajillas es más irritante de lo habitual. Reiju se ofrece a hacer la limpieza, mientras Niji y Yonji se sientan en los taburetes de la cocina, conversando sobre algún programa de televisión anticuado.
Reiju sube el volumen de la música y sigue secando los vasos con una franela. "Don't You Want Me" de The Human League es la tortura ochentera de esta noche, y la letra nunca se había sentido tan molesta como ahora.
«Trabajabas de camarera en un bar de cócteles cuando te conocí. Te elegí, te saqué de ahí y te cambié la vida. Te convertí en alguien nuevo.»
—Tu música está muy alta, ¿Podrías bajarle un poco? Me duele la cabeza.
—No bajes el volumen, Reiju. Deja de darle la razón a sus requisiciones estúpidas o lo malacostumbrarás —Sanji le dice a su hermana, entregándole un tenedor para que lo coloque en el lugar de los cubiertos limpios—. Deja de mimar a "María Antonieta."
—¿Están estudiando la Revolución Francesa en clase, Sanji? Me da gusto saber que tu cerebro tiene espacio para retener información valiosa, en lugar de solo retener el número de carreras que anota tu novio en el campo de béisbol.
—Que te ejecuten como a ella, imbécil —Sanji murmura por lo bajo.
—Chicos, no ahora. Nadie quiere escucharlos ladrar. ¿Podrían ser un poco considerados y darnos algo de paz? —Niji les lanza una mirada de advertencia.
«Ahora, cinco años después, tienes el mundo a tus pies. El éxito ha sido muy fácil para ti. Pero no olvides que fui yo quien te puso donde estás ahora. Y también puedo bajarte de ahí.»
Yonji se arrastra los parpados, espera que Reiju sea la conciliadora entre ellos, pero Ichiji sonríe y levanta las palmas en señal armónica.
—Tienes razón, Niji. Quédense con su música y su monarquía. De todos modos, iré a mi habitación. Supongo que soy malo para ustedes.
—No eres malo para nosotros, Ichi. Lo que pasa es que haces cosas malas —Yonji susurra revolviendo la avena en su cuenco de cereal—. No es lo mismo.
«Ahora ya es tarde, si cambiaste de parecer, arrepiéntete o lo lamentaremos los dos. ¿No me quieres, cariño?»
Ichiji empieza a caminar con una sonrisa apretada en su boca. Su relación con sus hermanos no se arruinó así de la noche a la mañana. La decadencia del vinculo fue en marcha lenta, para ellos, él es solo un chico inteligente atrapado en un pueblo pequeño, demasiado simple para verdaderamente pensar a lo grande, con miedo a las personas, al compromiso y a los gérmenes. Ellos creen que él tiene miedo a ensuciarse, cuándo en realidad está cubierto del polvo de las sustancias que otros chicos venden.
Al primer paso que da para su retirada, tropieza con las botas Dr. Martens de su hermano rubio metidas debajo de la mesa por haber llegado tarde después de una salida con sus chicos y por primera vez en mucho tiempo, se ahorra decirle que las guarde, simplemente sigue su camino.
Ichiji siente su corazón latiendo a mil por hora y la sangre acelerada. Frota su nariz ansiosa al ingresar a su habitación. Sus encías hormiguean y las palmas de sus manos pican. Está de pie en su vieja pijama, que antes era roja y ahora se ha vuelto rosa por una mala lavada, pero su atención está en la puerta del baño y en la mercancía de Bell en su botiquín blanco.
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Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]
FanfictionHistoria en la que Katakuri ve al fantasma de su prometido muerto impartiendo la clase de literatura, o historia en la que Ichiji conoce al prometido de su gemelo muerto, siendo el profesor de arquitectura. "Dos profesores torturados se conocen en l...