Capítulo 35: El hombre que siempre se quema

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Capítulo 35: El hombre que siempre se quema 

El departamento es apenas un cubo vacío que representa cómo se siente su existencia. Paredes blancas impecables, una cama matrimonial, cajas repletas de libros y otras cajas ordenadas prolijamente con insumos de limpieza, el inhóspito lugar hace que los ecos de sus actos resuenen y creen un sonido atronador.

Ichiji entierra los dedos en el cráneo de Enel y jalonea su corto cabello rubio, bebiendo el sudor que gotea de las raíces y se desplaza por su manzana de Adán. Con los talones pegados en su espalda baja, le ordena hacerlo más fuerte.

El antebrazo de Enel le corta las vías respiratorias. Y justo cuándo piensa que va a caer en la inconsciencia, lo libra.

Ambos cuerpos giran y maniobran al tiempo en que Ichiji queda debajo de Enel, sosteniéndose con los codos y las rodillas. Cuando el cuerpo encima colapsa contra el suyo, Ichiji apenas y salta por el húmedo movimiento. Y por un momento piensa en el profesor Charlotte, no tiene idea de porqué aparece en su cabeza en una situación tan incomoda y extraña como esa, estando en cuatro bajo el poder de otro hombre.

Ichiji junta las cejas y siente las embestidas descuidadas que ya han perdido el ritmo y la seducción. Enel lo está tomando del pelo con brusquedad para chocar sus nalgas contra su pelvis.

La mano en su cabello lo jalonea más duro, lo orbita más rudo. Enel dice algo cómo "No sabes cuánto me enciende el doggy style" e Ichiji mira un punto fijo de la pared. Y ahí está, sus reflexiones errantes terminan volviéndose una mirada tumultuosa de ojos rojos y una mata de pelo granate.

Enel le entierra la cara en las sábanas. Su coordinación motora no es la mejor, así que no es capaz de evaluar la fuerza aplicada. Cómo un alcohólico "rehabilitado", a Enel le gusta poner a prueba su resistencia y practicar estrategias para vencer su tentación de beber, por eso visita el bar de Shakky. Dice que le gusta estar rodeado de fuego, y no quemarse. Pero la cosa con él es que, siempre se quema.

Durante toda la noche ha dicho cosas como "¿Sabes lo cerca que estuve de competir en la WorldSBK?", e Ichiji fingía asombro y contestaba con un "Sí, sí, un campeonato mundial de motociclismo debe de ser genial", pero levantaba la ceja al ver la botella más costosa de whiskey en su mesa, cuyo contenido bajaba progresivamente mientras las anécdotas de los circuitos aumentaban.

—Mueve la cadera en círculos. —le mordisquea la oreja.

Ichiji sigue evocando al profesor, incluso si le hace caso al otro con su sugerencia.

—Tan jodidamente dulce...Eres tan malditamente dulce— Enel suspira cosas a las que no le está prestando atención. Si realmente es honesto, Ichiji quisiera que el señor Charlotte lo estuviera sustituyendo. Se pregunta cómo sería acostarse con él, y cuando lo hace, se encuentra con una mezcla paradójica entre quererlo y querer evitarlo.

—Oye. Enel. —su cuerpo viene y va, se sacude todo el tiempo. —¿Te importaría si grito el nombre de otro hombre para correrme?

El piloto lanza una resonante carcajada, no está preocupado por sus palabras, piensa que Ichiji está siendo sarcástico, que es otra de sus bromas acidas. Enel sabe que es bueno dando sexo y tiene una verga grande que sabe usar perfectamente. No cree ni por un momento que Ichiji habla totalmente en serio, ni se alarma al oírlo llamarlo "Profesor" cuándo cierra los ojos y se muerde la boca. Una vez salió con una chica a la que le ponía el juego de la colegiala, puede que Enel sea un verdadero hijo de puta, pero respeta los fetiches de los demás. —Si, cómo sea. 

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora