Capítulo 4: Obediente
"Tu postura no está lo suficientemente erguida"
Ichiji se yergue, abandonando la búsqueda de las gotas para sus ojos. La voz ronca en sus oídos es como un látigo sobre su piel. Es muy parecida al tono militante de su padre. Siente sus ojos muertos clavados en algún punto de su espalda, escrutándolo como a un insecto bajo una lupa. Analizando si su comportamiento es el adecuado, si su lenguaje corporal es aceptable.
Un crujido siniestro resuena en su interior mientras su columna se estira, como esquirlas de hueso atravesando su carne. Dirige una mirada evaluativa al profesor de arquitectura, el hombre de la mirada sombría, quien está sentado en su escritorio con las mangas arremangadas y una postura tensa. Un bolígrafo Montblanc en una mano y una agenda de piel en la otra.
Basta de la mirada del director para entender que tienen que levantarse y presentarse.
—Mi nombr-
"Tu voz es apenas un murmullo, no es lo suficiente segura. Qué vergüenza"
Su garganta arde, pero se ve forzado a seguir las órdenes, como un animal entrenado. Está acostumbrado a ser tratado como un perro obediente: Siéntate, olfatea, corre tras la pelota, aprende trucos nuevos, rueda, muerde, finge estar muerto. Siempre siguiendo las órdenes y esperando su recompensa.
—Mi nombre es Ichiji, Sr. Charlotte, estoy a cargo de literatura. —Habla con la mayor elegancia posible, sosteniendo la mirada del profesor, cuidando cada inflexión de su voz.
El hombre es una montaña, fácilmente veinte kilos más pesado que él, con una mirada cansada y enfermiza en su rostro, ojos carmesíes enmarcados por bolsas negras. Ni siquiera parece darse cuenta del dolor que le causa en la muñeca con su agarre.
Duele. Es una sensación ardiente en la carne, como un hierro al rojo vivo sobre su piel.
Siente que su pecho se comprime, es una presión intensa que amenaza con aplastarlo desde adentro, como si sus huesos fueran a explosionar en cientos de astillas.
Por el rabillo del ojo, ve a los otros profesores abandonando la sala con conversaciones cordiales. Vivi es amable, sugiere encontrarse más tarde, pero Ichiji la ignora. Solo escucha el rugido de su sangre en sus oídos y piensa que va a perder un brazo. Que ese gigante va a arrancárselo y a agitarlo en una especie de victoria primitiva.
"Estás dudando".
Aprieta los dientes, fuerza una sonrisa falsa, como el actor que es.
Pero antes de que pueda decir algo, el Sr. Charlotte lo suelta abruptamente, como si fuera ácido.
—Supongo que tendrás preguntas. —El Sr. Akagami se acerca, dirigiéndose al profesor de arquitectura una vez que solo quedan los tres en el salón. —El Sr. Vinsmoke es una gota de agua de Sanji, a excepción del cabello rojo, podrían ser la misma persona.
—Nací quince minutos antes que él. —Ichiji responde mecánicamente, manteniendo la calma y la compostura. —Y soy cinco centímetros más alto de lo que él fue.
"Y llevas setecientos treinta días de ventaja en este mundo, contra él".
La voz resuena en su cabeza e intenta obliterar el sonido. Ser gemelos ya se siente como un castigo para Ichiji, se pregunta si Sanji alguna vez lo sintió así. La gente solía compararlos mucho a pesar de lo diferentes que eran: Ichiji, callado, discreto, capaz de entrar y salir de una habitación sin ser notado. Sanji era todo lo contrario, extrovertido y carismático. Es cómo si tuviera la sangre equivocada en sus venas.
—¿Conocieron a mi hermano? —Es información nueva, pero no sorprendente, Sanji tenía amigos en todas partes.
—Era el mejor amigo de mi hermana. — Katakuri responde frío, sin contacto visual, indiferente. Ichiji se siente como una insignificancia, como una simple partícula de polvo.
—Interesante. — ¿Qué puede responder a eso? No quiere seguir hablando. —Caballeros, me retiro. Mi presentación con la clase de primer año será en diez minutos.
I.
La voz de Ichiji no ha titubeado, su espalda se ha mantenido recta, tiene la seguridad de un gato al moverse, pero una vez que pisa la libertad de los pasillos vacíos, sus rodillas se vuelven gelatina y la bilis sube por su garganta, obligándolo a vomitar en el cubo de basura más cercano.
El temblor lo invade, su vista se nubla, la voz que da órdenes lo reprende por su penosa actuación. Su existencia, tal como la conoce, es solo un espasmo prolongado, ritualista y arcaico.
II.
Una vez que el profesor de literatura ha abandonado el salón, la parte más masoquista y patética de Katakuri solo quiere cerrar los ojos y fingir que era él, pero endurece la mandíbula y aprieta los puños en sus costados. Tiene que recordarse a sí mismo que "Ichiji" no es humano, solo es un clon, una imitación de carne y hueso de alguien a quien hace dos años amó.
ESTÁS LEYENDO
Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]
FanficHistoria en la que Katakuri ve al fantasma de su prometido muerto impartiendo la clase de literatura, o historia en la que Ichiji conoce al prometido de su gemelo muerto, siendo el profesor de arquitectura. "Dos profesores torturados se conocen en l...