Capítulo 44: Tanto maldito amor

149 13 2
                                    


Capítulo 44: Tanto maldito amor 

Ichiji está acomodando el contenido de su casillero, meticulosamente organiza informes antiguos y papeles maltratados. Es entretenido para él ordenar el caos, apilando libros y libretas en dos partes.

Aprieta el atomizador y aspira el limpio y refrescante olor de la lavanda flotando en el aire.

—¿Me ayudarás con la tarea del Sr. Crocodile? —pregunta Zoro, dirigiéndose a Sabo. Ambos están en los casilleros frente a Ichiji, con las mochilas colgadas en sus hombros.

Zoro, con el ceño fruncido, lleva quince minutos intentando recordar su combinación numérica, en el minuto dieciséis se harta y golpea la puerta como un bruto, grita feliz al ver que se abre.

—¿Tengo opción de decir que no? Eres un asco en trigonometría. —rezonga Sabo, resignado.

Ichiji se da la vuelta, acomodando su bolso en el hombro, y levanta una ceja al sentir un dedo clavándose en su espalda. Se gira para ver a Gin, quien le sonríe mientras se balancea en su enorme sudadera. Los pantalones de Gin son tan flojos que Ichiji se pregunta si llevará algún cinturón que los sostenga. El estilo de Gin siempre ha sido lo más urbano posible.

—Amm, ¿hola?

Gin le devuelve una sonrisa simpática, aunque cualquiera podría adivinar que ese chico tiene problemas sí se acerca más a él. Ya que debajo de la sonrisa relajada y el aliento a mentos, los restos de Johnnie Walker Black nadan en su sistema a las once de la mañana.

—Moni quiere saber si estás disponible en un par de horas —dice Gin, se quita su beanie de la cabeza y lo sacude. —Ella tiene, emmm, ya sabes, a este novio que nos invitó a su casa y simplemente queremos saber si contamos contigo, hermanito. Puedo llevarte y también regresarte.

Ichiji no tiene tiempo de considerar la oferta por la conmoción al final del pasillo. Los dos giran la cabeza en la dirección del ruido. Ichiji sonríe al reconocer a Ace. Gin, por el contrario, no comparte su entusiasmo.

—Entonces, ¿vienes o no? —insiste Gin, cambiando de tema y tratando de mantener la compostura.

—Lo pensaré —contesta Ichiji, abriendo lentamente la envoltura de su paleta de fresa—. Pero primero tengo que hablar con alguien.

—¿Vas a pedirle permiso a tu padre? —Gin se burla. —Oh vamos, no lo pienses tanto. Te prometo que no te arrepentirás.

Ace se acerca con las manos enterradas en los bolsillos de sus pantalones, el sonido de sus vans blancas resuena en el pasillo. Al pasar junto a Ichiji, es como si el pelirrojo no existiera, pero todo cambia cuando de la nada, le lanza un puñetazo cerrado en la mandíbula a Gin.

El impacto es contundente y sordo. Gin choca contra el casillero entre Sabo y Zoro, llevándose la mano a la cara con fuerza. Cae de rodillas, pero Ace lo levanta sujetándolo por los cordones de su sudadera.

Ichiji observa, congelado en su lugar. Y Sanji que ha salido del salón de su clase de electiva, parpadea ante el espectáculo.

Chicos como Ace alteran el mundo con su brillantez.

Ace hunde su puño en el estómago de Gin, quien se hace un ovillo en el suelo mientras Ace comienza a patearlo. Y si antes, el pecoso parecía enojado, ahora se ríe, lo que hace la escena aún más inquietante.

Ichiji sabe que Ace es un buen peleador; a menudo juega pesado con Zoro, pero nunca lo ha visto de cerca, y nunca lo ha escuchado así. Y es el único que sabe que Ace está haciendo esto por él. Escucha a Gin perder el aire de sus pulmones, ve cómo su ceja se abre, escucha cómo suplica a Ace que lo deje.

Clean [KataIchi] [AceSan-Pasado] [KataSan-Pasado] [AceIchi-Pasado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora