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Capítulo 9: Iniciación en el arte de los secretos

Capítulo 9: Iniciación en el arte de los secretos

Ace se ha convertido en el mejor amigo de Ichiji.

Pero nadie más lo puede saber. Esa es la regla.

Ichiji sabe que él no es el mejor amigo de Ace, para serlo tendría que ponerse en una fila detrás de Zoro, Sanji o Sabo y esperar su turno. Pero se hace el tonto, esperando que la ignorancia sea felicidad.

¡Qué se vaya al carajo Platón! ¡Algunas veces es mejor hacerse el tonto y no saber la verdad!

Comenzaron a hablar en tercer grado, cuándo la señorita Mikan los castigó después de que Ace lo golpeó en la frente con una pelota de béisbol e Ichiji fingió haberse desmayado para que el castigo de Ace fuera tan proporcional al suyo por haber intentado culpabilizar a Sanji del desastre de los libros.

Citaron a los padres de ambos al día siguiente y fue muy incómodo. El padre de Ace no se presentó, solo lo hizo su madre. El suyo tuvo que hacerlo protestando, pero solo estuvo quince minutos en la oficina y después se fue, dejando solas a la Srta Mikan, a Sora y a Rouge, bajo la excusa de que "los berrinches de niños eran un tema de mujeres".

La mejor decisión de Judge fue irse, porque ellas no parecían muy a gusto cuando hizo sonar su enorme puño en el escritorio de la maestra y los mando a callar a Sanji y a él.

—¡Basta! No puedo tener un día en paz porque ustedes hacen su maratón de tonterías. —Judge había mirado a Sora. —¿No les enseñaste a comportarse en público?, ¿Qué son, salvajes?, ¿Por qué los enviamos a está escuela? Si el problema son sus peleas, uno debería quedarse aquí y el otro regresar a la educación en casa. Por el bien de esta familia.

—Judge, por favor, escucha antes de exaltarte...—Sora se masajea el entrecejo lentamente.

—¡Eres el mayor! ¡Actúa como tal! ¡Madura! ¿Cómo vas a ser el rol a seguir de tus hermanos así? —Ichiji no se inmuta por las palabras de su padre, o las venas rojas en su cuello, solo se queda quieto cómo un soldado frente a otro batallón. —Y tú...

—Yo no hice nada.

—No contradigas a tu padre, Sanji. Sora, ¿Por qué le permites al niño traer el estuche de pinturas a la escuela, para empezar?

Rouge, la madre de Ace, está boquiabierta, ya que Judge tiene un dedo justo en la nariz de Sanji mientras el niño traga aire para no sollozar y sacude el dedo en su cara, señalándolo, cómo si intentará decirle: "Eso no se hace, eso no se hace, perro malo, malo, malo".

Rouge exhala ruidosamente; ella cree que gritarle a un niño, jalarle el cabello, darle nalgadas, señalar con el dedo o ponerles misiones tan importantes cómo ser modelos a seguir, significa un gran retroceso en el rol de un padre cómo educador. —Avergonzar a su hijo en público no es una solución, Sr. Vinsmoke, y tampoco amenazarlos con regresarlos a estudiar en casa. Es un comportamiento indignante viniendo de un adulto.

En ese momento, Ichiji (quién tiene una enorme compresa cubriéndole la frente) piensa que la mamá del niño genial, es una mujer genial, porque su padre se ha puesto rojo hasta las orejas. Y después, le ha recordado a Rouge que la razón por la que lo citarón para esa tutoría, fue que su hijo le arrojo una pelota de beisbol al suyo, que empezará por educarlo antes de criticarlo a él. Posteriormente salió de la oficina y azotó la puerta.

Nami cree que entiende un poco la situación. Judge es un hombre drástico, que busca la perfección en su crianza. Es el clásico "Nadie tiene problemas, todos estamos excelentemente bien", y ese es el comportamiento que desea obtener cada vez que se encuentra en la misma habitación que su familia. Pero es obvio que Sora lo reciente por eso.