Camine lentamente hasta pararme frente a la puerta que me separaba del hombre que me arrebato lo mas importante en mi existencia. Respiré profundamente sintiendo recorrer el poder que hace poco despertó en mí, aprete fuertemente los puños y abrí la puerta haciendo volar todo a mi alrededor.
Ahí estaba, encadenado, inconsciente, con su mente fue de todo lo que pasa a su alrededor, sin sufrimiento, sin noción. Mi pecho hervía de rabia al verlo tan serenamente inconsciente.
Vi como lentamente abrió los ojos y entre paso a paso acercándome hasta estar parado a unos centímetros de él, me agache, tome su mentón apretando con tanta fuerza que sus huesos tronaron. El siseo de dolor, me miro con ironía e intento sonreír. —¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente perderlo todo y ganar todo al mismo tiempo, mi pequeño loto? El ya no esta y jamás volverá...
Soltó sus palabras venenosas intentando seguir provocándome, pero mi mente estaba totalmente nublada y con un solo objetivo en aquel momento, hacerle sufrir el mayor dolor que pudiese.
Sonreí, puse mi mano en su pecho y solté energía resentida, cada día volvería a poner energía en su fragmentado núcleo, cada día de su eterna vida tendría que ver como no puede morir, pero su cuerpo se convierte en un cascaron, como el tiempo pasa, pero el suyo se congelo para siempre desde el día que perdió la guerra. Sentirá el dolor de cada ser que mato en batalla, cada día sentirá como su cuerpo y su mente es destrozado, pero jamás podrá descansar.
Asique aun cuando escuche sus palabras, sonreí, me pare alejándome unos pasos, pose mis manos en mi abultado vientre y lo mire con asco y desprecio. —Se siente como si ahora nada pudiese lastimarme, ni siquiera tus palabras.
—Feng Xù, vivirás, vivirás eternamente, este es tu castigo. Yo el emperador Jade, el emperador de todo el universo, te condeno a sufrir las millones de vidas que has provocado, te condeno a vivir eternamente en locura, en agonía y desesperación.
Feng Xù me miro conmocionado por un segundo y al siguiente se retorció de dolor gritando con locura e intentando agarrar su cabeza con desesperación.
Mire por ultima vez al hombre que me arrebato a Ah Xin y Sali de Yánluó caminando con calma. Cuando llegue al cuarto de Liu Huó, me senté en nuestra cama, deslice mi mano por las sábanas que habían sido testigos del día de nuestra más íntima unión y me recosté abrazándome entre ellas y acariciando mi vientre. —Él no nos abandonó, yo lo sé, el volverá a nosotros, asique no escuches las palabras de aquella bestia, papa volverá y te atesoraremos juntos, como el fruto de nuestro amor eterno.
No se cuando me quede dormido, hasta que un pequeño golpeteo en la puerta me despertó. — Adelante.
Era Lu Xiao, el guardia mas fiel de Liu Huó, me miro unos segundos dudando y luego se inclino en una reverencia y dio dos pasos adelante acercándose a mí, extendió su mano y en ella un pequeño loto de cristal que destellaba se posó frente a mí. El cristal como sintiendo mi presencia floto directamente a mis manos y lo agarre con cuidado mirando dudoso y confuso a Lu Xiao. —Es un extractor de almas... en la batalla antes de que el Rey Huó se... fuera, logre recolectar un fragmento de su alma, si logramos recolectar los fragmentos restantes o reconstruirlas con extractor, puede que el Rey Huó...
Mis ojos se dilataron, sujete con fuerza y cuidado aquel extractor en forma de loto y luego mire fijamente a Lu Xiao. —¿Cómo lo uso? ¿Cómo debo usarlo?
Lu Xiao me miro con tristeza y suspiro negando— Me temo que no puedo responder a ello, el Rey Huó jamás lo uso delante de los demás, por otra parte, espero que no se ilusione demasiado, esto... es solo una posibilidad de millones...
Asentí sonriendo levemente, lo sabía, pero aun si era una sola oportunidad, aun si tuviese que esperar miles o millones de años, juré con todo mi ser volver a estar entre sus brazos. —Lu Xiao... gracias, no te preocupes, sabre que hacer con él.
Devuelta solo en la habitación, el artefacto en mis manos brillaba intensamente, lo acaricie suavemente y miles de pequeños destellos en forma de lotos salieron de adentro de el llenando toda la habitación. Sentí una calidez en mi vientre y como la pequeña vida dentro de el se movía con alegría. Podía sentir las emociones de mi pequeño hijo, cada una de ellas, y sentía como el calor que desprendía estaba lleno de amor y ternura, como si sintiera la presencia de su padre en aquel artefacto. Lo acerque a mi vientre y acaricie suavemente.— Todo estará bien cariño, traeremos a papá devuelta muy pronto, ¿puedes sentirlo? El nos brinda este calor, este amor, aun cuando solo es una fracción de su alma.
Posé el loto en mi pecho y este fue absorbido por mi fuerza espiritual, sentí como todo mi cuerpo se estremeció, mi hijo revoloteaba en mi cuerpo y mi fuerza se hacía más y más fuerte mientras sentía como algo mas dentro de mi si formaba con rapidez. Antes de darme cuenta, caí inconsciente en la cama hasta el día siguiente, desperté y el pequeño loto de cristal estaba en mi mano entre las sabanas de la cama, como si nunca hubiese pasado nada.
Y ahí fue donde comprendí, comprendí como traerle de vuelta a mí.
Mis criaturas, el final del segundo libro. Espero que les haya gustado a los que han llegado hasta aquí, y hayan disfrutado de la lectura con cada uno de sus personajes. Estaré subiendo el tercer libro a partir de julio, que donde tengo mis vacaciones y tendré mas tiempo para corregir. ¡Espero seguirnos viendo!
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Bai Lian Hua
RomanceTítulo: Bái Lián huā Sinopsis: Liú Xīn es el guardia personal del príncipe Xuě Tiān, proveniente de un linaje de guerreros que ha servido al imperio de Wuya. A diferencia de sus antepasados, Liú Xīn, odia servir al consentido príncipe heredero y bu...