🌸veneno🌸

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Las gotas de agua caían lentamente desde el techo rocoso hasta el suelo dentro de la caverna. La oscuridad podía llegar a ser abrumadora para cualquiera, incluso para los pequeños demonios que corrían de un lado a otro dentro de aquel lugar, y el olor a podrido que desprendían a medida que sus putrefactos cuerpos iban mermando. Era una de las cosas que más odiaba, pero no causaba suficiente molestia en mí como para dejar de crearlos, eran débiles, pero en cantidad, llegaban a ser de mucha utilidad. Abrí los ojos y me levante lentamente del sitio donde yacía recostado, intente respirar, pero la energía resentida aún era un problema para mi cuerpo, aun cuando la mitad de mi ser pertenece a Dì Yù; era molesto, era totalmente irritante no pertenecer a ningún lugar realmente, o eso sentí durante demasiado tiempo, desde que descubrí la verdad.

Escuche los pequeños gemidos de dolor provenientes de algún ala de la caverna, ya hacía horas que Liú Huó había aparecido por el lugar y había prendido fuego a toda la montaña, sé bien que se percató de mi presencia, pero lo que realmente me intrigo, es que aun sabiendo aquello, no tuvo el más mínimo interés de venir hacia mí, ¿Qué es lo que realmente está planeando?

Sonreí negando; Liú Huó siempre ha sido de mi interés, un mortal que dio su alma solo para revivir un amor que jamás fue. ¿No es totalmente descabellado?, un simple amor de juventud volviéndose tan poderoso que cambió por completo la vida de un simple mortal y de toda la existencia. Liú Huó, el dios del inframundo, el ser más temido, siendo el simple esclavo de un cuerpo inerte, de un ser gélido y sin vida. El esclavo del loto blanco; «risa suave», es totalmente irónico.

«Lamentablemente, ese pequeño Loto, jamás debió nacer».

Me senté en posición de loto y junté todo rastro de energía que quedaba en mí, los gritos de dolor y la sangre jamás fueron de mi agrado, necesitaba salir cuanto antes de este catastrófico lugar. —Déwēi zhǔ, tiene que salir, el fuego casi cubre toda la montaña, no podré cubrir esta ala por mucho tiempo.

Abrí lentamente mis ojos mirando a la mujer frente a mí y sonreí levantándome con lentitud. —Oh, así que eras tú, Zhòu Yān.

La mujer frente a mi bajo su mirada e intento esconder su cabeza entre sus hombros. —Lo siento, cause problemas, yo...-

Me acerque lentamente a ella y pose un dedo en su mentón levantando su mirada. —Vamos, mi pequeña araña, no tengas miedo, ¿Sabes lo que has hecho mal?

Sus ojos denotaban angustia y terror, pero asintió en respuesta y soltó un leve susurro. —Sí...

Sonreí tétricamente y apreté con fuerza su mentón, hundiendo mis dedos en su blanquecina piel. —Bien, entonces, si sabías que hacías mal, ¿Por qué demonios lo has hecho?

Su cuerpo tembló y su voz salió con leves tartamudeos. —Lo siento amo, yo, yo... él me pudo destruir con un solo dedo, tuve miedo...

Solté su cara con brusquedad y la miré con altivez. —Oh, ya veo, él te da miedo, entonces, prefieres morir por mis manos que dan menos miedo, ¿es así?

Bai Lian HuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora