Título: Bái Lián huā
Sinopsis:
Liú Xīn es el guardia personal del príncipe Xuě Tiān, proveniente de un linaje de guerreros que ha servido al imperio de Wuya. A diferencia de sus antepasados, Liú Xīn, odia servir al consentido príncipe heredero y bu...
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La vida había jugado en negro con mi destino, mi piel y mi suerte estaban marcadas desde el momento que nací, pero no fue hasta que aquella mujer dio la noticia de portar al segundo hijo del emperador jade, que el caos dentro de mí se desató. Mi padre, el gran soberano, el emperador jade, siempre tan grande, tan sublime... No era nada más que mentiras, un vil y calculador ser, que desprecia a su esposa, a su gente y a todo ser que lo rodea; porque nadie es más poderoso que él, porque se siente tan superior que se cree con el derecho a manejar y manipular la vida de todo ser vivo bajo su existencia, tal como lo hizo conmigo durante tantos años, como aún cree que lo hace.
Habían pasado unos cuantos días de mi nombramiento cuando el emperador jade anuncio el nombramiento de la concubina Xiāo Lían, aquella mujer que condeno para siempre mi destino. Nombrada consorte imperial, dejándola un paso bajo mi madre solo por título, todos en el reino celestial sabían que ella era la favorecida del rey y que este nombramiento sería una pronta destitución para la emperatriz actual.
La humillación y el dolor que causo durante tantos años no había sido suficiente para él, se dedicó hacer desde que tenía uso de razón nuestra vida totalmente un infierno. Éramos el hazmerreír de los cielos, éramos el hazmerreír de los tres reinos y seguía denigrando a la única persona que me había tratado con amor, seguía menospreciando a la única mujer que firmemente se paraba a su lado aun cuando los murmullos resonaban en todos los pasillos del palacio celestial. Su esposa, era la emperatriz de todo el imperio celestial, pero para él no era más que un chiste, un chiste digno de pisotear las veces que sintiera necesario.
Muchas veces y por mucho tiempo le había reprochado a mi madre haber tenido aquel amorío con el rey del inframundo, miles de veces le adjudiqué todo mi dolor a su desliz con aquel ser; pero a medida que pasaban los años, a medida que veía la frialdad de aquel hombre en sus ojos, pude entender, pude entenderla y mi corazón dolió con más fuerza.
Él me mantuvo vivo, no porque fuese inocente de los actos de aquellos, sino porque de esta forma reafirmaba su poder; podría humillar con tranquilidad a mi madre y sometería a mi verdadero padre a la desgracia. Al final, todo saldría como quería, sería el gobernante más temido y respetado, el único con el poder de someter a los tres reinos. Y ahora, con un hijo propio, con su verdadero heredero, yo y mi madre seriamos totalmente descartados. Él terminaría de regir por completo y marcar su magnificencia como el ser más poderoso y glorificado en toda la historia desde el principio de los tiempos. Fue así como mi odio y repudio a aquel hombre termino por nacer, toda pizca de esperanza en aquel ser cruel y despreciable, termino por mermar completamente y dio paso al nacimiento del hijo de Huáng Dì de Dì Yù, dio paso a mi verdadero ser.
-¡Er-zi!, ¡Er-zi!, no puedes hacer eso, si él lo descubre, tu vida correrá peligro, entiende cariño.
Mire a mi madre con ira en los ojos, había decidido derrocar al propio emperador, ya por los pasillos del gran palacio corría el rumor de que mi título como príncipe heredero sería abdicado apenas el hijo de la consorte Xiāo Lían naciera. No podía esperar a que ello pase, por lo cual mi primer paso sería eliminar a la consorte y al engendro que traía con ella. -¡¿Peligro, madre?! Y dime, ¿Cuándo mi vida no ha corrido peligro en este lugar?