Llevábamos algunas horas en el plano celestial, Lí Sǒng había decidido por su cuenta seguir al príncipe Fu cuando lo vio sospechosamente salir del ala restringida. De todos en el plano celestial, de quien menos podría sospechar es de Tiān zi. A pesar de ser el príncipe heredero, todos saben que su poder espiritual es mínimo y aun cuando es un dios por nacimiento, Tiān zi siempre se ha caracterizado por su bajo perfil y su torpeza. Entre todos los seres celestiales, él, siempre ha mostrado ser merecedor de su lugar, es el más puro en todo el reino, pero Lí Sǒng siempre duda de quien no debe hacerlo, tal como duda de Tai gōngzǐ. —¿Dónde rayos te metiste Lí Sǒng?
Camine sigilosamente por los pasillos internos del palacio celestial. Dioses como nosotros, no tenemos permitido entrar en ciertas alas internas y raramente somos llamados al salón real a discutir incumbencias del plano celestial. Aunque no somos dioses novatos, somos dioses ascendentes, no nacidos en el plano celestial y las clases jerárquicas del imperio Jade. Estas son incluso más marcadas que en el plano mortal, cualquier niño nacido en los cielos, está por sobre cualquier Dios ascendente, sin importar la diferencia de edad, el rango, incluso el poder de este mismo. Y es tan fácil como hacer enojar a un niño, para pasar de ser un dios adorado, a ser un gran mendigo en el plano mortal durante toda una vida mortal. Aunque eso es un castigo suave ante las temibles leyes de los cielos, y a pesar de que son estas reglas las que mantienen una armonía entre la codicia de los dioses, también deja ver la cara de injusticia por parte de algunos. A veces los cielos pueden ser más tenebroso que el Dì Yù mismo. —Diosa Yáng, no sabía que había vuelto de sus aventuras en el plano mortal, ¿Ha sido usted citada también, podríamos ir juntos a los aposentos de la reina?
Mi cuerpo se congeló completamente al escuchar la vos del dios de la tierra, y me giré lentamente mirándolo a los ojos y haciendo el mayor esfuerzo posible para ocultar mi nerviosismo. —Dios Ming
Hice una leve reverencia y sonreí. —Realmente acabó de volver, esta vez recorrimos la capital de BáiYù, por desgracia, nos vimos en varios contratiempos y no pudimos disfrutar bien el viaje.
Él se acercó lentamente mirándome con seriedad y sonrió socarronamente. —Escuche que viajaba con más de una compañía por tales lares, incluso escuche el ilógico rumor de que la Diosa Yáng viajaba al lado del Wàng de Dì Yù.
Me miro escudriñando sigilosamente. Me aleje un poco de él, saque mi abanico y sonreí. —Oh, veo que el ocio en los cielos es cada vez más desmedido, inventar tales falacias ¿En la historia, alguna vez ha escuchado de tal artimaña, dios Ming?
Él sonrió entre dientes y hablo de la misma forma, casi sin modular, denotando palpablemente su molestia. —No, claro que no mi señora.
Sonreí y lo miré fijamente. —Tal como el dios Ming dijo, rumores ilógicos, inventados por personas que no tienen mejor uso de razón. Ahora, si me disculpa, he sido llamada a los aposentos de la concubina Yú, creo que no podré acompañarle a ver a la reina, dios Ming.
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Bai Lian Hua
RomanceTítulo: Bái Lián huā Sinopsis: Liú Xīn es el guardia personal del príncipe Xuě Tiān, proveniente de un linaje de guerreros que ha servido al imperio de Wuya. A diferencia de sus antepasados, Liú Xīn, odia servir al consentido príncipe heredero y bu...