Capitulo 29

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Becky

Una cama desconocida, una ventana no tan grande por la cual entraba la poca luz del día que había, unas paredes azules con varios cuadros colgando y una maquina conectada con cables que daban a mi mano. Una opresión en mi pecho y un dolor en mi costillas el cual parecía no querer cesar; cerré mis ojos con fuerzas para abrirlos luego con algo más de noción. Giré mi cabeza a ambos lados buscando señal de una persona, pero me encontraba sola, mi cabeza parecía querer explotar, me dolía mucho y escuchaba un pitido en mi oído izquierdo.

—Uf... —hice un quejido cuando me intenté parar y todos mis huesos sonaron—. Joder, que maldito dolor de cabeza —gemí.

Recordaba poco del porqué estaba aquí, sólo ventanas rotas, a Jane con un arma y yo en una entrada de pánico. Ya sentada en la cama con lo pies fuera de esta, me quedé ahí procesando todo. Esto está pasando desde que él está fuera, pero ¿qué quiere de mí? ya no tengo nada, tomó todo sin permiso, me arrebató mi infancia, adolescencia e inocencia; tomó todo lo que por derecho me pertenecía a mí.

Ese mensaje todavía rondaba mi mente, y cada vez que pensaba en él sentía espanto, desde ese día me pareció notar algo raro. Estaba muy cambiado, más viejo, eso es claro. Pero había algo en su mirada lo que me pareció imposible de descifrar, una sensación más allá de la maldad. Y el como se quedó mirando a Freen. Porque eso lo noté, se le quedó mirando como si fuera alguien conocido. Bufé.

Tengo miedo de que se vaya contra ella, por eso mismo necesito verla, necesito contarle todo lo que pasó y si es necesario, que se deje cuidar por un guardaespaldas, porque no hay nada que me interese más que su bienestar.

—¡Becky, dios, que bueno que te despertaste! —una Jane corrió hasta donde yo estaba, y justo cuando vi que se acercaría, yo elevé mi mano.

—No —tosí, sintiéndome sin fuerzas—. Quédate ahí, no te acerques.

—Lo siento... voy a buscar a Irin, espera —salió corriendo, dejándome con las palabras en la boca.

Irin ahora mismo debe estar hecha una furia. Y no me equivoqué, entró a la habitación del hospital dando fuertes pisotones, y más detrás entró Jane con ¿Seng? ¿Qué diablos hacía ese aquí? y automáticamente se respondió mi pregunta, Freen estaba con él, su rostro mostró alivio en cuando me vio y yo sonreí, porque me relajé más, y olvidé por completo cualquier dolor que tuviera mi cuerpo. Mis ojos y mente solo se centraron en ella.

—¡Eres tonta! te dije que lo mejor era ponerte gente que te cuidara —gritó mi hermana por toda la habitación—. Pero no, te crees superman, y no, Rebecca. No eres un jodido super heroe.

—Cálmate, Irin —esa fue Noey, ¿cuando entró? ¿Y qué diablos hacían todas estas personas aquí?

—Sálganse todos y déjenme a solas con mi hermana, todos menos Jane —miré mal a Seng, ganándome una mirada socarrona departe del idiota.

—Becky —me llamó Jane, la miré—. Perdona el hacerte todo esto, no quería causarte un desmayo al acercarme a ti —se excusó. Miré a Freen la cual miraba a Jane con confusión y al mismo tiempo enojo ¿estaba celosa?

—No te preocupes por eso ahora.

—Ejem —esa fue Jane, la cual se cruzó de brazos mirando a Freen—. Dijeron todos.

Freen resopló, tenía una idea de lo poco que le estaba gustando esto, pero era necesario que saliera.

—Yo te espero fuera —le dije Noey a Irin.

—Espera —detuve a la chica—. Quédate, por favor.

Cuando Seng y Freen salieron y me quedé con las personas que quería, me dispuse a hablar.

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