დ . 𝟑:𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐃𝐞 𝐂𝐞𝐫𝐞𝐳𝐚 .დ

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Shin veía el calendario con preocupación, dentro de una semana empezaba su semana de rut, y podía notarlo ya que empezaba a lubricar más, y su cuerpo pedía más contacto, y por si fuera poco, su olor empezaba a volverse aún más intenso. Y lo peor del caso, es que en esa misma semana, empezaría la semana de exámenes, a la cual no podía faltar claro.

Esto era un problema grave.

Debido a que su olor se iba a volver aún más fuerte de lo que es, podría pasar peligro en la calle, incluso en la misma Academia. Y, aunque sus amigos sean betas, tampoco es que ante la fuerza de un alfa queden completamente muertos, pero si lo suficientemente heridos como para que logren aprovecharse de el.

En ese momento, recordó a su único amigo alfa, su salvación.

Umeji.

[🌙🌙🌙]

Shin llegaba a la Academia cabizbajo. Como era de esperarse, llamaba la atención de todos los alfas los cuales estaban locos. Diciendo que amaban el olor a dulce de cereza que desprendía Shin ese día. Eso solo podía significar una cosa para los alfas, aquel omega pronto entraría en celo.

A pasos rápidos, e intentando esquivar a todos los alfas que podía oler, se cambió sus zapatos y se fue a su salón rápido, y dejó sus cosas. Como era de esperarse, fue a su club, el cual era el club de ocultismo, y saludo a su amigo. En tan pocos minutos, su olor ya recorría todo el club. El único omega integrante del club era el, por lo que a sus amigos les resultaba muy empalagoso y dulce debido a que eran betas. Por lo que decidieron dar su recorrido común, en el cual se encargaban de buscar alguna actividad paranormal en la Academia.

Shin iba entre ellos, sus amigos, más que compañeros del club, eran sus guardaespaldas, por lo que se fijaban bien en cada alfa que pasaba, para poder asegurarle a Shin que ninguno de ellos era una amenaza.

Justamente, pasaron por la zona del incinerador. Y ahí estaba Umeji, a quien quería ver. Tomó a Chojo del brazo, para mirarlo y susurrarle lo que iba a hacer en su oído. Chojo era quien mayormente lo cubría, por lo que con miedo y con un remordimiento de que si algo le pasaba, se iba a matar, aceptó que Shin fuera a hablar con Umeji.

A pasos cortos y pequeños, Shin se acercó a esa peligrosa zona. Los delincuentes, se deleitaron viendo el dulce omega estar cerca de ellos, y se emocionaron más a un cuando comprobaron que el iba hacia ellos. Aullaron como locos, cuando el dulce aroma de Shin llegó a sus cosas nasales. Este se paro al frente de ellos, agarrando su brazo y mirándolos con miedo.

—¿Que sucedió gatito?, ¿Te perdiste? —Dijo Gaku, mientras se ponía al frente de el, soltando sus feromonas las cuales disgustaron al pequeño omega.

—Q-quiero hablar con Umeji... —Dijo Shin en voz baja, para mirar con miedo a los 4 alfas que estaban delante de él.

—¿Y por qué mejor no hablas con nosotros?—Dijo Hokuto, para acercarse a Shin—Aunque no lo creas, yo tengo los mejores temas de conversación~...

—Dejenlo—Dijo Umeji con autoridad—¿No me escucharon?, Que lo dejen! —Volvió a repetir.

Los 4 alfas se quejaron y se alejaron de Shin. Umeji le dio un golpe a Hayanari, el cual estaba gruñiendo como un loco, y agarro a Shin de la muñeca para llevárselo lejos de ahí. Llegaron hasta una banca cerca de una fuente, y se sentaron en ella.

—¿Que es lo que pasó para que me fueras a buscar así? —Dijo Umeji, para mirar a Shin en busca de una explicación.

—Bueno... Dentro de una semana es mi Rut.... —Dijo Shin, para dejar sorprendido a Umeji—Y me preguntaba si... Esa semana, tu podías estar conmigo...—Dijo Shin, y en ese momento Umeji se quedó sin palabras.

Lo único que pensaba Umeji, era que Shin quería pasar su celo junto a él. Umeji se sentía totalmente avergonzado, y para colmo, se lo estaba pidiendo el omega más codiciado de la Academia. Ok, ok, tampoco es que no pudiera rechazar tal oferta, pero tampoco es que sintiera la necesidad, o si?, la mente de Umeji era un caos.

—¿Umeji? —Dijo Shin, mientras pasaba su mano ante el rostro de este—Mmm... Tierra llamando a Umeji—Dijo Shin, para chasquear sus dedos.

—Ah, si!, ¡No hay problema! —Dijo Umeji avergonzado, para rascarse la nuca—Pero, ¿A que se debe eso?.

—Bueno, la próxima semana empiezan los exámenes, y entonces yo tengo que venir si o si, y pues, no quiero que me pase algo malo, por lo que me preguntaba si podías ser como un tipo de... Guardaespaldas? —Dijo Shin avergonzado, sintiendo pena de su petición.

En ese momento, Umeji se sintió en cierta parte aliviado. Se sentía bien al saber que Shin no lo quería para eso, aunque, con una pizca de decepción claro. Por lo que simplemente suspiro.

—Claro, no pasa nada, yo puedo ser tu guardaespaldas por esa semana, o si quieres, tal vez podamos empezar hoy—Dijo Umeji, para mirar al piso—No fue muy amigable lo que pasó ayer con esos alfas...

—Gracias—Dijo Shin, para abrazar a Umeji.

Umeji se sentía raro, el olor de Shin lo mantenía bobo y se sentía muy estúpido ante la presencia del omega. Y en cambio Shin, por primera vez pudo oler un aroma tan agradable, y era el que desprendía Umeji. Su olor era como a menta y pinos, algo muy agradable para Shin, el cual estaría todo el día pegado a Umeji si es de ser solo para poder olerlo. Y en cambio Umeji, se sentía muy nervioso ante el olor del omega, no quería perder el control, quería mantenerse firme y sereno ante las olas de placer que ese dulce aroma mandaba a todo su cuerpo.

Shin se separó, para mirar a Umeji directamente a los ojos. En ese momento ambos pudieron sentir un tipo de click, y corrientes eléctricas recorriendo sus cuerpos. Y sus lobos, solo pudieron decir una cosa:

"¡Es el!, ¡Nuestro mate!.

❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora