➳༻ 𝟏𝟐:𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞𝐬 𝐒𝐞𝐧̃𝐚𝐥𝐞𝐬༺➳

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Shin se había sentido un poco mal por el resto de la semana, pero no le prestó mucha importancia debido a que pude haber sido el estrés o incluso una de las enfermedades que solían darle por ser Omega, por que recordemos, ellos son muy sensibles.

Estaba con su mamá en la Sala, viendo fotos familiares como lo solían hacer a menudo. Una de las fotos, le llamó mucho la atención a Shin, la cual era la de un hombre alto y robusto, junto a su mamá.

-Mamá, ¿Quien es el? -Pregunto Shin, mientras seguía viendo la foto.

-Es un amigo, lo conocí cuando salí embarazada de ti, pero bueno, quieres que cocine o pedimos comida? -Dijo Keiko, mientras dejaba un beso en la frente de su hijo.

-Me gustaría comer hamburguesas, podemos pedirlas a domicilio? -Preguntó Shin, mientras sonreía.

Shin solía beber antojo de comer muchas hamburguesas, pero eso siempre pasaba en el después de su época de celo, así que no se preocupaba. Su olor era aún más dulce sin necesidad de estar en celo, y solía preguntarse, ¿Acaso fue por estar con un alfa?. No le prestó más importancia, se echo en el sofá mientras veía aquella foto, sentía que había visto esa foto en algún lado, pero no recordaba en donde.

-Total, mi mamá nunca miente-Dijo Shin, para dejar la foto en su lugar y tomar su teléfono.

[☀☀☀]

Umeji estaba sentado en la mesa del comedor comiéndose un sándwich mientras veía videos en su celular. Al comedor llegó Aiko, la cual al ver a su hijo tan tarde en el comedor empezó a reír, mientras se sentaba al lado de Umeji.

-Debes ir a dormir-Dijo Aiko, mientras le robaba un pedazo de jamón al sándwich de Umeji.

-Mhg, solo como y me voy a dormir-Dijo Umeji, para volver a morder el sándwich.

-Debes comer a tus horas, no a media noche, recuerda que te quiero, ve a dormir-Dijo Aiko, para dejar un beso en la frente de su hijo e irse del comedor.

Umeji se quedó en su lugar, procesando todo lo que le había dicho su mamá. Después de tanto tiempo...

Su mamá volvía a decirle un simple "te quiero".

[🍬🍬🍬]

-Estoy cansado-Dijo Riku, mientras se acostaba en la cama-Gaku, hazme un masaje en la espalda, puedes? -Dijo Riku, mientras sonreía.

Gaku se acercó a el, pasando sus manos por toda la espalda del omega mientras cumplía con la intención inicial, un masaje, el cual empezó a volverse un poco más intenso a medida que Gaku bajaba sus manos hasta las caderas de su omega, acercó su nariz al cuello del menor, para inhalar el dulce aroma de Durazno que este desprendía.

-Mi lazo... -Dijo Gaku, para dejar un beso en el lugar de la marca, haciendo reír a Riku.

-Mi alfa...

[🌙🌙🌙]

Shin llegó a la Academia a pasos cortos pero feliz. Se había levantado con buenos ánimos, por lo que esperaba que todo el día estuviera a su lado para que no le pasará nada malo y terminará en un mal día.

Fue a dejar sus cosas en su salón, y después se fue a su club. El día iba tranquilo, varias veces Shin se había topado con Umeji, pero la única comunicación que tuvieron fue la del lazo. Shin solía sentirse mal, unos pequeños mareos y unas cuentas náuseas, pero supuso que tuvo que haber sido por que no le había dado tiempo suficiente para desayunar ese día. Por lo que siguió con su rutina normal, algo que percató Shin ese día, era que los alfas no le tomaban tanta importancia a su presencia, agradeciendo mucho eso.

Sus amigos le decían que su olor era más dulce, pero entonces, si su olor era más dulce, entonces por que los alfas no se volvían locos como antes cuando el estaba cerca?. Dejó de prestarle atención, para seguir con su día, hasta que un fuerte mareo invadió su cuerpo, esta vez era peor.

Las náuseas crecían dentro de él, mientras se mareaba cada vez más, y por último, ante casi todos los presentes que lo veían, cayó al piso.

[🌙☀🌙]

Shin estaba en la enfermería, Umeji lo veía desde una silla la cual estaba al lado de la camilla. Al tener el lazo, pudo sentir como Shin empezaba a sentirse mal, y entonces, salió a buscarlo. El también se sentía un poco mareado y con náuseas, pero nada que no le haya pasado antes.

Shin estaba dormido, parecía un muñeco de porcelana, con sus finos labios rosas mientras su pecho se inflaba levemente cada vez que respiraba. Umeji recorrió su mirada por el pequeño cuerpo del omega, recordando todo lo que habían hecho hace muchos días. La enfermera veía a la pareja de lejos, mientras sonreía y se enternecia por la escena. Se acercó a los dos, para mirar a Shin.

-Deberás esperar un rato-Dijo la enfermera-¿Te quedaras hasta que despierte? -Dijo la enfermera, mientras veía a Umeji.

-Ah, si, si... -Dijo Umeji, mientras veía a Shin.

-Que lindo es el amor-Dijo la enfermera, para dejar solo a Shin y a Umeji.

Umeji quedo con sus palabras en la boca, y entonces, miro a Shin nuevamente, el cual aún seguía descansando sin remordimiento alguno. Suspiro, para pasar sus dedos por la mejilla de Shin, sonriendo, mientras veía a los lados para acercarse a los labios de su amado, y dejar un beso.

-Mi Luna... -Dijo Umeji, para sonreír.

Lo que ninguno de los dos sabía, es que lo que provocaba esos síntomas en ambos no era cualquier cosa, si no un pequeño aviso, y que tipo de aviso?.

El aviso de que algo estaba creciendo dentro de Shin.

❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora