❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁

ღ 𝟏𝟒:𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐨𝐬 ღ

Aiko tenía a Shin en la puerta del cuarto de su hijo. El Omega se sentía nervioso, debido a que ahí estaba su amado en celo. Si, el quería ayudar a Umeji, pero tenía miedo de que fuera muy agresivo debido a su lobo.

Shin, con manos temblorosas, abrió la puerta. Y entró, el cuarto estaba lleno de las feromonas de Umeji, y el alfa, pudo detectar al Omega al sentir su olor a cerezas de inmediato. Su lobo gruño, queriendo tomar a ese preciado Omega el cual estaba en esa habitación. Su lobo término tomando el control, y se quitó todas las sábanas que tenía encima y miro al omega, tentado y con mucha necesidad.

Shin miro a Umeji un poco asustado, pero se quedó en su lugar, viendo como Umeji se acercaba a el, y lo arrinconaba en toda la pared. Umeji empezó a olfatear el cuello de Shin,percibiendo sus dulces feromonas las cuales lo volvían loco. Empezó a quitarme la ropa al Omega, dejándolo sin su parte de arriba del uniforme, paseando sus manos por todo el cuerpo del omega.

Empezó a lamer el pecho de Shin, viendo así el molesto collar del club de ocultismo el cual este poseía en su cuello. Con rabia, empezó a jalarlo en busca de romperlo, pero Shin no se lo permitió, haciendo gruñir al alfa. Umeji cargo a Shin, para llevarlo hasta su cama, lo dejó en esta, y se tiró arriba de el para empezar a besar a su omega.

—Mio... —Dijo Umeji, mientras empezaba a dejar mordiscos y chupones en el pecho de Shin—Tan jodidamente mio... —Dijo Umeji, mientras bajaba su cabeza, dejando besos por todo el abdomen de Shin.

Shin ante eso solo podía soltar pequeños jadeos, los cuales provocaban aún más a Umeji. Este subió nuevamente, para darle un apasionado y fogoso beso a Shin, el cual intentaba corresponder. Umeji empezó a quitarle los pantalones a Shin, mientras intentaba hacer lo mismo con el collar de Shin, intentar romperlo. Cuando se separaron, el omega le dio un pequeño golpe.

—¡No lo rompas! —Dijo Shin enojado.

—Tks... Quiero que te lo quites—Dijo Umeji, mientras gruñia.

Shin negó, y Umeji solo gruño. Se acercó a los labios de su omega para poder besarlo tanto como lo deseaba. Y después, empezó a bajar su mano hasta el trasero de su omega, apretandolo a su gusto mientras se seguían besando.

Umeji y Shin iban a hacer lo mismo que la última vez, solo, que esta vez, Umeji era quien estaba en celo. Umeji volteo a Shin, poniéndolo en cuatro, disfrutando de la hermosa y espléndida vista que le brindaba el omega. Se mordió el labio, para pasar sus manos por las anchas caderas de Shin y tocar su gran y redondo trasero, para bajar sus pantalones. dejando a Shin en ropa interior.

Umeji hizo el pantalón a un lado, y después bajo la ropa interior de Shin. Umeji se sentía en la gloria al ver a ese pequeño omega tan sumido ante el, y ante su toque. Le encantaban las feromonas que desprendía y se sentía cada vez más excitado.

—Ahora... Eres mio... Y yo soy tuyo...

[🌙☀🌙]

¿Quien lo diría?.

Nadie llegaría a pensar que un vándalo y un chico tan pequeño y sumiso se relacionaran así. Shin gemia a gritos, pidiendo cada vez más y más, mientras que Umeji solo atinaba a complacer a su hermoso omega.

—Nhg~... Ah... A-alfa—Gimio Shin, mientras era embestido por Umeji.

Este no se aguanto más tiempo, y empezó a hacerlo como sus deseos se lo mandaban. Quería marcar a ese pequeño omega, quería hacerlo, pero cuando quería hacerlo, su razonamiento atacaba y le prohibía hacerle caso a su lobo. Haciendo que Umeji se retractara ante marcar a su omega, por lo que solo se encargaba de lo que en verdad había ido Shin, para ayudarlo con su celo.

El pequeño omega gemia mientras se acercaba a los labios de su alfa, para probarlos, y morderlos un poco. Umeji, tentado y cegado por el placer empezó a ir más rápido, haciendo gemir más al pequeño omega que tenía debajo de el. Shin se aferraba a su espalda, clavando sus uñas, hasta que se corrió, apretando cada vez más, haciendo que Umeji se corriera.

Exhaustos, se tiraron en la cama a descansar. Shin era un desastre, y solamente se quedó dormido. En cambio Umeji, sonrió, mientras dejaba un beso en la frente de su omega y cubría con las sábanas de la cama a ambos, ya que empezaba a hacer frío.

—Mi dulce Luna... —Dijo Umeji, para abrazar a Shin.

Nota:Se que es corto, lo siento.