❂𝟏:𝐂𝐮𝐢𝐝𝐚 𝐭𝐮𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐚𝐥𝐝𝐚𝐬 ❂

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—Señora, está consciente de lo que dice esos papeles que están en sus manos, señorita Higaku? —Dijo el doctor, para mirar a la señora Keiko.

—Si doctor. Estoy muy segura de la responsabilidad que lleva estos papeles—Respondió Keiko, para tomar los papeles y meterlos en un sobre.

Hoy era el cumpleaños de su único hijo, un pequeño de melena añil y un poco rizada, junto a unos ojos extremadamente morados, y por regalo, le llevaría la prueba de sus exámenes de género. Ella abriría esos papeles junto a su hijo de 15 años, el cual estaba a poco tiempo de tener tal vez su primer celo, y el saber antes su género para comprarle sus supresores adecuados y también varias cosas que ayudarían a su hijo, ya sea omega, alga o incluso un beta.

—Gracias doctor, nos vemos después—Dijo Keiko, para levantarse e irse del consultorio.

Todo estaba bien, ella era una beta, y esperaba que su hijo fuera por el mismo camino. Llego a casa, para encontrarse con su lindo niño, el cual estaba viendo una película.

—¡Mamá! —Dijo aquel niño, para acercarse y abrazar a su mamá—¿Ya fuiste por los exámenes?, ¡Quiero leerlos!—Dijo el pequeño chico de cabellos añil, con emoción de saber a qué especie pertenecería.

Keiko se sentó en el gran y lindo sillón de la Sala, para luego sentir como su hijo se sentaba junto a ella. Ella abrió el sobre, para sacar aquellos papeles que se había negado a leer en el consultorio.

—Mi pequeño Shin, prometo que lo que sea que salga en estos exámenes, no me importara y seguirás siendo mi hijo—Dijo Keiko, para dejar un beso en la frente de Shin.

—No te preocupes mamá, veras que seré un buen beta, o menos aún, un gran alfa para poder defenderte! —Dijo Shin, para abrazar a su mamá.

Esta sonrió, para sacar los papeles y empezar a leerlos.

—Resultado... Especie perteneciente... ¿Qué? —Dijo la señora Keiko—Oh Dios mío...

—¿Que pasa madre?—Dijo Shin, para tomar los papeles, y leerlos—Especie perteneciente... ¡¿Omega?!.

Los papeles se encontraban en el piso. Shin veía los papeles con preocupación y decepcion.

—Shin, mi niño, ser omega no es malo...

—¡No quiero ser omega! —Dijo Shin, para salir corriendo hasta su habitación.

—¡Hijo!, ¡Mi niño ven aquí! —Dijo la señora Keiko, para salir corriendo detrás de su hijo.

Esto había sido un golpe duro para ambos.

[🌙🌙🌙]

Keiko entró a la habitación con una bandeja de pastillas en su mano. Un mes había pasado desde la revelación de que Shin era omega, y ahora estaba sufriendo las consecuencias.

Su primer celo.

Esto era horrible para el. Su cuerpo se había calentado hasta más no poder, y sentía que podría quemar a alguien con tal solo tocarlo. La ropa era un total estorbo, y cada roce involuntario con cualquier cosa, e incluso con su propia ropa, lo hacía gemir involuntariamente. Eso era lo peor, su lubricante natural de omega siempre mojaba su ropa, y su olor estaba por todas partes.

Keiko miro a su hijo enrollado en sus sábanas, para acercarse con una pastilla y agua.

—Ten, es un supresor de omega, te ayudará con tu celo y disminuirá tu olor—Dijo Keiko, para acercar la pastilla a la boca de su hijo.

Shin no lo dudo ni un segundo, y se tomó el supresor de una sola vez. Haciendo reír a Keiko, la cual dejó un beso en la frente caliente de su hijo.

—Te quiero mucho, por ahora... Descansa.

[🌙🌙🌙]

Estaban los dos en el hospital. Shin en una camilla con la cara totalmente hinchada, mientras le inyectaban un anti-alergico.

No sabían que pasaba. El había comido algo que le causó tal alergia?, eso tenía preocupada a Keiko. El doctor entró, dejando ver unos papeles en sus manos.

—Déjenme decirles que... Su hijo tendrá que tener unos supresores especiales. Ya que en su lista de alergia, sale que es alérgico a los supresores. Tampoco es que se tenga que inyectar estos supresores todo el tiempo, solo en su época de celo y una vez al día, no ayudará con su olor, pero si con sus síntomas. Así que le haremos una prueba, para saber si no es alérgico a esas pastillas raras las cuales ocultan el olor de los omegas.

[🌙🌙🌙]

Oops, mala suerte para el pequeño Shin.

Había resultado alérgico a casi todas las pastillas que se le recetaban normalmente a los omegas, menos a la inyecciones las cuales lo ayudaban en su celo.

Tres años habían pasado, y Shin tuvo que ser trasladado a otra Academia debido a su fuerte olor a cerezas. A sus 16 años, ya se había cambiado de colegio tres veces, llegando a Academia High School, en donde se me aceptó debido a que ya sabían como manejar estas situaciones, ya que habían otros omegas con lo mismo.

Claro, el se sentía severamente engaño, debido a que esos omegas no tenían un olor tan fuerte como el de el. Shin no llamaba la atención a simple vista, si no su olor. El cual volvía locos a los alfas haciéndolos hasta aullar cuando veían a ese omega llegar a cualquier lugar. Claro, otros no le prestaban atención, ya que su olor para algunos puede ser muy empalagoso, pero para la mayoría, ese era el omega de sus sueños.

Claro, olor especial, cuevas perfectas, sumiso y tímido. Era el sueño de todo alfa, incluso para los delincuentes los cuales no se molestaban en molestar a ese omega con palabras obscenas y cumplidos poco amigables.

Pero Shin, siempre recordaba las palabras de su mamá, las cuales eran:

"Siempre, cuida tus espaldas".

Holaaaa naranjitas, como están????

Yo muy bien, bueno, historia nueva waaaa.

Tenía esto planeado hace tiempo, pero w no tenía motivación, pero ahora si, y si, ya segunda historia del ship, pero esta vez es omegaverse, así que disfruten.

Gracias por leer.

Comenten si les gusta y quieren que siga!! 🍊💘

❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora