Su esbelta y pequeña figura era una de las más hermosas que podría imaginar, con una hermosa forma curvilínea la cual enloquecia a cualquiera que pudiera verla. Sus mejillas teñidas de un rojo intenso lo hacía ver provocador, tentador, satisfactorio para cualquiera que necesitara aquellos ojos morados para poder concentrarse en una sola cosa, el deseo carnal que invadía en sus más urgidos pensamientos ante la necesidad de marcar y reclamar a un omega.
Sus gemidos eran lios de saliva,y sus deseos de ser tomado incontrolables. Quería a un alfa, necesitaba a un alfa que hiciera todo el trabajo de hacerlo sentir bien. Su lubricante natural mojaba su ropa, haciéndolo sentir incómodo y mal, pero al mismo tiempo no paraba de sentirse excitado ante la idea de un alfa para satisfacerlo solo a el. Su cuerpo caliente lo hacía sentir como si se estuviera quemando vivo, haciendo arder su vientre como nunca antes se lo había podido imaginar mientras gemia buscando algún tipo de contacto que no fuera el de su ropa o suyo, quería el contacto de un alfa, pero no el de cualquier alfa.
Si no del causante de todas aquellas sensaciones, Umeji.
Si, aunque suene tonto, así era. Shin obviamente seguía en celo, pero lo que más lo volvía loco en esa época del mes era que el olor de Umeji estaba en esa chaqueta, la cual no paraba de olfatear mientras hacía lo mismo que el domingo con la misma almohada. Esta tenía la chaqueta de Umeji amarrada, la cual tenía en toda su cara mientras deliraba ante el olor de menta y pinos, mientras la parte baja de la almohada rozaba con su entrepierna y lo hacía querer y más, hasta el punto en donde se empezó a sentir aún más caliente.
Tan sólo unos cuantos roces más, y se terminó corriendo. Su ropa se mojó aún más por ese líquido blanco y viscoso. Se paró, para mirar su ropa y levantarse de la cama, aun no había cesado sus deseos, pero era mejor tomar un baño y así poder dormir.
[☀☀☀]
Veía impaciente la puerta de su casa, debatiendo si debía entrar o no. La puerta fue abierta, dejando ver a un señor robusto, de cabellera castaña y profundos ojos grises. El cual se acercó a Umeji, mientras mantenía una firme posición.
—Entra—Dijo mientras abría paso.
Umeji solo camino hasta que entró a su casa, en donde estaba su mamá la cual se acercó a el, para dejar un beso en su frente y después irse a la cocina. Así lo recibía su mamá. Este siguió caminando hasta su habitación, recordando al dulce omega el cual acompaño hasta su casa. Se había quedado con su chaqueta, pero no importaba, el tenía otras para el resto de la semana.
Se acostó en su cama desganado, para cerrar los ojos y quedarse dormido, sin importarle que aún seguía en uniforme.
[🌙🌙🌙]
Shin salía de su casa, viendo a Umeji con una sonrisa mientras se despedía de su mamá. Fue hasta donde estaba Umeji, para saludarlo con un abrazo, y mientras iban caminando, Shin recordó lo de la chaqueta de Umeji. Sintiéndose avergonzado, miro a Umeji.
—D-deje tu chaqueta en mi casa, si quieres podemos ir a buscarla y...
—No te preocupes—Respondió Umeji sin mucho interés—Puedes quedartela, si quieres—Dijo Umeji, haciendo sonrojar a Shin.
Este amaba el olor a menta y pinos que Umeji desprendía, haciéndolo algo adictivo y muy bueno para Shin. Y esta época del mes, podría sentir sus necesidades hacía ese olor aún más fuerte. Quería que lo tomara, que lo marcara y lo reclamara como suyo, pero no se lo diría nunca, ya que temia ser rechazado.
Pero si es nuestro alfa... No puedes rechazarnos...
Dijo el lobo de Shin, para chillar de tristeza. Existían miles de probabilidades de que Umeji ya tuviera otro omega, y solo por querer protegerlo este con Shin, y por eso, el omega se desilusionaba. Pero, tampoco era capaz de mirar al alfa a los ojos después de lo que hizo con su chaqueta, fue inapropiado y lo sabía, pero, no podría resistirse ante tal tentación.
Llegaron a la Academia, en donde Umeji se separó de el para ir con sus amigos, y este hizo lo mismo, llegó a su club, en donde estaba sus amigos, y tan pronto como entró fue el centro de atención.
—¿Crees que no nos hemos dado cuenta? —Dijo Chojo, para jalar a Shin dentro del club.
—¿De que hablan? —Pregunto Shin, el cual estaba totalmente confundido.
—De que te la pasas con ese alfa, el Rubió oxigenado—Dijo Daku, para acomodarse sus lentes—No tienes nada con el verdad? —Dijo Daku, para tomar a Shin de los hombros.
—N-no, por que crees eso?.
—Shin, ¡Estas en celo!, ¡Estas en peligro! —Dijo Daku, mientras sacudía a Shin—Si fueras un beta como nosotros, ya te hubiera golpeado, pero golpear a un omega esta penado, así que considerate con suerte—Dijo Daku para soltar a Shin.
—Lo siento, pero es que me obligó a hablar—Dijo Chojo, mientras se ponía al lado de Shin.
—No te preocupes, esta bien—Dijo Shin, para retomar las actividades del club.
El se sentía bien con la presencia de Umeji, completó y feliz, ya que el era su mate. Pero, tenía, miedo de que Umeji ya tuviera a otro omega, el quería estar con Umeji... No, el debía estar con Umeji.
Es nuestro alfa, solo de nosotros y nadie más.
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❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁
Fanficel es Shin Higaku, un omega de 18 años con un fuerte olor a cerezas. el es Umeji Kizuguchi, un alfa con un fuerte olor a menta loco por el omega. que pasaría si llegaran a estar unidos?