❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁

✩*⢄⢁𝟐𝟎:𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝⡈⡠*✩

Shin tenía miedo. Aquel alfa que estaba arriba de el desprendía muchas feromonas realmente pesadas. Budo empezó a acariciar las piernas del omega sobre la ropa, sintiéndose extremadamente provocado por las feromonas de miedo de aquel omega.

—No tengas miedo, si me lo pides sere muy gentil—Al escuchar eso, el miedo siguió creciendo dentro de Shin.

Budo subió sus caricias hasta las partes más íntimas que tenía el omega, disfrutando de cada escalofrío que pasaba por el cuerpo del más pequeño, el cual estaba asustado, e intentaba separarse de Budo. Su olor estaba por todas partes, haciendo empeorar el estado de Budo. En algún punto, Budo no se resistió más, y su lobo fue quien tomó control total de todo su cuerpo.

Tomó las manos de Shin y las puso arriba de su cabeza, para bajar de un solo tirón los pantalones del omega, el cual grito del miedo mientras pataleaba. Budo solo se acercó a los labios del omega y lo empezó a besar con ferocidad, mordiendo hasta que se empezó a sentir un sabor metálico en sus bocas. Shin intentaba gritar, pidiendo ayuda hasta que sintió como su ropa interior era bajada de un solo tirón, y empezó a gemir del miedo.

—¡Budo! ¡Budo por favor no! —Dijo Shin asustado, mientras seguía pataleando.

Shin tenía miedo, el peor miedo del mundo. ¡Al carajo lo que le podía pasar a el! ¡Su bebé estaba peligrando! No importaba cuanto gritaba pidiendo ayuda, Budo no reaccionaba ni mucho menos le hacía caso a las palabras de Shin. Shin empezó a gritar y a entrar en un pánico aún peor cuando escucho el sonido de un cierre ser bajado, mirando el Budo el cual saco su intimidad de su pantalón.

—¡BUDO! ¡POR FAVOR NO! —Gritó Shin, pidiendo pidas por su persona.

Budo no decía nada, simplemente con su mano libre levanto la cadera del omega, y sin esperar más, entró sin ningún cuidado. Shin gritó, gritó tanto como pudo que sentía como su garganta era desgarrada de tanto gritar. Budo sin más empezó a embestir rápido y fuerte, y Shin seguía gritando múltiples maldiciones para el más grande, el cual solo se enfocaba en darse placer a el mismo.

—¡PARA! ¡ME DUELE! —Gritó Shin, sin obtener una respuesta—¡Mi bebé! ¡BUDO, DETENTE!.... ¡Estoy embarazado! —Al escuchar eso, Budo sintió un choque con la fuerte realidad.

Sacudió su cabeza con suma fuerza, para ver así al pequeño omega el cual sollozaba y se retorcía del dolor. Salió sin mucho cuidado, para guardar su intimidad en su pantalón y sentarse alejado del omega, mientras se jalaba su cabello hasta punto de que varios pelos quedaban entre sus dedos.

El había violado a un omega embarazado.

Shin como pudo se levantó, y se vistió para tomar su bolso. Budo miro como el omega se iba, y lo tomó del brazo.

—¡Sueltame! ¡Alejate de mi! —Dijo Shin, empujando a Budo para salir corriendo de la casa de este.

Tomó su teléfono, mirando la hora mientras sus ojos aún estaban empañados por las lágrimas, hasta que llegó a un parque, llorando en una banca por lo que acababa de pasar. Se sentía miserable, mal, sucio y sobre todo muy adolorido. Budo se había aprovechado de el de la peor manera, y sobre todo no paraba de llorar.

[💫💫💫]

La semana se había pasado demasiado rápido, tanto que ya era viernes. Chojo se preguntaba dos cosas:¿Por qué aún no tenía el valor de confesarle sus sentimientos a Daku? ¿Y por qué los alfas solo actuaban como urgidos?. Pues, solo tenía respuesta a una.

Daku no usaba supresores, no sabía que para ocultar su olor también tenía que usarlo, y tampoco sabía cómo controlarlo o esconderlo, por lo que su olor era algo realmente llamativo para los alfas. Se sentía muy frustrado cada vez que un alfa se acercaba a el solo para pedirle su número o una cita, o solo le decía cosas obscenas.

Si, no le gustaba ser omega.

Quería hablar con Shin sobre ese tema, pero lo sentía cada vez más distante e ido. Y cuando el quería saber que pasaba, el simplemente respondía con un "no pasa nada". Aquí había algo, y el se sentía preocupado por su amigo si se trataba de algo malo. Pero entonces, ¿Como Shin diría con normalidad que un puto alfa lo violó?. Ese era otro tema que tenía preocupado al omega, porque no sabía si decirle o no a su alfa.

Por otro lado, como ya era viernes, Chojo estaba demasiado indeciso entre declararse ese mismo día o esperar al otro viernes. Daba demasiadas vueltas alrededor del casillero del beta, sintiendo como su corazón latía con suma fuerza cada vez que veía directamente a ese casillero, sin pensarlo más, se acercó, para meter una carta por las rendijas y suspirar, recargando su frente en el casillero.

—Espero que esto salga bien...

[☀☀☀]

Gaku estaba con su grupo de amigos, mientras solo hablaba con su omega. El se sentía feliz de tener al lindo peli rojo solo para el, ya que a pesar de ya ser reclamado, como se dijo, los alfas aún se comportaban como urgidos, y querían estar con el primer omega que se le cruzaba por los ojos.

Umeji veía con atención a aquella pareja, la cual se veía muy feliz, y no dejaba ver aquella marca que reposaba en el cuello de Riku, y se imagino como se vería su linda Luna con su marca. Si, el quería marcar a Shin, y hacerle saber al mundo que ese omega era solo de el.

Como si fuera un llamado, Shin llegó hasta donde estaba Umeji. Umeji miró a su omega, y sonrió, para ir a su dirección y abrazarlo, mientras dejaba un beso en los finos labios de su Luna.

—Mi linda Luna, extrañaba verte—Dijo Umeji, bajando su mano hasta el vientre de Shin—Y a nuestro pequeño Kotaro—Dijo Umeji, dejando un beso en los labios del omega.

Para Shin, era ahora, o nunca.

—Umeji... Debo decirte algo...