❁𝑂𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝐷𝑒 𝑇𝑒𝑛𝑡𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛 ❁

『•• 𝟏𝟎:𝐋𝐚𝐳𝐨 ••』

El cansancio era tanto que Umeji sentía como era exprimido por sus instintos hasta más no poder. Shin no paraba de pedir cada vez más, llevando a Umeji a límites que ni el conocía. Shin estaba insaciable, queriendo más a pesar de casi dejar al pobre Umeji cansado, pero eran sus instintos, y en esta época del mes no podía reprimirlos.

Ambos cayeron dormidos, Shin sintiendo un dolor punzante en sus caderas, y Umeji sintiéndose como un muerto después de tanta acción. Después de una horas, Umeji despertó, se sentía acalambrado y extremadamente cansado, pero miro a Shin, el cual aún seguía dormido.

Su cabello hecho un desastre dejando al descubierto sus finas cejas y su linda frente eran poesia para los ojos de Umeji, y sus mejillas levemente coloradas tan suaves como terciopelo lo hacían querer besarlas a cada rato y todos los días. Se acercó a su novio, para dejar un beso en sus labios y seguir durmiendo.

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Gemidos era lo único que se escuchaba en aquel comedor, mientras que los responsables eran dos personas las cuales estaban haciendo cosas indecentes tan temprano esa mañana.

Un pequeño omega de cabellos rojos y ojos azules estaba aprisionado en la mesa del comedor, siendo embestido rápidamente por Gaku Hikitsuri.

Ambos estaban tan ocupados en lo que estaba haciendo que no se daban cuenta de la hora. Aquel omega, llamado Riku Tanaka, estaba tan ocupado con su alfa que no le prestaba atención a que ese día sería su primer día de clases en la Academia de su alfa, en donde podrían estar juntos.

Los espasmos de placer recorrían el pequeño cuerpo del omega, haciéndolo temblar del placer intenso que recibía con cada embestida. Recibió una nalgadas, para sentir algo caliente llenarlo por dentro, haciendo que se corriera de igual forma que su alfa y cayera rendido en la mesa, mientras sentía la respiración de Gaku en su cuello, exactamente en donde estaba la marca que los unía.

Riku suspiro, sintiendo como su alfa clavaba sus dientes en su cuello nuevamente y lo volvía a marcar.

Después de un rato, miraron la hora.

—Mierda, vamos a llegar tarde si no nos damos prisa—Dijo Gaku, para salir con cuidado del omega.

Riku no dijo nada, simplemente se bañó con su alfa y se cambiaron, para ir rápido a la Academia, en donde los estudiantes estaban llegando, por suerte habían llegado temprano. Riku se colgó del brazo del brazo de Gaku, dando a entender que ese era su alfa.

Gaku fue hasta donde su grupo de omega, presentando a su omega y este fue aceptado por todos sus amigos. Pero Umeji, estaba raro, según sus amigos. Todos se percataron de la marca de Unión que tenía en su cuello, la cual debía haberse realizado solamente por un omega.

El día transcurría normal, los delincuentes no dejaban de burlarse de Gaku y de Riku, los cuales estaban muy amorosos. Ambos eran sus destinados, por lo que rápidamente decidieron ser del otro.

A los lejos, pudieron percibir el olor de un omega, de no de cualquier omega, era Shin. Los delincuentes, sacando a Gaku del Grupo, aullaron al sentirte atraídos por ese olor tan especial, y entre ellos estaba Umeji, el cual le había ganado a cada uno de ellos. Miro a su omega, el cual a pasos cortos se acercó, llamando a Umeji con la mirada.

Umeji entendió, y sonrió, para ir hasta donde estaba Shin, dejando a sus amigos confundidos, pero menos Gaku, el estaba en su burbuja de amor con Riku, y si fuese por el, tendrían una ronda más ahí en medio de todos.

Shin miraba a su alfa, con tanta felicidad. Miro la marca que había dejado en su cuello, y sonrió, dejando en claro, que aunque la marca fuera temporal, Umeji tenía dueño, y ese sueño era el. Esos últimos tres días de su celo fueron los menores junto a Umeji, y claro, le da vergüenza recordar ciertas cosas, pero si fuera por el, le gustaría que fuera así todo el tiempo.

Umeji se acercó a el, acariciando sus suaves mejillas haciendo sonrojar a Shin. Muchos pudieron notar ciertos cambios en las feromonas de este, ya que, no sólo podían oler a Shin, si no que tenía otro olor impregnado en el, el de un alfa. Y lo mismo era con Umeji, por lo que sus amigos no terminaron dudando de que el y Shin tenían algo.

Ambos empezaron a caminar, claro, bajo una miras boba y un apretón de manos de vez en cuando, para seguir normal. Todo paso a mayores, cuando Umeji, viendo a sus alrededores, noto que no había nadie, y tomó a su omega de las mejillas, para darle un dulce y tierno beso.

Alfa...

Dijo el lobo de Shin.

Omega...

Dijo el lobo de Umeji, ¿Que era lo sorprendente de este caso?, que habían podido escuchar a sus lobos.

Y era obvio, por la Unión del lazo que había hecho Shin. Se separaron, para mirarse a los ojos, y sentirse realmente afortunados de haberse encontrado a pesar de ser dos personas diferentes, Umeji arrincono a Shin en una pared, para empezar a frotar sus narices, haciendo sonreír y sonrojar a Shin. El cual puso sus manos en el pecho de Umeji, para seguir con sus caricias y muestras de afecto.

—Sueltalo!.