Capítulo 26

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Eerin.
Días atrás...
Duele mucho... No soy capaz de expresar este dolor. Ese señor que apareció de repente a mi palacete logró atravesar mis barreras y quemar parte de mi piel.

Por suerte, logré teletransportarme lejos al precio de gran parte de mi energía. Ahora mismo me encuentro muy debilitada pero tengo a mi lado a Xana, quien lleva a cabo el proceso de recuperación con su magia feérica.

La magia feérica es la típica de las hadas y es muy versátil. Gracias a la habilidad de Xana estoy segura de que me hallo en buenas manos.

Es muy gracioso ver cómo el cabello rosado de Xana brilla cuando usa sus poderes... Bueno, igual no voy a sonreír por eso. La verdad es que esté muy preocupada por los daños que he recibido pero aún así... Tengo la urgencia de unirme con mis camaradas e iniciar el proceso de guerra.

—¡¿Ves?! — exclamó ella, viéndome con enojo y tristeza en la cara — Te dije que sería así. Esta gente no te hace nada bien. ¡Mira como has terminado!

—Ay Xana — me quejo viéndola seriamente —. No es para tanto. Pero agradeceré si te dejas de tanta molestia y me curas rápido. Tengo que ir con los demás cuanto antes.

—Sí que eres testaruda, hermana... — bufó con hastío —. ¿No irás a buscar el muchacho ese que se te escapó?

Realmente, no entiendo ahora su cambio emocional. ¿Qué hace mirándome con picardía? ¿Acaso es tonta?

—No tengo porqué buscar a Yuu. La reina me ha dicho que podía dejarlo por un tiempo — suspiro entonces pesadamente —. La prioridad ahora es la guerra.

—La reina la reina la reina — masculla el hada frustrada a mi lado —. ¿Es en lo único que piensas? — okay, es tonta —. ¿Sabes lo que creo? Creo que deberías buscar a ese chico.

—No te entiendo, Xana.

—Yo sé que quieres a ese chico, Eri. No puedo entender cómo te dejas controlar por esa mujer sin seguir tus deseos. ¿Eres tonta?

—No pienso discutir, Xana. Estaré muy ocupada como para ponerme a pensar en tus tonterías.

—Si fuera tú, me olvidaba de esta guerra estúpida y me iba en busca de ese amor que tanto anhelas.

Xana podrá ser muy linda como criatura mágica llena de fulgor y alas encantadas, pero cuando se pone molesta, se vuelve muy molesta. Llevarle la contraria en algo que ella cree fervientemente es como tirarse contra los leones a manos limpias.

—Puedes insistir lo que quieras, pero es algo imposible. Porque aunque yo sienta eso que dices, no se puede. Cualquier cosa que Yuu pudiera sentir por mí en estos momentos no es más que manipulaciones de mi magia. Él no siente nada real por mí. ¿Vale?

—Claro que sí siente, Eri. Fuera de tu manipulación, él amor que el emana por tu persona es maravillosamente grande. Sólo ve y búscalo.

—Eso no va a pasar — volteo mi rostro con mi más fría mirada —. Además, sé que él siente cosas por esa demonio. Nada se puede hacer.

—Son sólo excusas — se levanta ella y acaricia las puntas verdes y plateadas de su cabellera —. He terminado. Y quiero que sepas, te apoyaré en esta guerra pero no es lo que quiero.

—Está... Bien...

No puedo evitar balbucear. No obstante, fuera de todo, Yuulkā no siente nada por mí ni yo tampoco por él. Así de sencillo.

Estoy completamente curada y lista para el combate que nos espera. Usaré a mis ejércitos y a mis hombres de mayor confianza. Sea como sea, saldré viva de esto.

Sombras de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora