⛧𝕱𝖔𝖗𝖙𝖞-𝖘𝖊𝖛𝖊𝖓⛧

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Takemichi lo miró en completo silencio y asintió dándole otra mordida a su dorayaki, bueno se lo espero, solo que no tan pronto. Sanzu al ver como no diría nada se alzo de hombros y continuó comiendo, ambos sonrieron dejando el tema de lada, ya tendrían otra oportunidad para hablar de eso.

—creo que solo dices eso porque sabes que estoy saliendo con Mikey —le dice dándole un trago a una de las bebidas cerradas.

Sanzu lo pensó unos segundos y asintió —tal vez solo me molesta que estén juntos, seguro y no es nada.

—bien, entonces aclara tus sentimientos y luego hablamos —le dice de forma simple tirando a la bolsa las envolturas vacías.

Se quedaron un largo rato ahí hablando y jugando totalmente empapados, el rubio terminó acostado en la banca con la cabeza apoyada en los muslos de Sanzu mientras este le acariciaba el rostro cada vez que las gotas de lluvia lo cubrían por completo. Takemichi lo miraba con una ligera sonrisa y abría la boca para que este lo alimentara.

—¿Crees que kazutora es una mala persona? —preguntó takemichi cerrando los ojos unos segundos.

Sanzu le limpio el rostro con la manga de su chaqueta empapada en un vano intento por secarlo —no, creo que solo esta muy trastornado y con una mala persona guiándolo ese chico puedo matar si se lo piden. Lo he visto cuando pierde la cabeza, yo contribuyó a eso ¿lo olvidas? El día que le salto encima a Hanma tenía esa misma mirada loca, shion y yo lo estábamos molestando antes de que lo hiciera. Lo llamamos cobarde, hanma se rio y él lo atacó —susurró con calma, Sanzu sabía que no era una buena persona al igual que Takemichi también lo sabía, no olvida los videos de su hermano —Hay algo realmente mal en la cabeza de ese chico, creerme.

Takemichi se lo pensó un poco, es cierto que Kazutora tenía actitudes extrañas y jamás pensó en investigarlo antes por que se veía inocente, pero tal vez era momento de descubrir que escondía el chico detrás de esa personalidad pasiva.

—creo que es hora de volver, estoy a nada de congelarme —susurró causando una carcajada en Sanzu ante su drama.

El de cabello rosa tomó la bolsa y empezó a caminar hacia la salida del cementerio. Takemichi se levantó y salto contra la espalda del chico obligándolo a llevarlo, Sanzu sujetó sus muslos con fuerza y continuó caminando con una sonrisa en sus labios y una mirada algo perdida. Esto le encantaba.

Cuando llegaron entraron con el mismo silencio con el que salieron, el cual no fue mucho si somos sinceros, cuando llegaron al segundo piso takemichi bajó de la espalda de Sanzu y entró primero, se quito la chaqueta empapada y se metió baja las mantas aferrándose al cálido cuerpo de Mikey el cual se despertó un poco al sentirlo.

—tengo frío, no te muevas —pide enterrando su nariz fría en el cuello ajeno.

Mikey lo sujetó por la cintura más dormido que despierto y susurró: —descansa bebé.

Las manos de takemichi se aferraron al pecho del rubio y se mantuvo en silencio, Mikey era realmente cálido y cómodo para dormir, Sanzu a lo lejos solo sonreía ya acostado en su colchón. Los ojos de ambos fueron cerrándose hasta que finalmente cayeron completamente dormidos.

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