En un tranquilo y costoso barrio de la ciudad, Takemichi vivía con su hermano menor, Kisaki Tetta, de dieciséis años. Sin embargo, últimamente, algo oscuro se cernía sobre su hogar. Kisaki comenzó a llegar a casa con moretones y heridas, y cada vez...
Kisaki miraba a su hermano con indecisión —yo realmente no lo sé, todos han sido una gran basura que me encantaría desaparecerlos a todos —takemichi lo miró con una sonrisa.
—no te preocupes, yo escojo, vamos a jugarle una bromita a hanma, ya sabes el inicio de su castigo —el rubio con una sonrisa le mostró una papeleta con polvo blanco que había dentro de uno de los cojines que estaban en el sofá —¿alguna vez has incriminado a alguien con drogas? Posiblemente no, en mi escuela los mandan a un retiro espiritual, pero en tu escuela seguramente los manden a algún centro juvenil y creeme que esos sitios son una puta mierda, según me dijo satou a su primo lo mandaron a uno y por curiosidad los investigue y vaya que son una mierda, al punto en que varios pierden la cabeza y se cortan la lengua o tratan de sacerse los ojos ¿sabes que cosas podemos hacer si todos creen que hanma esta loco? Haremos que el solo se destruya de forma tan lenta que el suicidio será su única salida y eso también se lo vamos a quitar, no te preocupes eso será solo el inicio.
Kisaki estaba más concentrado en la papeleta que en el plan sádico de su hermano —¿tu consumes eso?.
—no, lo uso para incriminar gente cuando me molesta alguien —habla con un tono juguetón, si su hermano supiera la cantidad de veces que se drogo antes de follar con sus amigos quedaría traumado—¿que te parece? Si gustas podemos empezar con alguien más, emma será la última tengo un plan perfecto para ella y mikey, solo necesito tiempo para que salga perfecto.
Kisaki pareció pensarlo un momento —me parece bien, hanma es un imbécil —takemichi sonrió y asintió —gracias hermano.
—no es nada ¿te preparo algo de comer? —el de gafas asintió y ambos entraron a la cocina.
Las horas pasaron con mucha rapidez, preparon la cena entre juegos y bromas, al parecer era imposible que su relación de hermanos se arruinara, takemichi estaba muy encantado con la situación, desde hace tanto no tenía momento así con su pequeño y eso definitivamente le encantaba, mientras comían takemichi le contaba totalmente emocionado todas las veces que le destrozó la cara a los integrantes de la kanto y le habló de sus nuevos amigos, kisaki parecía algo sorprendido al escucharlo hablar de kazutora, pero no se veía incómodo.
—se que iba a apuñalar a mikey y estuvo en prisión, creo que toma terapia o tal vez no, entre más loco más sexy dice inui —habla takemichi mientras termina de servirle la comida a su hermano, kisaki lo miró sin entender —ya sabes entre más flaco y loco más grande la tiene.
Kisaki soltó una risa y negó —¡eso es asqueroso!.
Takemichi soltó una carcajada —sabes que tengo razón y ya no discutas mas, come es tarde y mañana tienes clases.
—… —kisaki permaneció en silencio un largo rato antes de hablar —¿t-tu estarás conmigo v-verdad? —takemichi lo miró totalmente sorprendido por la forma nerviosa en la que habló.
Pero sonrió y le acarició el cabello —por supuesto que si, verás que conmigo la escuela puede ser muy divertida.
—eso me encantaría —susurra con una linda sonrisa mientras mira a su hermano.
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