Al llegar al bar se encontraron con los otros dos los cuales al igual que ellos también se habían cambiando de ropa, no les tomó mucho entrar más que nada por Mikey y el terror que al parecer causaba en las calles aunque al lado de Takemichi no parecía más que un gatito en busca de mimos. Al estar dentro takemichi sonrió deseando que su plan saliera a la perfección y rompiera la confianza de los hermanos Sano para poder pasar al siguiente paso. Sonrió ligeramente al sentir las manos de Mikey meterse bajo la camisa negra que llevaba y jugar con su cintura.
-vamos por un trago -les dice Sanzu caminando a la barra.
Mikey miro a Takemichi -te dije que no vas a beber.
El de ojos azules se alzó de hombros -los cocteles de fruta sin alcohol son ricos, ven Kazutora te comprare uno.
Sin decir mas sujeto la mano del chico y lo jalo hasta la barra donde pidió dos y regreso a la mesa en la que estaba el grupo viendo con algo de asco a Sanzu el cual tenía a dos chicas en sus piernas y con ambas se estaba besando, pero al verlo se alejo de ambas y lo miro para después guiñarle el ojo.
Alzó una ceja divertido y suspiró dejándose caer en las piernas de Mikey viendo cómo la diversión de sus ojos desaparecía al instante, Kazutora se sentó en el sofá individual conversando de forma tímida con una chica que se acercó a él.
Mikey sonrió abrazándolo por la cintura y besando de forma leve su cuello -¿No que me mostrarias como bailas?
-cierto que tú eres la princesa rubia de la relación y yo el caballero de la brillante armadura -dice con burla dejando el cóctel a medio tomar a un lado -¿Bailas está pieza conmigo rubia?
Mikey sonrió divertido y sujetó su mano poniéndose de pie caminado detrás de él hacia la pista llena de gente, takemichi sonrió mordiendo el labio cuando una canción lenta y con un ritmo sensual empezó a sonar a todo volumen, ambos empezaron a moverse al ritmo de la música, en un punto de la canción takemichi se dio la vuelta moviendo su cadera contra la del rubio, el cual se mordio el labios sorprendido por lo bien que el chico se movía, aunque teniendo en cuenta lo bueno que era moviendo sus caderas cuando tenian sexo esto no era nada. Ambos se miraron unos segundos y se besaron.
-joder si bailas bien -le susurra al oído mordiendo ligeramente sonriendo al sentirlo removerse.
Bailaron por un largo rato hasta que la sed y el calor hizo efecto por lo que tuvieron que volver con su grupo donde la mayoría ya llevaba varios tragos encima, Mikey se sentó jalando a Takemichi a sus piernas aceptando el trago que un Sanzu bastante tenso le tendió, ver a esos dos bailar de esa forma le altero un par de nervios.
Takemichi volvió a tomarse el cóctel que dejó a medias antes viendo a Sanzu divertido con su enojo, giro la cabeza y vaya sorpresa se llevó al ver como Kazutora se estaba besando con la chica. Soltó una ligera risita y se apoyó en Mikey.
-¿Te traigo otro?- pregunta el rubio viendo su copa vacía.
Asintió y se la paso -te lo agradecería rubia -susurra besándole la mejilla.
Mikey le sonrió y se levantó dejándolo ahí sentado solo en el sofá moviendo ligeramente la cabeza ante la canción que estaba sonando, saco su celular viendo el mensaje de yuzuha la cual le anunciaba que el plan estaba en marcha, sonrió y lo apagó alzando la mirada notando como sanzu lo miraba atentamente. Solo ahí noto lo ebrio que esté estaba así que... ¿Por qué no jugar un poco?
-oye Kazutora -llama viendo cómo él de mechas sacaba su mano de los pechos de la chica y lo miraba con la boca cubierta de labial -cuando mikey aparezca dile que fui al baño.
-si -responde dejando que sus labios fueran devorados una vez más por la chica.
Rió ligeramente y se puso de pie notando a los segundos como el tambaleante Sanzu lo seguía, entro al baño y cuando estaba por cerrar la puerta este se metió con él casi como si se hubiese vuelto una costumbre. La puerta fue cerrada por el peso del chico y antes de que pudiera reaccionar ya tenía las manos de Sanzu sobre él, una en su cadera y la otra en su nuca, jalándolo así para que quedara pegado a él.
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𝕻𝖗𝖔𝖇𝖑𝖊𝖒𝖆𝖙𝖎𝖈 𝖘𝖈𝖍𝖔𝖔𝖑
Fiksi PenggemarEn un tranquilo y costoso barrio de la ciudad, Takemichi vivía con su hermano menor, Kisaki Tetta, de dieciséis años. Sin embargo, últimamente, algo oscuro se cernía sobre su hogar. Kisaki comenzó a llegar a casa con moretones y heridas, y cada vez...