⛧𝕰𝖎𝖌𝖍𝖙𝖊𝖊𝖓⛧

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Ambos permanecieron en silencio, takemichi miraba con atención cada cambio de expresión en la cara del rubio mientras que mikey parecía estar teniendo una crisis interna, takemichi no era paciente y mucho menos con este chico, cuando estaba por salir fue detenido por dos fuertes manos en su cintura.

—¿a que diablos estamos jugando hoy? —pregunta takemichi al sentir como la cabeza del rubio se apoyaba en su espalda —hoy no estoy de humor para esto, así que lo diré una sola vez mikey, pierdete.

¿acaso estas tan molesto por lo que hicimos? Solo fue una broma, tu también nos has golpeado sin razón alguna —habla el rubio con una sonrisa temblante en su rostro.

—a diferencia de ti yo no fui prometiendo cosas que no iba a cumplir, solo vete al demonio manjiro, hoy realmente no estoy de humor para nada que tenga que ver contigo —habla de forma seria —mi maldita muñeca esta lastimada y creeme que eso no es bueno para alguien que sueña con ser pintor.

Mentira, el jamás pensó en ser pintor. Pero ya había mentido mucho, que más da.

Takemichi quito las manos del rubio de su cintura y continuó con su camino, al llegar a su salón habló un poco con chifuyu y volvió a darse cuenta que hinata no estaba en la escuela otra vez, no la había visto desde su última conversación y eso empezaba a molestarlo, algo aún rondaba su cabeza: “no creas en las cosas simples que ves en la escuela, todo esto va mucho más haya de lo que tu te imaginas y las personas que se ven malas no lo son, al menos no como tu crees”  creer o no creer, ese era el dilema, no tenía ninguna razón para confiar en la chica que no dejaba de preguntar por el paradero de su hermano, ¿pero y si decía la verdad? Toda esta escuela era una mierda.

Definitivamente odiaba las escuelas públicas, todos tenían problemas que iban más haya de preocuparte por rayar el auto de tus padres o no verte bien para la persona que te gusta y todos sufrían por cosas muy jodidas, el máximo sufrimiento que el había llegado a ver en su escuela fue una chica que se le arruinó su manicura de mil dólares en la clase de deportes, aquí tenía que soportar chicas tratando de abortar en los baños, gente drogada y pandilleros estúpidos. ¿Esto era una escuela o un centro de rehabilitación?.

La hora del almuerzo llego con relativa rapidez, entro junto a Chifuyu a la cafetería y se sento al lado de izana, todos hablaban con tranquilidad hasta que mikey y su grupito de imbéciles apareció, la cafetería se lleno de una horrible tensión, todo el grupo rodeo una mesa donde había un chico leyendo, mikey le arrebato el libro y lo tiro a la basura, las risas de su estúpida pandilla no se hicieron esperar, takemichi miraba con atención el rostro asustado del chico.

—ese es kazutora, salió del reformatorio ayer, trató de matar a mikey hace meses —habla izana mientras le daba otra cucharada de avena al rubio —tal parece que está es la venganza de ese imbécil, kazutora es un chico asustadizo y nervioso, según se sufre maltrato familiar, también tiene problemas económicos y el acoso de esos idiotas tampoco ayuda.

Takemichi asintió, vio como cada integrante de la pandilla de mikey escupió la bandeja de comida del chico y luego lo revolvieron todo —¡come, te ves hambriento, todos sabemos que no tienes ni para comer así que come de una puta vez! —takemichi sintió ganas de vomitar al escuchar lo que él rubio acababa de decir —¡si te lo comes podemos tirarte un par de monedas para perra enferma de tu madre!.

Takemichi sintió ganas de llorar eso le traía muchos recuerdos...

El pequeño niño de diez años caminaba por la calle pidiendo dinero, su hermano estaba enfermo en casa y el no podía conseguir medicamentos, se acercó a un grupo de chicos mayores los cuales al verlos sonrieron con burla ante su ropa y cara sucia.

𝕻𝖗𝖔𝖇𝖑𝖊𝖒𝖆𝖙𝖎𝖈 𝖘𝖈𝖍𝖔𝖔𝖑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora