Takemichi sintió una ligera molestia ante esta nueva información, miró a kisaki y luego a mikey -¿eran pareja? Es algo raro, no escuche de nadie que ese rubio tuviera novia, de echo creí que ni siquiera había dado su primer beso.
-es porque nadie lo sabía, a suzuki le gustaba mikey y por eso se hizo amiga de emma, se que solían verse mucho en su casa -contesta kisaki, takemichi lo veía con él ceño fruncido -ella siempre decía que eran novios y mikey jamás negó ni confirmó nada, así que cuando ella me dijo que estaba embarazada lo mas lógico para mi fue pensar que era de mikey.
-¿no crees que es raro? Te dice que esta embarazada y días después muere, realmente no entiendo nada ¿tu crees que realmente ese bebé era de mikey? -pregunta algo confundido, necesitaba café para poder procesar esto correctamente -Dios sí tuvieramos los informes de su autopsia todo sería mucho más sencillo.
Kisaki se le quedó mirado con atención, estaba buscado alguna emoción diferente a las que su hermano mostraba a simple vista -no te gusta mikey ¿verdad?
-¿que? No, claro que no me gusta ese idiota, jamás podría gustarme la persona que más daño te hizo -contesta con seguridad y la verdad no mentía, mikey no le gustaba solo le parecía divertido pasar tiempo con él.
Kisaki asintió y continuó comiendo -¿debería pedirte algo para comer? No comiste nada ayer...
-no te preocupes, estoy bien. -takemichi vio a sanzu salir del restaurante -bollito vuelvo en un momento, deje mi billetera en el autobus, te comprare algo delicioso y costoso.
Kisaki solo negó y dejó ir a su hermano, takemichi siempre era así. El rubio se apresuró para alcanzar a sanzu, logró detenerlo en la parte trasera del restaurante -¡oye idiota! -la mirada molesta del pelirosa no se hizo esperar -¿tienes pastillas? Necesito algo para relajarme.
-me espere de todo menos esto -suelta de forma burlesca -estas son las más fuertes que tengo, cien dolares y te doy las tres, sin rencores.
Takemichi sonrió y rebusco dinero entre sus bolsillos -tengo sólo cuarenta.
-te doy una y un cigarrillo -responde el pelirosa sacando lo que menciono de su mochila -¿entonces las quieres o no?.
Takemichi asintió -¿alguna advertencia antes de tomarme la pastilla? No quiero morir por algo tan estúpido.
-media, solo tomate media, quedaras inconsciente si te la comes toda, tal vez despiertes en cinco o seis horas -responde con la intención de irse pero takemichi lo detuvo y sacó cuarenta dólares más.
-dame otra -sanzu tomó el dinero sin darle mucha importancia y le dio la pastilla azul.
Ambos se quedaron viendo en silencio, takemichi prendio el cigarrillo y le dio una profunda calada para después pasárselo a sanzu -si te pido que destroces mi cara a puñetazos ¿lo harías? Me encanta sentir esa sensación de ahogarme con mi propia sangre.
-uno más trastornado que el anterior... -susurra takemichi con cierta burla -puedo hacerlo, pero necesito algo a cambio ¿que sabes de la muerte de suzuki?
Sanzu le pasó el cigarrillo y soltó una carcajada -oh esa perra era muy molesta, todo el tiempo persiguiendo a mi rey con sus estúpidas preguntas y actitud molesta, me alegro tanto de que ya este muerta.
-¿crees que el golpe en la cabeza antes de morir dolió? -pregunta soltando el humo para volver a dárselo al pelirosa, que ya estaba muy drogado, posiblemente desde antes que el llegara.
Sanzu lo miró confundido -¿golpe en la cabeza? Imbécil te contaron mal la historia, esa perra no murió por un golpe en la cabeza, alguien la apuñaló en un salón de clases y la dejó ahí tirada hasta que los maestros la encontraron, lo sé porque habían varias fotos de su cadáver rondando por los grupos de la escuela, su vientre estaba completamente abierto, hinata sabe más que yo así que le puedes preguntar, pero según hanma ella tiene un video de lo que realmente pasó, estábamos muy tomados así que ni idea de si es verdad o no.
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𝕻𝖗𝖔𝖇𝖑𝖊𝖒𝖆𝖙𝖎𝖈 𝖘𝖈𝖍𝖔𝖔𝖑
FanficEn un tranquilo y costoso barrio de la ciudad, Takemichi vivía con su hermano menor, Kisaki Tetta, de dieciséis años. Sin embargo, últimamente, algo oscuro se cernía sobre su hogar. Kisaki comenzó a llegar a casa con moretones y heridas, y cada vez...