Discover true love

Capitulo 20

Yoongi

Yoongi: Sé decente.

Beomjo: Lol. Yoongi. Relájate. Sabes que cuidaré de tu niñero.

Yoongi: Un cabello fuera de lugar y te mato.

Beomjo: ¿Qué pasa con múltiples cabellos?

Yoongi: ¿Me estás tomando el pelo en este momento? ¿Tienes ganas de morir?

Beomjo: Tú eres el idiota que lo dejó ir.

***

Me odio a mí mismo. Quiero volver atrás, echarme a Jimin al hombro y arrastrarlo a casa conmigo.

A donde pertenece.

Pero lo empujé a un tipo perfectamente agradable porque me he convencido de que follar con el niñero está fuera de los límites.

No hace falta ser psicólogo para saber que el problema soy yo. Mis inseguridades son el problema. Si no pude hacer feliz a un hombre de pueblo -que tenía mi edad y me deseaba desesperadamente-, ¿cómo diablos voy a hacer feliz a un hombre como Jimin?

Cuando Sunno se fue, fue un golpe para mi ego. Ojalá pudiera decir que lo eché de menos, pero fue más por el hecho de que eligió a otros hombres antes que a mí. Que perdí de alguna manera. Que yo no estaba a la altura. Mi corazón no estaba en ello, pero me esforcé el culo de todos modos.

Pero con Jimin, mi corazón está en ello. No quiero que lo esté, pero lo está.

Dios, intenté con todas mis fuerzas que no me gustara, porque gustarme me llevaría a disfrutarlo. Y después de semanas atrapados en la misma casa, viéndolo tratar a mi hijo como si fuera lo más preciado para él, me preocupa que disfrutar de él se haya convertido en preocuparse por él.

Y no tengo ni idea de qué hacer con eso. Nunca he amado a un doncel como es debido. Nunca quise a uno como a él.

―¡Le daré una oportunidad más con agua! ―Jungkook llama mientras se aleja con un cubo.

―¡Gracias! ―murmuro antes de dejar escapar un suspiro y comprobar dentro de mi camioneta. Daesoo ya está dormido en la cabina con aire acondicionado. Evidentemente, la excitación del día ha podido con él. Jimin siempre lo mantiene tan activo que al final del día está cansado como un perro.

Jimin es demasiado bueno con nosotros.

―Hoy has estado de muerte ahí fuera. ―Namjoon se apoya en el lateral de mi caravana, mirándome con una pequeña sonrisa en los labios―. Ni siquiera parecías tan viejo desde donde yo estaba sentado.

Sacudo la cabeza.

―Espera a que se te dé fatal el hockey. Tengo muchos chistes de viejos guardados para ti. Y para Hoseok, cuando finalmente se retire.

―¿Sabes algo de él? ―pregunta Namjoon, parece esperanzado.

―No. Nada últimamente. Ojalá supiera dónde está ese tonto.

―Sí. No saber es la peor parte. ―Compartimos una mirada ansiosa.
Despedir a Hoseok nunca es fácil para ninguno de nosotros. Mi padre incluido.

―Eres realmente tonto, ¿sabes? ―Sus ojos revolotean mientras cambia rápidamente el tema de conversación.

Me burlo.

―¿Esta es la frase inicial de otro chiste de viejos?

―No a menos que envejecer signifique mandar lejos una de las mejores cosas que te han pasado con otro hombre que no sea demasiado tonto para verlo.