Capitulo 29

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Jimin

Yoongi: Cariño, ¿por qué te sonrojas?

Jimin: Porque te juro que la gente me mira como si me acabaran de joder los sesos.

Yoongi: Lo hiciste.

Jimin: Creo que estas bragas están arruinadas.

Yoongi: Voy a lavarlas para ti. Y te los volveré a meter en la boca la próxima vez que digas una grosería.

Jimin: Vete a la mierda.

Yoongi: Cuidado. Ni siquiera se han lavado todavía.


***

―¿Justo ahí en la fiesta de cumpleaños? ―susurra Taehyung al otro lado de la pequeña mesa de Le Pamplemousse.

Doy un sorbo a mi mimosa y le guiño un ojo.

―He salvado a otro caballo, Tae. A estas alturas soy prácticamente un activista por los derechos de los animales.

Él sacude la cabeza.

―Maldita sea. Estos chicos Min están locos.

―¿Verdad? Definitivamente estoy en mi época de chico de campo. Creo que no he sentado cabeza porque los chicos de ciudad quieren hablarme de futuros petroleros y del tamaño de su cuenta bancaria como si eso compensara el tamaño de su…

―Jimin. ―Los ojos de Taehyung se abren de par en par―. Estamos en público.

―Ni siquiera sabes lo que iba a decir.

La mirada que me lanza no me impresiona en absoluto.

―Iba a decir dignidad.

―¿El tamaño de su dignidad?

Me encojo de hombros y me tapo la boca con otro sorbo de la copa de champán.

―Es lo mismo si lo piensas.

―Dios mío. ―Se ríe y bebe un gran trago mientras mira por la ventana―.
Así que sólo una época de chico de campo. ¿O más? Yoongi no me parece del tipo casual.

Suspiro, dejando que la palabra mía se instale en mis huesos. Pasé toda la noche acurrucado junto a Yoongi y me pasé toda la fiesta viendo sus ojos clavados en mí, recorriéndome de forma descortés. Cuando toqué "Cumpleaños feliz" con mi guitarra, acompañado por Daesoo con la guitarra más pequeña que le regalé, todo me pareció tan condenadamente bien.

Y cuando volví a levantar la vista de la canción, Sunno se había ido. Quise sentirme aliviado, pero me entristeció que abandonara la fiesta de cumpleaños de su propio hijo sin siquiera despedirse de él.

―No es sólo una época ―respondo―. Aún no sé lo que voy a hacer, porque ¿alguna vez lo sé? Pero sé que me verás más. No está muy lejos, y no sé, a lo mejor encuentro algo que hacer en Daegu. Jungkook me pidió que le diera clases de guitarra ayer. ¿Lo sabías? Y tendré que darle a Jae mi aviso en el bar. Me gusta verlo enojarse cuando las cosas no salen como él quiere.

Taehyung se ríe porque conoce a mi hermano y sabe lo exigente que es.

―Esto es grande para ti, Jiminie. No puedo decir que lo viera venir cuando te empujé a este trabajo. Pensé que tú y Yoongi se odiarían, para ser honesto.

Me reclino en la silla.

―Vaya. Gracias por apuntarme a pasar el verano viviendo con un hombre que pensabas que me odiaría.

Me hace un gesto despectivo con la mano.

―Sabía que podrías manejarlo. Además, Daesoo es divertido.

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