† 32. DESPERATIS CONSILIUM †

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| Capítulo 32 |


Clare desde que se despertó en la mañana seguía sintiéndose mal por la pelea con Nicholas. No sabía si esto podría fin a su amistad, pero de solo pensarlo le causaba mucha ansiedad. Desde siempre había sido un muy buen amigo y ella había actuado como una idiota.

Luego de bañarse con agua tibia para despejarse un poco, enrolló su toalla alrededor de su torso. Por suerte, no había durado mucho tiempo en la ducha como para que el vapor del agua inundara el lugar. Cuando iba a cambiarse, se vio reflejada en el espejo del lavamanos.

Su cabello pelirrojo, ahora empapado, sobresaltaba sobre su piel pálida con un pequeño rastro de pequeñas pecas en sus mejillas, sin contar el hecho de que viéndose fijamente a sus ojos podía ver que ahora sus ojeras eran un poco más marcadas, su mirada estaba más cansada que nunca y había adelgazado un poco. Honestamente a este punto no se podía reconocer.

Esta no era la Clare de antes. Esta no era la chica que por más que no era tan sociable, siempre brindaba una sonrisa a quien lo necesitase. Quien a pesar de las circunstancias, siempre veía el lado bueno de las cosas. Ahora solo veía a una chica rota, que ya estaba cansada de fingir que no siempre las cosas estaban bien.

† † †

Clare caminaba a paso lento por el parque del pueblo. El sol pegándole directamente en su pálida piel y el sonido de los pájaros y los niños jugar le causaba cierta tranquilidad que sin duda la necesitaba más que nunca en esos momentos.

Estaba tan ensimismada que se sobresaltó un poco al escuchar cuando alguien la llamaba por su nombre. Se volteó y pudo ver que a lo lejos Camelot la saludaba con su mano energéticamente mientras estaba sentado en el césped.

—No sabía que también eras de visitar el parque. —comentó Clare con una sonrisa, apenas estuvo cerca del chico.

—Me parece un lindo lugar para pasar el rato —admitió Camelot—. Además de que me he dado cuenta que no hay muchos lugares por visitar en Browmore. —Y con ese comentario, ambos soltaron una carcajada.

—¿Y Salem? —preguntó la pelirroja, viendo que el gato negro no se encontraba a la vista.

—Está cazando por ahí. Ya sabes, lo normal. —Camelot hizo un ademán con su mano, restándole importancia— ¿Sabes? Hablando de Browmore. Me acabo de dar cuenta de que con todo esto de las clases y las sombras, no he podido conocerlo muy bien. No sé si estaría dispuesta de mostrármelo. —dijo Camelot con una linda sonrisa en su rostro.

—¡Claro! ¿Cuándo te parece bien? —respondió Clare devolviéndole el gesto.

—¿Se podría justo ahora? —preguntó el chico con un claro tono de voz donde delataba su emoción.

—De acuerdo. —Clare soltó una leve risa y le tendió su mano, la cual Camelot la tomó y se levantó del césped, limpiándose un poco unas pocas hojas que le habían quedado en su ropa.

El primer sitio que visitaron fue el centro del pueblo, donde no solo se podían apreciar algunas casas muy de la época colonial que junto con las calles adoquinadas y las farolas negras clásicas, al instante los transportaba a esos tiempos de antaño. Sino que además habían unas cuantas tiendas, pero el sitio que sabía muy bien que le iba a gustar a Camelot estaba cruzando la cafetería Blooming's Café.

—¿A dónde se supone que me estás llevando? —inquirió Camelot, comiendo parte de lo que quedaba de su helado de vainilla con chispas chocolate.

PARASOMNIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora