† 2. PUER NOVUS †

19 9 1
                                    

| Capítulo 02 |


Después de escuchar por algunos minutos varias canciones de Soda Estéreo que había puesto el padre de Clare en el reproductor de música del auto para relajar un poco el ambiente, sin mencionar que por más que ella estuviera todo el camino mirando por la ventanilla, igualmente tarareó una que otra canción debido a que su padre amaba esa banda y colocaba esa misma lista de canciones favoritas desde que era niña.

Su padre por fin bajó la velocidad y se estacionó. Clare al ver a su lado derecho, esta vez no vio otra masacre, sino que se dio cuenta de que ya habían llegado a la preparatoria.

—Te quiero, cariño. —Su padre la besó castamente en la mejilla.

—Yo también, papá. —respondió con una sonrisa de boca cerrada. Abrió la puerta del auto y se bajó del vehículo. Todavía se escuchaba Prófugos de fondo, saliendo del reproductor de música del auto de su padre.

Al ver como los demás estudiantes llegaban y la entrada de la preparatoria se iba llenando de personas, se colocó sus audífonos y luego de presionar una de las canciones de su celular, empezó a caminar a paso lento al luminoso lugar, el cual tenía una imponente estructura moderna. Lo interesante de esta preparatoria era que al estar bien iluminada, ninguna sombra podría atormentar a los estudiantes.

A medida que caminaba, Clare se percató que había caras nuevas entre la multitud. ¿Primer día en la preparatoria? Tal vez.

De repente, se fijó en un chico que camina a unos metros de ella. Lo que captó su atención en él fue que iba vestido con una sudadera, jeans y zapatos Converse, lo curioso es que iba completamente de colores oscuros. Su cabello azabache hacía contraste con la oscuridad de la calle, resaltando su pálida piel blanca. Se percató que su cabello era de un largo razonable, teniendo varios mechones oscuros cubriendo gran parte de su frente y dándole un aspecto desordenado, pero sin perder ese aire intimidante. No sabía quién fuese ese chico, pero sin duda lucía intrigante e intimidante, o tal vez sea solamente un chico nuevo, y fuese tímido.

Pero en el momento en que ella pensó que no notaría que lo estaba observando, se sobresaltó cuando repentinamente conectó miradas con el desconocido. Pudo ver que sus ovalados ojos tenían un iris oscuro, dedicándole una gélida mirada, lo que le causó un extraño sentimiento oscilante que recorrió su columna vertebral. Igualmente, notó que el chico tenía un rostro con un gran atractivo, rasgos duros y afilados, una perfecta nariz respingada, pobladas cejas negras, con unos labios rosados de un grosor y medida adecuada. También se percató de que el chico era alto a comparación con los demás que pasan a su lado. La vista de Clare sin querer bajó hasta ver que en el antebrazo izquierdo del joven se encontraba un gran tatuaje con colores monocromáticos que se esparcía desde su muñeca hasta desaparecer en el dobladillo de la manga de su sudadera negra, y probablemente seguía hasta su hombro.

«Seguramente es el tipo de chico rudo que cualquier chica se derretiría... Cualquiera, excepto yo.»

—¡Clare! —Escuchó a lo lejos que la llamaban. Decidió apartar su vista del chico y empezar a buscar a la persona que la llamaba, cuando se percató que a lo lejos venía Nicholas Scrow; el mejor amigo de la chica.

—¡Nick! —Esbozó una sonrisa al ver al castaño con ojos avellana detrás de unos lentes de montura marrón, caminando hacia ella.

—Te había extrañado mucho. Espero que el próximo verano no me termines olvidando de nuevo. —comentó Nicholas, haciendo un puchero y cruzándose de brazos como un niño pequeño.

Clare soltó una pequeña risa.

—¡Nick, ayer nos vimos!

—No arruines mi momento de Drama King, Clare. —Ante esas palabras, ella soltó una sonora carcajada.

Luego de escuchar como el sonido de la campana anunciaba la entrada a clases, todos los estudiantes comenzaron a caminar directo a las puertas blancas del edificio. En medio del recorrido, Clare dirigió su vista nuevamente hasta donde había estado el chico que vio hace unos minutos, pero desafortunadamente ya no estaba. Frunció levemente el ceño al no verlo por ninguna parte.

«Seguro que ya está adentro.»

Apartando sus pensamientos, retomó nuevamente su caminata detrás de Nick.

Luego de las primeras dos clases, al fin sonó nuevamente la campana, indicando esta vez el inicio del receso. Ansiosos de comer algo, Nicholas y Clare se dirigieron hasta la cafetería.

—No puedo creer que te guste más el Dr. Pepper Cherry Vanilla que el delicioso sabor del Welch's Grape, ¿Qué clase de monstruo eres, Clare? —Le recriminó Nick al ver la elección de soda de la chica, pero cuando ella iba a responderle notó que de las puertas de la cafetería entró alguien.

Al observar quién era, se sorprendió al ver que se trataba del chico de antes. Este llevaba una postura imponente y no se detuvo a ver a nadie. Su oscura mirada estaba solamente fijada al frente con su barbilla elevada, causando que tuviera un aspecto de superioridad.

Nick frunció el ceño al notar que Clare no le había respondido, sino que su mirada se quedó fija en una persona atrás de él. Al voltearse en su asiento y ver de quién se trataba, volvió a voltearse a ver a la castaña.

—Olvídalo. Ya vi que hay una nueva soda que te gusta. —comentó Nicholas, subiendo y bajando sus cejas rápidamente, con una traviesa sonrisa en su rostro.

—¡¿Qué rayos, Nick?! —Clare frunció el ceño y le dio un empujoncito, pero el castaño soltó una gran carcajada—. Y para que sepas, no me atrae para nada ese chico. Se nota que es una red flag andante.

—Sí, claro. Como digas. Yo sé que todas en algún momento se derriten por el bad boy. —comentó Nick rodando sus ojos y con cierto toque de broma en su voz. Como respuesta, Clare tomo una de las uvas de su bandeja y se la lanzó al castaño, haciendo que le diera un golpecito entre ceja y ceja, gracias a ello ambos se empezaron a reír a carcajadas.

Hubo un momento en el que Clare se fijó que, gracias a sus risas, el chico desconocido volteó por un momento a mirar a su mesa y, al conectar miradas, Clare pudo darse cuenta que los ojos del chico no eran del todo oscuro, en realidad eran de un verde claro muy hipnotizante.

El chico curveó levemente una de las comisuras de su boca en lo que a Clare le pareció ver una sonrisa, para luego seguir su camino con su mirada al frente.

Restándole importancia, Clare siguió charlando con Nick hasta que sonó la campana indicando el retorno a clases.

—Señor, ten piedad de mí. —Se quejó Nicholas deslizando su espalda en su silla, apenas oyó el estruendoso sonido de la campana.

—Tenemos clase de Historia juntos. —Le recordó Clare, levantándose y colocándose una de las correas de la mochila suya en su hombro.

—¡Aleluya! —El castaño soltó aliviado, esbozando una gran sonrisa. Ella en cambio, no pudo contener las ganas de soltar una carcajada.

PARASOMNIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora